Entre fútbol, política y polémicas, la Euro refleja las tensiones de la Europa actual
Entre fútbol, política y polémicas, la Euro refleja las tensiones de la Europa actual EL FUTBOLISTA turco Merih Demiral fue sancionado por realizar un gesto ultranacionalista.
FRANCE PRESSE M arcada por grandes goles, momentos dramáticos, y sobre todo por quien resulte campeón mañana entre España e Inglaterra, la Euro 2024 también deja una huella más allá del fútbol, en un continente que vio retratados algunos de los principales temas que dictan su agenda y que van desde los ultranacionalismos y tensiones entre países, hasta la discusión por el auge de los extremismos políticos y un protagonismo del componente migratorio.
Una de las grandes preocupaciones de las autoridades y de la UEFA (ente rector del fútbol europeo) era la posibilidad de que el torneo que se disputa en Alemania sirviera como escenario para grupos políticos extremos, particularmente en un contexto de auge de la extrema derecha en Europa.
La UEFA incluso prohibió que Austria usara en los estadios una canción que la extrema derecha alemana adoptó para cantar consignas xenófobas, mientras que Adidas no permitió la venta de camisetas de la selección local con el número 44, dada su similitud con el símbolo de las SS nazi debido a la tipografía.
Otros casos que causaron controversia fueron la alusión de hinchas de Turquía y del jugador de esa nacionalidad Merih Demiral al grupo nacionalista turco Lobos Grises, lienzos de fanáticos austríacos con el lema "Defender Europa", vinculado a la agrupación etnonacionalista Movimiento Identitario, o cánticos de los fanáticos húngaros con la consigna de la extrema derecha alemana "fuera los extranjeros". Las tensiones entre naciones balcánicas también se hicieron sentir dentro y fuera de los estadios, mediante cánticos y banderas provocativas contra varios países de la zona en los partidos de Croacia, Serbia, Rumania, Turquía y Albania, hasta con casos que alcanzaron a países que no participaron del torneo, como Macedonia y Kosovo.
Y aunque la actual edición de la Euro buscaba representar un punto de unión, incluso con el eslogan "Unidos por el fútbol, el corazón de Europa", el torneo transcurrió en un contexto de un auge de nacionalismos y extremos en varios países.
Esto se suma a naciones donde este tipo de posturas llevan varios años insertadas en buena parte de la sociedad, y donde los propios gobiernos impulsan una visión aún más nacionalista, como en la Turquía del Presidente Recep Tayyip Erdogan o en la Hungría del Primer Ministro Viktor Orban. "Sin duda, la actual inestabilidad política en todo el continente está alimentando un aumento del comportamiento extremista en las gradas. Hemos sido testigos de un aumento de los movimientos políticos populistas patrióticos en toda Europa, mientras volvemos a soportar conflictos armados en suelo europeo. Todo esto se refleja inevitablemente en el fútbol internacional", afirmó a "El Mercurio" Richard Mills, profesor de la Universidad de East Anglia y experto en historia del fútbol y su interacción con la política.
Alan Bairner, académico de la Universidad de Loughborough especialista en la relación entre deporte y nacionalismos, aseguró a este diario que lo visto en esta Euro responde tanto a factores como "la larga historia de problemas que existe en los Balcanes", como también al "ascenso de la extrema derecha en otras partes de Europa que indica un resurgimiento de actitudes que prevalecieron desde la década de 1930". "Hasta cierto punto, esto demuestra cómo el deporte puede reflejar las fuerzas que operan en otras áreas de cualquier sociedad", señaló Bairner. Los futbolistas rompen un tabú Por otro lado, en el transcurso del torneo también se vio el rompimiento del tabú que dice que los futbolistas no hablan de política.
