Pisqueras en alerta por complejo escenario generado por la crisis hidrica
Pisqueras en alerta por complejo escenario generado por la crisis hidrica ADVIERTEN QUE EL FUTURO DE LA INDUSTRIA DEPENDE DE SU ADAPTABILIDAD A LAS CONDICIONES La industria pisquera local ha tenido que emplear técnicas "darwinianas" para mantener sus cifras de producción en estándares aceptables.
EL DÍA Empresas y cooperativas pisqueras de la región señalan dificultades y merma en la producción de uva y del licor, debido al crudo escenario de la sequía, aunque señalan que aplicando diversos programas pueden sortear los momentos más difíciles manteniendo cifras aceptables. Si bien las lluvias y nevadas de este último invierno ofrecieron un optimista respiro de la prolongada sequía, también es cierto que no serían suficientes para decretar el fin de la crisis hídrica. Por obvias razones, uno de los sectores más afectados por la escasez de agua, es el rubro agrícola, y su cadena posterior de producción. En la Región de Coquimbo, el emblema de producción industrial y artesanal, y que le da identidad al licor nacional, no escapa a esa realidad.
Es así como la industria pisquera local ha tenido que emplear técnicas "darwinianas" para mantener sus cifras de producción en estándares aceptables, pese a reconocer mermas significativas en la cosecha de la uva y en el destilado final.
Desde Rapel, en la comuna de Monte Patria, el propietario de Pisquera Almu, Pedro Álvarez, reveló el "grave momento" que están viviendo al interior de ese rubro, apuntando además algunos factores geográficos que complican la producción. "La crisis hídrica a nosotros nos ha afectado en dos variables: una es la producción de uva que es considerable, ya que la persona que antes nos podía vender 100 mil kilos, ahora nos llega a vender 20 mil, 10 mil o incluso hasta siete mil kilos.
El segundo factor es porque nosotros estamos sobre la cota de los embalses, eso quiere decir que nosotros no podemos producir una constante cantidad de uva, y que no tenemos seguridad para refrigerar el destilado, porque para nosotros en el proceso es clave el agua. Si los canales no traen agua, nosotros no vamos a poder producir. Entonces es bastante más seria la escasez hídrica, ha sido un desastre para nosotros porque baja la producción y baja el volumen de la uva que se cosecha", explicó.
Recordó que la pisquera que dirige tiene una tradición de casi 200 años, ya que fue fundada en 1830 pasando por cuatro generaciones de "Álvarez", registrando altos y bajos en distintas épocas. "Normalmente nosotros antes podemos sacar 14 mil botellas en una temporada. Ahora con dificultad estamos llegando a un 30% o un 20% de la cantidad de botellas que sacábamos, estamos produciendo poco menos de cinco mil botellas. Este es nuestro tercer año con esas características, aunque este año llovió y esperemos que sea mejor, pero igual hay parras que ya no van a volver a producir", lamentó.
Relató que si bien son una empresa familiar, cuentan con una cadena de producción que han ido adaptando a los nuevos desafíos. "Nosotros redujimos nuestra cadena de producción a la mínima expresión, operamos con una mínima cantidad de personas. Por ejemplo la destilación la hacemos con tres personas. Estamos ROBERTO RIVAS S. Ovalle. Pisqueras en alerta por complejo escenario generado por la crisis hidrica subsistiendo porque tenemos ganas de que esto subsista, pero la mayoría de los productores y pisqueros estamos muy mal económicamente. Entendemos que es una actividad muy estratégica, porque viene a valorizar la materia prima que es la uva, que es vital en nuesra zona.
Eso quiere decir que si nosotros paralizamos las labores, también paralizamos a los pequeños agricultores, a las familias que viven de la producción y a las familias que trabajan con nosotros". Destacó que la situación tiene que ver con las capacidades de los productores y en muchos casos, del apoyo que puedan recibir de las autoridades. "Yo siempre trato de decirle a las autoridades que se deben poner a disposición de quien produce en el campo, porque en el fondo, esto es lo que nos permite que todos mejoremos nuestra calidad de vida.
Así que yo creo que ha faltado grandeza y humildad para entender que hay soluciones, pero que hay que ponerse a disposición de las personas que saben y que trabajan en el rubro", sentenció el productor.
OPCIONES Por su parte, el cofundador de Pisco Endémico, Matías Rojas Olivares, destacó algunas de las opciones que han tenido que aplicar para mantener la producción local. "En la región de Coquimbo estamos enfrentado una sequía prolongada, que no da tregua, lo que ha afectado gravemente la producción agrícola.
