COLUMNAS DE OPINIÓN: Pesca, mercado y competencia
José Montt Pesqueras de la Zona Sur.
Pesca, mercado y competencia hile es una potencia pesquera, sin embargo, es preocupante ver que no hay suficiente pescado en los mercados y caletas. ¿Cómo es posible esto? La regulación actual ha fallado en la distribución de los recursos. Nuestro sector puede clasificarse en dos grandes modelos. Por un lado, tenemos la pesca artesanal, de la que nos abastecemos las pyme, y, por otro lado, la pesca industrial. Ambos se encuentran en pugna constante por un recurso cada vez más escaso. El primer modelo presenta importantes ventajas sobre el segundo, ya que genera un circulo virtuoso de empleo, innovación y crecimiento. Como consecuencia hay trabajo y pescado en nuestras caletas. El segundo funciona a gran escala, integrado verticalmente; un único actor, quién captura, procesa y vende. No hay competencia.
Un Estado moderno, que cuide de sus recursos naturales y a su vez garantice la libre competencia, debería enfocarse en: a). Controlar la concentración de mercado que existe en el sector industrial y b). Fortalecer un fraccionamiento real de cuotas de pesca, eliminando el traspaso de cuotas desde la pesca artesanal hacia la industrial. Hoy se tramita en el Senado una nueva "ley de fraccionamiento”, que es un paso en la dirección correcta. Sin embargo, la letra chica que subyace en este proyecto podría poner en jaque su impacto positivo. Es necesario considerar que actualmente no existe un fraccionamiento real de los recursos, ya que las cuotas, por la ley actual, terminan en manos de la gran industria.
En el sur, por ejemplo, antiguos pescadores artesanales que ya no pescan, siguen recibiendo cuotas que luego venden a la pesca industrial, Así, el recurso que debía ser extraido por los artesanales, es capturado con arrastre por buques industriales. Apoyamos la aspiración del Gobierno a aumentar la cuota de jurel en la próxima reunión de la Organización Regional de Administración Pesquera para la Alta Mar del Pacifico Sur, cuota que quedaria sujeta a subasta. Pero si dicha subasta no es bien diseñada, las pyme quedaremos nuevamente fuera. El llamado entonces es a corregir las imperfecciones de la regulación pesquera para asi bajar las barreras de entrada, dinamizar el mercado y asignar más pescado a los pescadores que si pescan. Sólo asi se generarán más empleos y todos podrán contar con pescado en sus mesas.