Esto, luego de que estrellas de la selección francesa como Kylian Mbappé, Marcus Thuram y Jules Koundé, pidieran a los franceses que no votaran por el partido de extrema derecha Agrupación Nacional (RN) en las elecciones legislativas del 30 de junio y del 7 de julio pasados, en las que la formación de Marine Le Pen finalmente quedó tercera, después de la alianza de izquierdas y de las fuerzas centristas del Presidente Emmanuel Macron.
El hecho, además, abrió un fuerte debate en Francia sobre la postura expresada por varios de sus jugadores, y particularmente luego de que dirigentes de RN como la propia Le Pen acusaran a Mbappé de ser alguien "desconectado" con el país y de no representar realmente "a los franceses de origen inmigrante". "Este fue un aspecto fascinante de la Euro 2024. Las acciones de Kylian Mbappé y otros demuestran el potencial del torneo para servir como plataforma política para luchar contra el extremismo, en lugar de simplemente exacerbar las tensiones existentes. El hecho de que los jugadores se sientan obligados a hablar es una señal clara de la creciente preocupación sobre el rumbo que toma la política europea", afirmó Mills.
El peso de la migración en las selecciones Otro elemento muy presente en el debate europeo y en esta Eurocopa ha sido la migración, que se alzó como un elemento central ya que las estrellas de diversas selecciones son jugadores de origen migrante, y que va más allá de los equipos que llevan años con el factor migratorio muy presente, como Francia, Bélgica o Suiza.
Uno de los casos más destacados es el de España, finalista de esta edición y cuyo éxito en el torneo se debe en buena medida al talento de los jóvenes delanteros Nico Williams (22), de ascendencia ghanesa, y Lamine Yamal (17), de raíces marroquí y ecuatoguineana, en una situación que los propios medios locales resaltan como una demostración de la diversidad que en los últimos años ha ganado espacio en un país que históricamente ha contado con pocos jugadores de raza negra. En tanto, la anfitriona Alemania también destacó en este aspecto al ser capitaneada por Ilkay Gündogan, el primer jugador de origen migrante en lograr tal hito.
Mientras que en Inglaterra, luego de que su selección pasara a la final, el Museo de la Migración subrayó en una campaña que sin el componente migrat o r i o m á s d e l 7 0 % d e s u s jugadores no formarían parte del equipo.
Pero también ha habido controversias al respecto, con casos de jugadores de origen migrante que han sido blanco de gritos racistas en algunos partidos del torneo, cánticos contra selecciones como la de Francia por "ser africana", e incluso una polémica encuesta en la TV pública alemana sobre si la selección debiese tener "más jugadores blancos", y en la que un 21% respondió afirmativamente.
Para Alessio Norrito, experto en sociología y gestión deportiva de la Universidad Metropolitana de Manchester y quien ha estudiado la integración de migrantes por medio del fútbol, "la Euro, desde una perspectiva de desempeño, ha demostrado claramente cómo la migración contribuye al progreso en la lógica competitiva. Tanto España como Inglaterra, las dos finalistas, cuentan con una increíble presencia de jugadores de origen migratorio.
Lo mismo puede decirse de los otros semifinalistas, Francia y Holanda (... ). Y si bien hablamos de su origen inmigrante, lo que une a todos los jugadores en una misma camiseta es su nacionalidad". Aun así, el académico destaca que a pesar de los avances que se han logrado y se pueden seguir logrando en este aspecto, "el estadio es también un lugar donde el racismo puede manifestarse.
A veces hablamos del deporte como un vehículo para mejorar la sociedad, pero también tenemos que pensar críticamente en ello". El campeonato de selecciones del continente finaliza mañana: Entre fútbol, política y polémicas, la Euro refleja las tensiones de la Europa actual JOSÉ TOMÁS TENORIO LABRA Corresponsal en España Desde temas como el auge de los extremos y los ultranacionalismos, hasta el protagonismo de la migración han marcado al torneo. LA IMAGEN DE Lamine Yamal y Nico Williams se ha convertido en un ícono en España. EFE/EPA LAS TENSIONES entre países balcánicos han obligado a grandes despliegues de seguridad. EFE.