Autor: DAVID GARCÍA ALVEAL COORDINADOR DE CARRERAS SEMIPRESENCIALES CFT
Columnas de Opinión: Tecnología y en Magallanes educación técnica
Columnas de Opinión: Tecnología y en Magallanes educación técnica En un taller, en un laboratorio o frente a una pantalla, la educación técnica tiene un rostro concreto: el de miles de jóvenes y adultos que buscan aprender un oficio, perfeccionarse o mejorar sus oportunidades. En regiones como Magallanes, donde las distancias geográficas y las condiciones climáticas a veces imponen desafios adicionales, hablar de tecnologia en la educación no es una moda, es una necesidad.
La tecnología no reemplaza al profesor ni a la experiencia práctica que tanto valor tiene en la formación técnica, pero si puede abrir caminos, facilitar accesos y hacer que el aprendizaje llegue a más personas, en más lugares, y de formas más flexibles. No se trata solo de instalar computadores o tener una plataforma en linea. Se trata de cómo usamos esas herramientas para acompañar mejor a los estudiantes, para motivarlos, para enseñarles no solo contenidos, sino también autonomía, pensamiento critico y habilidades para la vida.
Desde clases hibridas que combinan lo presencial y lo virtual, hasta recursos interactivos, videos, simuladores o simplemente la posibilidad de repasar una clase grabada desde el celular: la tecnología puede hacer la diferencia, sobre todo cuando se piensa con sentido pedagógico. Lo importante es que esté al servicio del aprendizaje, y no al revés. En la educación técnica, esa integración tecnológica debe ir de la mano con la realidad laboral. Hoy, incluso en los oficios más tradicionales, se requieren habilidades digitales básicas: manejar una hoja de cálculo, enviar informes, leer instrucciones desde una app o seguir un proceso automatizado. Preparar a los estudiantes para esos escenarios es también una forma de cuidarlos y de fortalecer su futuro laboral. En regiones como la nuestra, además, la tecnología permite conectar saberes locales con oportunidades globales. Una clase puede desarrollarse en Punta Arenas y llegar a Porvenir, Puerto Natales o más allá. Un curso puede ser grabado y reutilizado. Un tutor puede acompañar a distancia. Y un estudiante que antes no podía asistir presencialmente, hoy puede estudiar gracias a un celular y una conexión. Por supuesto, esto requiere algo más que buena voluntad. Se necesita formación docente, planificación, apoyo técnico y también inversión. Pero sobre todo, se necesita creer que la tecnología no deshumaniza la educación, sino que puede hacerla más cercana, más justa y más accesible si se usa con criterio y propósito. La educación técnica está cambiando. Y con ella, cambia también la forma en que enseñamos y aprendemos en Magallanes. Lo que no cambia es el objetivo: formar personas capaces, comprometidas y listas para contribuir a su comunidad. En eso, la tecnologia puede ser una gran aliada. Pero el corazón de la educación sigue estando en las personas. Desde el CFT de Magallanes, como institución pública regional, tenemos el compromiso de liderar este proceso con responsabilidad y vision de futuro. Apostamos por una educación técnica conectada con su territorio, abierta a la innovación y centrada siempre en las personas..