Autor: Agencias
Nobel: “Mi ensayo para entrar al MIT solo decía “quiero ser científico"
Nobel: “Mi ensayo para entrar al MIT solo decía “quiero ser científico" L as pruebas de acceso al Instituto Tecnológico de Massachusetts(MIT) son un largo proceso que, entre otros requisitos, exigen componer un ensayo.
El nuevo Nobel de Medicina Victor Ambros supo distinguirse del resto de candidatos al escribir una sola frase: “Quiero ser científico”. Ambros recuerda en una entrevista con Efe esa anécdota de su larga carrera como biólogo del desarrollo, quelo llevó a ganar este año el Nobel de Medicina, junto a Gary Ruvkun -ambos estadounidenses recibieron el galardón este martes-, por “el descubrimiento del mi CroARN y su papel en la regulación postranscripcional delos genes”, según el Comité Nobel.
El microARN no contienen instrucciones para fabricar proteínas sino que participa en la regulación de la expresión de los genes y controlan el proceso de producción de proteínas, indicando al ARN, de mayor tamaño, cuándo debe frenarseo detenerse, Ante la inevitable pregunta de las aplicacionesmédicas prácticas desus descubrimientos, Ambros señala que la importancia puede radicar en que, “en algunas enfermedades, el microARN puede ser realmente un importante agente impulsorde la patología”. Algunos microARN actúan como oncogenes cuando están mal expresados en las células, al impulsan su proliferación, pero otros actúan de forma opuesta, es decir, promueven la diferenciación celular e inhiben la proliferación.
“El cáncer es un ejemplo excelente en el que el conocimiento de los microARN puede aportar una comprensión más profunda dequé hace que algu-nos deellos se comporten dela manera en quelo hacen”, explica, Ambros recuerda que siempre quiso ser científico y siendo niño se hizo su primer telescopio, pues al haber crecido en una granjaestaba acostumbrado a construir las cosas por sí mismo, algo que, dealguna manera, ha influido en su forma de hacer ciencia. “Uno de los aspectos de mi infancia que más aprecio es que mi padreera un hombre muyinteligente, inventivo y trabajador. Era agricul-en cientos de ellos y creía que era importante que no sonara como el de todos los demás”, rememora.
Y aunque tenía mucha cosas que decir, creía que le faltaba “el talento necesario” para que la persona que leyera su ensayo “se sintiera impresionada”, asíque hizo “un poco de trampa”. “Quiero ser científico”, fuela única frase del ensayo, porque sabía que “ese era el mensaje, que quería que la gente al otro lado de este proceso leyera.
Pensé que si lo hacía así de corto, al menos se darían cuenta de que era diferente”. Reconoce que se arriesgó, un poco, a no pasar el proceso deselección del MIT, pero pensó que “igual funcionaba y lo hizo”, porque fue admitido.
ELARGONAUTA En su actual laboratorio de la Universidad de Massachusets sigue estudiandoel miCroARN y ahora intenta contribuir aentender una enfermedad rara del desarrollo neurológico infantil, el síndrome del Argonauta, que depende de unos genes con ese nombre. Esainvestigación le enseñóalgo con loque no conta-ba, reconoce Ambros, que se dedica a la ciencia básica, la cual suele hacerse siempre en laboratorio. En una ocasión asistió a un congreso sobre ese síndromedondetambién participaban investigadores clínicos, además deniños afectados y su padres, aunque él no sabía de la asistencia de estos últimos. “Experimenté ese fascinante tipo de relación sinérgica entre los pacientes y los científicos básicos” y vio la dedicación “constante e incondicional” de los padres.
“No esperaba experimentar ese tipo de dimensión humana” en aquel congreso, pero allí se dio cuenta de que tiene “aún mucho que aprender de las relaciones entre la ciencia y las personas”. Ambros recordó la importancia de los jóvenes con aspiración científica, cuyos sueños “son vitales, porque hay una cantidad enorme de ciencia por hacer” y hay “una cantidad enorme de talento repartido por el mundo”. Y especialmentea lasjóvenes les recomendó que “no duden de que pertenecen”, porque la ciencia es su lugar: “Es muy importante que sepan que, por supuesto, pertenecen”. O.
AMBROS RECIBIÓ EL MARTES EN ESTOCOLMO EL NOBEL DE MEDICINA, tor”, recuerda Ambros, científicodejóla granja para quien aprendió mucho con iral universidad y mandó su élsobrearreglar maquinaria solicitud la MIT. o construir algo necesario “Me intimidaba la tarea para la granja. de escribir un ensayo, porque creía que era importanENSAYO DETRES PALABRAS te, sabía que las personas Con la determinación de ser querevisan las solicitudes le-. Victor Ambros reveló detalles de su vida y de su carrera esta semana al recibir el galardón 2024, que compartió con Gary Ruvkun. También contó que ahora intenta entender una enfermedad rara infantil llamada síndrome de Argonauta.