Según estimaciones, la producción de uva pisquera en la región de Coquimbo ha disminuido significativamente en los últimos 10 años, con una caída que ronda entre el 40% y 50%". Indicó que si en un año normal se producen alrededor de 30 millones de litros de pisco, una reducción del 30% implicaría una caída de aproximada de unos nueve millones de litros, que en términos económicos, y considerando el valor del pisco en el mercado, representaría una pérdida millonaria de ingresos. Consultado sobre el riesgo de trabajar en ese escenario, Rojas señaló que "con márgenes tan ajustados, es difícil seguir trabajando de manera rentable. Algunas pisqueras han optado por reducir su producción. Otras han tenido que invertir en infraestructura de riego tecnificado o incluso dejar tierras sin cultivar.
En lo particular, nosotros estamos trabajando en prototipos para la recuperacion de agua a través del tratamiento de la vinaza (residuo industrial líquido proveniente de la producción de pisco) con el soporte del Centro del Agua para Zonas Áridas y Semiáridas de América Latina y el Caribe (CAZALAC) y Gobierno Regional a través de un Proyecto FIC.
El futuro de la producción en la región dependerá en gran medida de la implementación de soluciones sostenibles a largo plazo para enfrentar la crisis hídrica". ADAPTADOS En tanto, el presidente de la Cooperativa Agrícola Control Pisquero, Mauricio Estay Urqueta, destacó que los esfuerzos desde esa institución siempre estuvieron enfocados en sortear la sequía con distintas estrategias. "En base al trabajo en conjunto que hemos hecho con el sector público y el sector privado, nuestra baja ha sido solamente de un 30%, porque nosotros nos estamos preocupando y ocupando directamente de todo lo que se refiere a la sequía.
Tenemos programas muy importantes con representantes del sector privado, como la CCU, con quienes tenemos programas con un fondo hídrico y a través de nuestra cooperativa, ya que somos consultora de riesgo y tramitamos nosotros mismos los proyectos de nuestros cooperados, es por eso que no se genera un costo adicional. Ha sido una baja controlada por la gestión, porque nuestros cooperados están actualmente produciendo más por hectárea, así que hemos cuidado la uva de los productores en ese aspecto", explicó Estay. Recordó que desde la instancia se comenzaron a ocupar muy temprano de esta situación, para que precisamente la sequía no les afectará tanto. "Nosotros nos adelantamos al escenario. Ese 30% de disminución es la baja promedio de toda la región: de 184 millones de kilos de uva, ahora se producen unos 130.
Nosotros estamos dentro de ese promedio, lo que para nuestra cooperativa es un buen número porque la sequía ha sido mucho más fuerte que eso". Recordó que hace 10 o 15 años atrás los agricultores acostumbraban a producir uva pisquera con mucha agua, pero entendiendo que la sequía se podía extender, desde la Cooperativa hicieron un trabajo para producir la misma cantidad de uva pesquera con un recurso hídrico menor. "Así que le hemos enseñado a nuestros productores a trabajar su campo en base a un recurso hídrico escaso, cuidando el agua, reutilizando el agua, manejando la humedad y regando en periodos específicos cuando se puede regar. Eso lo logramos con proyectos, con capacitaciones.
Tenemos un equipo de producción con técnicos agrícolas, agrónomos, que está constantemente junto a los productores en terrenos, revisando semanalmente los campos, supervisando el proceso y por ello es que hemos tenido un éxito que nos permite estar dentro de un promedio de 30% de la baja en los últimos 10 años, lo que es bastante bueno". Otro factor con el que han podido equilibrar la balanza, es aumentando la cantidad de asociados. "Antes éramos alrededor de 360 productores, y ahora somos 500 productores de la Tercera y Cuarta región, y es que nosotros hemos incentivado a la producción.
Tenemos muchos productores nuevos, productores que tenían arándanos o nogales y que ahora cosechan uva pisquera, así que hemos crecido en cooperados, y eso también nos ha servido para que no se vea mermada nuestra producción de pisco, porque como Cooperativa estamos del lado de los productores de uva, pero también estamos con la compañía pisquera, y es allí donde queremos asegurar que la producción de pisco llegue a todos los chilenos, que se exporte y que no pierda su calidad". En ese último aspecto, Estay aseguró que el producto final no se ha visto comprometido. "En nuestro caso la calidad no se ha visto perjudicada, ya que contamos con una uva de muy buen calibre, estamos entre los 12 y 14 grados, que es la uva con mejor calidad que puede salir para hacer un buen pisco. Hemos disminuido la cantidad pero hemos aumentado la calidad. En los últimos 10 años posiblemente bajamos un 30% de producción, pero los últimos 5 años no se ha visto mermada, nos hemos mantenido estable en los 40 millones de kilos de uva pisquera. Lo que sí hemos aumentado es la cantidad de productores, y eso te da una mayor confianza para reclamar la denominación de origen del pisco", puntualizó..