Autor: Carlos Peña
Columnas de Opinión: ¿Mejorarán las universidades?
Columnas de Opinión: ¿ Mejorarán las universidades? ¡ ontribuye al bienestar social y a la salud delsistema universitario el proyecto de financiamiento anunIciado por el gobierno? Porlo pronto y antes siquiera de examinarlo completo, ro una consideración general puede hacerse. rá delas instituciones adoptar una decisión de envergadura: G cualquier juicio pormenorizado y definitivo es prematuro; peSinos ceñimos al anuncio gubernamental, el sistema exigi sumarse 0 no al nuevo sistema. Si deciden sumarse no podráncobrar monto alguno a sus estudiantes hasta el noveno decil. Solo podrán cobrar lo que juzguen correcto al décimo decil. Si se excluyen, los estudiantes que decidan incorporarse a ellas no subsidiado porel esán aningún sistema tado.
En este último caso, las familias deberán financiarla edude créditos cación con renta actual (las más ricas) o futura (endeudándose enel sistema financiero). Aeso parece conducir (ya sabremos los detalles) el sistema. de financiamiento quese ha propuesto. Reiteremos la pregunta: ¿ contribuye al bienestar? Si el nuevo sistema se juzga desde el punto de vista de los estudiantes y su bienestar inmediato, no cabe duda de que su bis social seconá. Luego, siel bis cibe como una agregación de las mejoras individuales, no caseincr be duda de que el nuevosistema lo mejorará. Pero siel nuevo sistema puede mejorar el bienestarindivi dual inmediato, no cabe duda de que lesionará al sistema uniquees peor ataráalas versitario puesto que lo empobrecerá ylo institucionesalos vaivenes del ciclo político.
Enefecto, para controlar las transferencias que, con cargo a rentas generales, se efectuarán, el estado fijarálos aranceles, de suerte que cuáninnnovadora sea una universidad, o cuánto investigue o alimente de sus cuerpos académicos, dependerá dela el esfuerzo crítico disposición que odelciclo del estado a: 'se experimente. De esta manera, la más antigua tradición delas universidades latinoamericanas: depender del ciclo económico y del proceso político y de la capacidad de influiren este últimosereproducirá ya definitivamente entre nosotros.
Y lo que es peor-y sino fuera perjudicial, movería arisa-es quelasinstituciones puramente docentes, esas que carecen de comunidades de jornada o cuya investigación es exigua, sobreviviránb “ará la mabiencon este sistema trícula y, por el bajo coste agregado de su quehacer, les permiqueles: tirá sobrevivir sin sobresaltos; pero también, en conjunto con el resto del sistema, sin demasiadas ambiciones. ¿Qué puede explicar que se haya deliberado un diseñoque, bien mirado, extiende lo que hace algún tiempo se hizo con el sistema escolar al sistema universitario? Una explicación posible es que en este tema se esté cometiendo el error de considerar el sistema universitario como un más omenos sin considerar las i «que y los niveles de investigamedian entre el sistema universitario ción disponibles; el financiamiento del sistema; la sobrevivencia futura de una clase intelectual y académica; y sobre todo, sin atender al hecho quesi las universidades transmiten la cultura deben ser, antes que eso, capaces de crearla e incrementarla y que ello requiere de recursos.
Y lo que es peor, pareciera que el diseño no ha considerado que el sistema podría segregarse en la peor delas formas: alentando la creación de instituciones que concentren a las personas de altos ingresos, y a la vez estandarizando hacia un quehacer predominantemente docente a aquellas que, empeñadas en la diversidad, sigan adhiriendo al sistema de financiamiento público, mientras cruzan los dedos para que el ciclo económico y las influencias políticas ojalá, y al menos de vezen cuando, la favorezcan..