Autor: EVA LUNA GATICA
Haití en estado de emergencia por ola de violencia, pese a misión extranjera
400 Agentes de Kenia llegaron en junio al país a apoyar a la policía haitiana:Dos meses después del envío de una misión internacional de seguridad, la violencia y las disputas entre pandillas siguen azotando Haití, particularmente a su capital, Puerto Príncipe, donde las bandas controlan casi el 80% de su región, amedrentando a la población con secuestros, asesinatos, violaciones y saqueos.
La situación ha llevado al éxodo de más de medio millón de personas, que se han desplazado dentro del país o migrado al exterior, mientras que el gobierno se vio obligado a extender el estado de excepción a todo el territorio nacional, hace pocos días. La misión, autorizada por la ONU y que cuenta con el apoyo material y financiero de Estados Unidos y Canadá, está encabezada por policías kenianos.
Actualmente, tiene menos de un sexto de los 2.500 efectivos que se había comprometido enviar en un inicio, y apenas cuenta con 68 millones de dólares de los 600 millones que se calcula que costaría al año.
Según el Departamento de Estado, pese a que la situación sigue siendo compleja, ha habido avances desde principios de año, cuando las bandas armadas llegaron a controlar el aeropuerto internacional e impidieron el regreso del entonces Primer Ministro, Ariel Henry, quien terminó renunciando desde el extranjero.
Uno de los miembros de la misión, el coronel de la Policía keniana Wafula Hesbon, aseguró a EFE que desde junio ha habido mejoras en su labor, como los más de 30 nuevos vehículos blindados antiminas MRAP que recientemente Estados Unidos envió a la base en el aeropuerto de Puerto Príncipe.
No obstante, las marcas de los balazos eran evidentes en los maltrechos vehículos de la Policía Nacional de Haití, que adolece de falta de recursos, bajos salarios y corrupción, y que ahora opera bajo la declaración del estado de emergencia.
“A dos meses del arribo del primer contingente de las fuerzas extranjeras, en términos de resultados no ha habido avances significativos”, dice a “El Mercurio” Jean Eddy Saint Paul, director y fundador del Instituto de Estudios Haitianos de la City University of New York.
“Las fuerzas de Kenia no conocen la realidad cultural y social delEl reclutamiento para salir de la pobrezaEn ese contexto, las autoridades locales han iniciado esfuerzos como el reclutamiento de jóvenes para que entren al servicio militar.
La opción es vista por muchos como una manera de salir de la pobreza y enfrentar el alto desempleo, consigna The Associated Press, al mismo tiempo que es una forma de evitar que los jóvenes sean atraídos por las bandas criminales, y que se espera colaboren con la policía y la misión internacional. Mientras, la idea de transformar la misión de seguridad en una de mantenimiento de la paz de la ONU, causa recelo en el país.
Los haitianos “recuerdan como si fuese ayer las atrocidades y las violaciones de derechos humanos perpetradas por efectivos que pertenecían a las fuerzas multinacionales de la Minustah, la Misión de la ONU para la estabilización de Haití”, dice el analista Saint Paul, en referencia a las acusaciones sobre abusos sexuales destapadas en un informe de 2019, basado en testimonios de denunciantes, militares y delegaciones de Naciones Unidas. Además, durante la misión se introdujo accidentalmente el cólera, que mató a unas 10.000 personas. Un informe interno de la ONU admitió que, por una negligencia, fueron cascos azules nepalíes los portadores de la enfermedad. Pero más allá de la seguridad, para EE.UU. la meta es que Haití que está bajo un gobierno interino pueda celebrar elecciones en 2025 y entregar los servicios básicos al pueblo haitiano. “Queremos asegurarnos de que Haití esté de nuevo en una trayectoria democrática clara”, insistió Blinken en su visita de la semana pasada. Las últimas elecciones fueron en 2016 y la Presidencia está vacante desde que en 2021 fue asesinado el entonces mandatario Jovenel Moïse. Su crimen aún no se ha resuelto. “El proceso no será rápido ni corto, pero deberá ser, ya no hay más tiempo. Haití, hoy por hoy, se juega su existencia misma como nación”, comenta Margarita Aurora Vargas Canales, investigadora del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe de la Universidad Nacional Autónoma de México. SSERPDETAICOSSAEHTpaís, ni tienen los recursos adecuados para llevar a cabo su misión”, añade. “Los delincuentes ni se inmutan”“Se hacen muchas promesas, pero todavía no hay signos positivos de cambio”, dijo Kesner Pharel, un destacado economista haitiano a The New York Times. “La capital sigue aislada del resto del país por las bandas. Controlan las carreteras y siguen tomando territorio”, añadió. “Las bandas siguen trabajando y los delincuentes ni se inmutan”, sentenció a France Presse, Watson Laurent, un mototaxista de 39 años. El secretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental deEE. UU., Brian Nichols, admitió que sería más efectivo operar bajo el paraguas de una misión de paz de Naciones Unidas, algo que Washington estaría considerando.
De momento, se está trabajando para conseguir más apoyos durante la Asamblea General de Naciones Unidas en septiembre y en un borrador de resolución al que tuvo acceso France Presse para alargar la misión policial cuyo mandato expira el 2 de octubre.
“En este momento crucial, necesitamos más financiamiento, necesitamos más personal para sostener y llevar a cabo los objetivos de la Misión (Multinacional de Apoyo a la Seguridad)”, dijo el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, en una visita a Haití la semana pasada, dondealertó que la crisis tendrá repercusión en todo el hemisferio, sobre todo por sus efectos en los flujos migratorios. “Todavía no hay signos de cambio”La violencia, además, ha llevado al cierre de empresas, a la pérdida de empleos y al colapso económico de Haití. Alrededor del 60% de la población gana menos de 2 dólares al día y la inflación se ha disparado a dos dígitos en los últimos años. Incluso antes de la escalada actual, alrededor del 58% de la población ya vivía por debajo del umbral de la pobreza.
Se estima, a su vez, que unos cinco millones de haitianos (de un total de 11,5 millones) no comen lo suficiente y muchos notienen acceso a cuidados médicos, dado que la mayoría de los hospitales fueron cerrados tras ser saqueados por las bandas. Asimismo, más de una cuarta parte de las escuelas del área metropolitana de Puerto Príncipe no pueden funcionar debido a la inseguridad, según Unicef. “Gran parte de lo que se ha convertido en redes de pandillas se basa en la falta de oportunidades económicas a nivel local.
La economía de Haití ha estado en un profundo declive durante varios años, lo que también se refleja en altos niveles de desnutrición, emigración y escasas o nulas inversiones en desarrollo”, señ a l a a e s t e d i a r i o G e o r g e s Fauriol, asesor para América Latina del Instituto de Paz de Estados Unidos (USIP).. La capital está en un 80% tomada por las bandas criminales, que operan sin aparentes restricciones. 400 Agentes de Kenia llegaron en junio al país a apoyar a la policía haitiana: LA POLICÍA HAITIANA PATRULLA cerca del aeropuerto para evitar una situación similar a la de principios de año cuando bandas armadas se tomaron el terminal e impidieron el regreso del entonces