Autor: DR. PEDRO BECKER RENCORET Profesor titular PUC
Nuevo rector UC
Señor Director: La carta abierta del Gran Canciller de la Pontificia Universidad Católica de Chile al flamante nuevo rector (que sucede a otro flamante) me parece que es inédita en su forma y fondo.
Hace un llamado a cuidar la identidad católica de la institución, tarea exigente en un mundo cada vez más centrado en lo material y el éxito personal, que mira el paso por la universidad en forma solo utilitarista (búsqueda de un título profesional). En su origen, la PUC nació como una opción universitaria para aquellos estudiantes que privilegiaban una educación superior que armonizara con su religión (católica). Como correcta institución pontificia, por cierto, además procuró la excelencia ("sed perfectos, como mi Padre en los Cielos es perfecto”), lo cual sin duda se ha cumplido.
Sin embargo, me temo que hoy son escasos los postulantes a la UC que lo hacen por las mismas razones que los de la primera ola, y desconozco para qué proporción de estudiantes, académicos y funcionarios de la Universidad, su paso por ella, breve o larga, los haya acercado o alejado de Dios.
Sin duda que estos son indicadores (KPIs, en el mundo ingenieril) difíciles de medir, pero que deben estar dentro de nuestras prioridades irrenunciables, además de los rankings, productividad académica, puntajes de ingreso, número de publicaciones, fondos concursables adjudicados, empleabilidad de sus egresados, aportes concretos al país, influencia en políticas públicas, etc. Todo este último listado, evidentemente, es transversal a toda universidad compleja. El mensaje de nuestro Gran Canciller es claro y contundente. Estoy seguro de que nuestro rector lo tendrá bien atesorado y contará con toda la comunidad universitaria para ello.