Pasando el traidor agosto
Pasando el traidor agosto POR SEGISMUNDO nuestra nutrida agenda A de celebraciones podriamos sumar el 31 de concurriera a la celebración. Relata, como testigo de ofdas, que los asistentes al encuentro en su mayoría iban a terno y corbata.
Lógico, la victoria sobre el tiempo y las enfermedades varias exigía respeto y formalidad. "Tormentos del sexo débil potentes como un toro más lindos qu'el Rey de Oros las lolas nos van a enconfrur" El ritual de la celebración se trasladó a un local más amplio, un gran salón del Club Alemán, pues había aumentado el número de asistentes sobrevivientes a las tradiciones de agosto y se incorporó más alla de las canciones un reconocimiento a quien, especialmente agraviado por diversos males, había logrado superarlos y asomarse a septiembre. Ello, con una justificación que daba cuenta de los males superados, una verdadera prodamación a la nueva oportunidad que se daba al protagonista de un delicado achaque. agosto, San Ramón en el calendario. Se trata de una celebración "de nicho", pues corresponde exclusivamente a un grupo etario superior en el tiempo de existencia. Esta celebración, entre serio y broma, es un jolgorio por haber pasado el complicado mes de agosto con cambios climáticos caprichosos en que se anuncia la primavera y se advierte aún la presencia del invierno. En las últimas horas, nieve, granizo, truenos y coplosa lluvia, luego de algunos dias de buen sol.
Los cambios de dima suelen ser traidores y van acompañados de estornudos, escalofrios y molestas secreciones que advierten sobre la presencia de un resfrió que escala fcilmente a niveles superiores y estalla en agosto a veces con consecuencias letales debido a la acción traidora de quizás qué virus. Pero no se trata únicamente de los conocidos resfrios, sino que, de otros males mayores, serios que se arrastran en el tiempo y hacen crisis en el mencionado mes tras molestar buena parte del año. Enfin, es un tema del clima del hemisferio sur que tiene peligrosos caprichos y asi, llegado el 31, bien merece una celebración.
Acá, en Valparaíso, pionero en muchos aspectos, se ha llegadoa institucionalizar la celebración al punto que el tema de "pasar agosto" ha merecido un artículo de Agustín Squella, talentoso en varias materias, a partir de la hípica hasta llegar a la filosofia del derecho, en su condición de académico.
Squella, sabedor de la celebración, sostiene que nunca ha asistido a ese evento. "No sé, me daba cosa, pudor, y eso que lo habitual en ese bar era que paskramos algunas noches del año jugando domino", escribe.
Insiste en que se sentía inhibido y con pudor, pese a que era requerklo por teléfono esa noche señera de agosto a que BAR DESAPARECIDO Alude Squella a un bar porteño desaparecido, se cayó a pedazos como tantas cosas en el Puerto. Tenía dos accesos, uno por calle Blanco y otro por Cochrane y es sólo un buen recuerdo que algunas personas, buenas personas sin ayuda offcial alguna, han tratado de resucitar. También me da pudor mencionarlo por su nombre más que centenario. En cuando a la mencionada institucionalización, la tenemos justamente como una iniciativa de algunos periodistas de este Diario que se reunian también en un fenecido restaurante de calle O'Higgins, cerca de Plaza Anibal Pinto. El área era una especie de "polo gastronómico", con una tentadora oferta de platos de origen germano. Estaba el Bar Alemán, en algún momento con el curioso nombre de "Café del Orden", donde servían unos maravillosos crudos, carne de vaca desgrasada y raspada, no molida, de alguna pieza especial de la res. También se podia disfrutar allí de unas deliciosas "gordas", entiéndase bien, salchichas. Todo esto acompañiado de unos shops, cerveza que llegaba en barriles de madera desde Limache, donde unas tal vez ahora agotadas napas, daban especial calidad a la tradicional bebida germana, ofrecida en blanco y negro. Pegado al cerro estaba el "Neptuno", de Willy Müller, un norteamericano de ancestros germanos que ofrecia una carta de tentadoras exclusividades, como el pato o el pastrami y unos maravillosos perniles. En estos lugares evocados con nostalgia no se trataba sólo de comer bien, sino de departir en un ambiente grato, amable, casi familiar.
