Cerca de 20 congresistas demócratas piden que Biden abandone la carrera presidencial
Cerca de 20 congresistas demócratas piden que Biden abandone la carrera presidencial JOE BIDEN retomó sus actividades de campaña en Detroit (Michigan). "Me presento para acabar el trabajo. Quedan cosas por hacer. Sé que solo tengo 41 años", dijo bromeando. FRANCE PRESSE P ese a sus esfuerzos, el Presidente Joe Biden no ha logrado disipar las dudas ni la preocupación al interior del Partido Demócrata sobre el futuro de su candidatura.
Luego de una conferencia de prensa en la que mostró su solvencia en asuntos internacionales --uno de sus fuertes--, pero también cometió notorios lapsus que empañaron su presentación, se sumaron más voces de congresistas que piden abiertamente que dé un paso al costado, mientras que algunos de los mayores donantes de su campaña han congelado fondos a la espera de que se despejen las interrogantes sobre quién enfrentará en noviembre al republicano Donald Trump. "Tenemos que terminar el trabajo. Les prometo que estoy bien", aseguró ayer Biden, al retomar su campaña en el estado de Michigan. "Durante mucho tiempo fui demasiado joven. Fui el segundo hombre más joven elegido para el Senado. Y ahora soy demasiado mayor, pero sé que, con suerte, con la edad llega un poco de sabiduría", añadió.
La discusión sobre la avanzada edad de Biden (81 años) y su aparente pérdida de agudeza mental se intensificó después de su pobre desempeño en el debate presidencial del 27 de junio, en el que cometió varios errores y se mostró lento y disperso.
Desde entonces, y en medio de clamores cada vez más abiertos para que el partido busque con urgencia una alternativa más joven y competitiva para enfrentar a Trump, el Presidente ha intentado verse más activo en su campaña, y este jueves ofreció una rueda de prensa de 59 minutos en la que pretendió recuperar la iniciativa, respondiendo directamente a los cuestionamientos. "Estoy determinado a presentarme, pero creo que es importante que disipe los temores", enfatizó el mandatario, quien informó que se ha sometido a tres exámenes neurológicos, el último en febrero, que muestran que está "en buena forma". "No estoy en esto por mi legado. Estoy en esto para completar el trabajo", insistió. Pero ha sido difícil para Biden retomar el control y aplacar las críticas.
Si bien en su conferencia mostró su solidez en temas de política exterior, cometió dos confusiones o lapsus que volvieron a encender las alertas: cambió el nombre de su vicepresidenta Kamala Harris --habló del "vicepresidente Trump"-y al Presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, lo presentó como el "Presidente Putin". Si su intención era mostrarse lúcido, les dio nuevos argumentos a quienes piden su salida.
En ese marco, se supo ayer que Biden se reunió en la Casa Blanca con el líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, quien --según detalló el congresista-le trasladó al Presidente "todo el abanico de perspectivas y conclusiones sinceras sobre el camino a seguir" que han estado debatiendo internamente durante los últimos días. Al mismo tiempo, nuevos legisladores demócratas están pidiendo la bajada de Biden. Según un conteo de The New York Yimes, hasta ahora 18 miembros de la Cámara de Representantes y uno del Senado han planteado abiertamente la necesidad de cambiar la carta presidencial. La última ha sido la congresista Brittany Pettersen, quien expresó ayer su reconocimiento por la carrera política del mandatario, pero le pidió que "pase el relevo" para que otro candidato se enfrente a Trump.
De acuerdo con el mismo registro, una treintena de legisladores y gobernadores ya han manifestado su "preocupación" por la situación, sin pedir explícitamente un reemplazo; entre ellos está una de las principales referentes del partido, Nancy Pelosi, quien sutilmente dijo que Biden debe "tomar una decisión". Las dudas también golpean las finanzas de la campaña.
Según el Times, algunos de los principales donantes de Future Forward, el comité de acción política más importante pro-Biden, mantienen congelados unos US$ 90 millones en donativos comprometidos a la espera de que se resuelva la incertidumbre sobre la candidatura.
