Los plaguicidas siguen siendo un desafío en Chile
Los plaguicidas siguen siendo un desafío en Chile El uso excesivo de plaguicidas en la agricultura chilena ha sido un tema preocupante durante décadas debido a sus impactos negativos en la salud y el medio ambiente.
Como uno de los principales productores agrícolas de la región, Chile enfrenta el dilema de aumentar su producción para satisfacer la demanda nacional e internacional, mientras busca proteger la salud pública, especialmente en zonas como la región del Maule, donde ya se evidencian sus consecuencias. Las leyes y la fiscalización sobre el uso de plaguicidas son insuficientes para mitigar los riesgos, especialmente en trabajadores/as agrícolas y comunidades cercanas. Muchos de los plaguicidas utilizados son altamente peligrosos y afectan la calidad del aire, agua y de los alimentos, exponiendo a la población a riesgos severos. Investigaciones de la Universidad Católica del Maule (UCM) han demostrado que la exposición crónica a estos químicos impacta significativamente a niños/as, mujeres embarazadas y trabajadores/as agrícolas. Estudios presentados en la Comisión de Agricultura del Senado detectaron, por ejemplo, trazas de plaguicidas cerca de colegios, revelando la gravedad del problema y la urgencia de acción. Uno de los factores más alarmantes es la falta de controles en productos de consumo local, en comparación con los de exportación, que son más estrictos.
Además, el monitoreo epidemiológico actual se limita solo a los plaguicidas organofosforados y car-bamatos, ambos i n s e c t i c i d a s, la ignorando a exposición una mezcla de compuestos (e.g. herbicidas, fungicidas), que podrían actuar de manera sinérgica. Esta situación requiere un enfoque más integral que amplíe la vigilancia tanto a trabajadores/as como a la población en general. La región del Maule, con su uso intensivo de plaguicidas, ha generado preocupación debido a la alta exposición de los trabajadores. Investigaciones recientes financiadas por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) han desarrollado un instrumento para detectar la exposición a organofosforados. Esta herramienta, basada en un cuestionario, ha demostrado ser efectiva para identificar a personas en riesgo de intoxicación, ofreciendo una solución económica en comparación con los análisis de sangre. La implementación de esta herramienta permitiría una detección temprana de la exposición, facilitando intervenciones oportunas para minimizar riesgos a largo plazo. Esto resalta la importancia de la investigación académica y la necesidad urgente de actualizar la legislación en el uso de plaguicidas. A pesar de los esfuerzos, como la prohibición deciertos productos peligrosos, el mercado nacional sigue siendo un desafío. Es fundamental aumentar la fiscalización en cultivos de frutas y hortalizas y robustecer el monitoreo de enfermedades relacionadas con plaguicidas, como lo ha sugerido la Dra. María Teresa Muñoz, de la U. de Chile.
Desde la UCM se promueve un debate abierto sobre estas problemáticas, fomentando el diálogo entre la academia y representantes del sector público, como el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG). Estos esfuerzos buscan avanzar hacia una agricultura ecológica y sustentable que proteja el medio ambiente y garantice la salud de quienes dependen y se alimentan de ella. “Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.. Dra. Liliana Zúñiga Venegas, investigadora del Centro de Investigación de Estudios Avanzados del Maule (CIEAM) de la Universidad Católica del Maule.