A veces, en medio de ese ambiente nocturno, aparecia una dama de uniforme oscuro y sombrero con letras doradas ofreciendo un modesto periódico: "El grito de guerra". Era una voluntaria del Ejército de Salvación, que reunia recursos, siempre escasos, para un albergue nocturno en el barrio Puerto, que acogía a personas en situación de calle. Los golosos e irreverentes parroquianos de esos lugares la respetaban y contribulan, aveces generosamente, a su obra.
Volviendo al 31 de agosto, tenemos que el encuentro formalizado, exclusivamente machista, se realizaba, inicialmente, en un restaurante de calle O'Higgins, el "Hamburg", incorporado al polo mencionado tal vez en los años 80 del siglo pasado. Su creador, un marinero alemán imaginativo, Wolfgang Scheuber, dio ambiente al lugar con una serie de interesantes objetos propios de la navegación y la actividad maritima. Tuvo buena acogida con su carta, clásicos perniles y un borsch, sustanciosa sopa con muchas variantes originada en Europa Central. Alli, como si fuera vispera del Año Nuevo, se esperaba el paso del 31 de agosto al 1 de septiembre. La cena, abundante, presidida por un buen pernil con papas y el clásico chucrut. Se desafiaba con el menu la presencia del fatal colesterol en el peril y el traidor azúcar en los tragos, especialmente el pisco sour.
Bueno, se estaban viviendo los últimos momentos de agosto resaltando de paso las bondades cardiacas del vino tinto, cabernet souvignon, consagradas en un recurrido estudio publicado en la prestigiosa revista médica británica "The Lancer". Claro está que se recomeraba únicamente una copa, no de una botella comple ta.
Losorganizadores, como se dijo inicialmente, periodistas de este Diario, no menciono nombres para no dejar marginados a algunos, se ocuparon de acompañar a los brindis y abrazos con un cancionero de temas tradicionales, boleros, tangos, tonadas. Algunos tenian buena voz y entonaban las canciones con buen ritmo, logrando generalizar un contagloso y apullante coro.
Himno oficial: "Se fue agosto! ", música de "Somos los buenos muchachos" y letra de un ingenioso escribidor sazonada con cierta oportuna picardía:. "Sacarse las camisetas! ¡Guardar los afranelados! que por andar abrigados la "cosa" se puede" pasmar" Yotra expresión machista: EL TROFEO Junto a la lectura de esa proclamación se entregaba al sobreviviente un trofeo, un pequeño ataúd de madera que atado a una cinta se le colgaba del cueIlo como forma de especial distinción, tal ocurre con los atletas triunfadores. El texto de justificación sefalaba los males con notas de humor que desataban carcajadas entre los alegres asistentes y no siempre eran bien acogidas por el titular del homenaje. En una oportunidad fue homenajeado un conocido abogado democratacristiano. Se le asignaba una delicada intervención a su sistema digestivo, lo cual fue una realidad.
La hilarante descripción de la intervención destacaba que los cirujanos hablan rescatado de sus entrañas un preservativo zurcidoy una flecha roja con la punta chueca, entre otras espedies. .. Elagraciado, al paso de la lectura, claramente iba perdiendo el sentido del humor. Sólo un ejemplo de jolgorios pasados, gozados a partir de la celebración del dificil tranco desde un estigmatizado mes a otro.
En fin, evocaciones a desaflantes celebraciones a la espera de un mes donde brilla el sol y llega el merecido jolgorio de celebración del Aniversario Patrio, previo al arribo de la primavera.. HUMOR NEGRO, LA RÉPLICA DE UN ATAÚD QUE SE IMPONÍA A QUIEN, TRAS PELIGROSOS MALES, LOGRABA PASAR EL TEMIDO AGOSTO.