Está comprometido también el respaldo económico que tradicionalmente entrega la industria de Hollywood a los demócratas, luego que el actor George Clooney, conocido como uno de los mayores recaudadores de fondos para la campaña, pidiera "otro candidato" en un editorial.
El problema, según los expertos, es que las apariciones públicas de Biden siguen sin convencer, y ahora toda la campaña gira en lo que hace, lo que no hace y en cada uno de sus gestos.
Confusiones y vacilaciones "Si bien en la última conferencia de prensa Biden mostró su dominio del gobierno y de la política tanto exterior como interna --de una manera que se recuperó notablemente de su actuación en el debate--, su confusión ocasional y su estilo de hablar vacilante parecieron confirmar las dificultades que ha estado teniendo relacionadas con la edad junto con sus conocidos impedimentos del habla. Todos seguirán observando cómo se desempeña en futuras apariciones.
Han disminuido las preocupaciones de algunas personas, pero muchos aún están preocupados", comentó Robert Shapiro, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Columbia. "Yo creo en la palabra de Biden cuando dice que daría un paso al costado si estuviera convencido de que no podría derrotar a Trump (... ) Los datos aún muestran que la elección está cerrada y es demasiado pronto para descartar la posibilidad de que tenga una oportunidad de ganar", añadió.
Por ahora Biden seguirá en el limbo. "Dado lo firme que ha sido Biden sobre permanecer como el nominado, no espero que se retire voluntariamente, a menos que ocurra otro episodio comparable a su desempeño en el debate. Tal como está ahora, Biden cayó alrededor de dos o tres puntos en las encuestas en relación con Trump tras el debate.
Si Biden no gana terreno en las encuestas durante las próximas semanas, es posible que más líderes del Partido Demócrata declaren públicamente su oposición a él, y muchos de sus delegados en la convención podrían hacer lo mismo", señaló James McCann, politólogo de la Universidad de Purdue. "Esas mismas encuestas sugieren que la vicepresidenta Harris podría hacerlo al menos tan bien como Biden contra Trump", agregó. En el intertanto, la campaña de Biden ya está adecuando su estrategia.
Según una nota interna del comando, ahora se centrarán los esfuerzos de ganar en los disputados estados de Wisconsin, Michigan y Pensilvania --el llamado "muro azul" demócrata--, donde el Presidente tendría su "vía más clara" para llegar a los 270 votos electorales para ganar.
Esto implica que ya se han resignado a perder frente a Trump en otros estados clave, como Nevada, Arizona, Georgia o Carolina del Norte. "El desempeño reciente de Biden no ha empeorado su situación, pero tampoco la ha mejorado", dijo John J. Pitney, experto electoral de Claremont McKenna. "Si tiene otro mal desempeño en un evento público, los llamados públicos para que se retire se harán más fuertes. Si la elección se realizara hoy, Trump ganaría por un margen estrecho. Pero si Biden continúa mostrando signos de fragilidad, el margen de Trump crecerá", añadió el analista, que recalcó cómo la situación está comprometiendo las recaudaciones de la campaña: "Las contribuciones importan más que las encuestas. Biden puede racionalizar los malos resultados de las encuestas y prestar atención selectiva a los buenos resultados. Pero no puede ignorar una tesorería de campaña en caída libre", opinó. Stephen Wayne, académico de la Universidad de Georgetown, es más lapidario: "Biden cree que ganará, pero el único otro demócrata que comparte esta creencia es su esposa Jill. Debería retirarse por el bien de su partido, de otros candidatos, de los donantes demócratas y del pueblo estadounidense.
Los únicos que quieren que se quede, aparte de Jill, son los partidarios de Trump". Creciente presión sobre el mandatario estadounidense: Cerca de 20 congresistas demócratas piden que Biden abandone la carrera presidencial JEAN PALOU EGOAGUIRRE La situación preocupa a grandes donantes del partido, que tienen congelados unos US$ 90 millones a la espera de que dé un paso al costado..