COLUMNAS DE OPINIÓN: “En Dios confiamos; todos los demás deben traer datos”
COLUMNAS DE OPINIÓN: “En Dios confiamos; todos los demás deben traer datos” RODRIGO MONTERO, DECANO UNIVERSIDAD AUTÓNOMA “En Dios confiamos; todos los demás deben traer datos” Esta frase es una famosa cita del académico William Edwards Deming, un reconocido estadístico estadístico y consultor de gestión. De esta manera, Deming enfatizaba la capital importancia que tienen tienen los datos para tomar buenas decisiones, unas que sean bien informadas. Difícilmente hoy día alguien podría poner en duda la importancia que tienen los datos para un óptimo proceso de toma de decisiones.
Contar con información fidedigna, con evidencia empírica, resulta crucial, por ejemplo, para el diseño, formulación formulación e implementación de buenas políticas públicas, políticas que al final del día concreten los objetivos para los cuales fueron creadas.
Pues bien, “traer los datos” a la discusión de políticas públicas no es una tarea fácil. ¿Qué se necesita para “llevar buenos datos”? Primero, se requiere contar con capital humano altamente calificado en las diversas reparticiones públicas desde donde surgen, por ejemplo, las iniciativas del Ejecutivo (esto nos recuerda la importancia de la modernización del Estado en Chile, un desafío desafío pendiente desde hace muchos años). Pero esto no basta.
Segundo, se debe asegurar un acceso acceso fluido a las fuentes de información (bases de datos, por ejemplo), la cual puede estar compartimentada compartimentada en diferentes organismos, instituciones, o incluso personas (otro problema asociado a la falta de modernización del Estado). Tercero, es imperativo que la discusión parlamentaria tome en cuenta la evidencia que se presente y que la analice de manera crítica, lo que exige a su vez contar con capital humano calificado en el área legislativa (tener parlamentarios con alfabetización alfabetización cuantitativa). Claro, el dato no siempre es químicamente puro, hay que prestar atención a la fuente, al autor, autor, puesto que no es raro que para una misma discusión “haya más de un dato” sobre un asunto.
Incluso cuando “se lleva” el dato tomado a partir partir de una publicación científica (paper publicado en algún journal) hay que tener precaución; en efecto, las revistas científicas a veces tienen sesgos sesgos de publicación, esto es, se tienden a publicar aquellos trabajos que sí encuentran efectos estadísticamente estadísticamente significativos.
Entonces, la cuestión es cómo podemos, primero, primero, garantizar el acceso a la fuente de información que da origen al dato, segundo, generar el dato de la manera más transparente y objetiva posible, y tercero, contar con el capital humano altamente altamente calificado para el proceso de discusión. Acá puede ser muy ventajoso contar con una robusta y potente oficina de apoyo al Congreso, al estilo de la Congressional Budget Office en los Estados Unidos.
Un país que aspira a alcanzar el desarrollo debe construirse sobre la base de evidencia empírica, empírica, la cual sólo es posible de lograr si somos realmente capaces de “llevar buenos datos” a la elaboración de políticas públicas..