Autor: SAMUEL FERREIRO
Sensible despedida de Sven-Goran Eriksson: "Tuve una buena vida"
Amazon Prime lanzará un documental sobre su vida y su recta final este viernes. Autores que dicen que la muerte es la etapa final del crecimiento. Es una etapa donde uno puede cerrar temas, concluir cosas pendientes, decirle te quiero a la gente importante”, explica Daniela Reinhart, jefa de la unidad de cuidados paliativos de la Fundación Arturo López Pérez. Ven-Goran Eriksson (75), ex técnico campeón de la Lazio de Marcelo Salas en la Serie A en 1999, comunicó una triste noticia en enero de este año: tiene cáncer terminal de páncreas. “En el mejor de los casos me queda un año, en el peor, algo menos”, contó en una radio de Suecia, su país natal. Su historia de vida, que incluyó proezas como dirigir a la selección inglesa de David Beckham y compañía, será retratada en un documental de Amazon Prime que se estrenará este viernes. Ya hay algunos extractos dando vuelta en redes sociales y el más conmovedor fue su especie de despedida pública. Sentado en su casa en Sunne, Suecia, donde reside junto a su pareja Yaniseth Bravo, el ex entrenador entregó el siguiente mensaje en medio de su trance. “Tuve una buena vida, sí. Creo que todo tememos el día de nuestra muerte, pero la vida también se trata de la muerte. Espero que la gente diga, sí, era un buen hombre. Pero no todos dirán eso. Espero que me recuerden como un tipo positivo que intentó hacer todo lo posible”, dijo. “No tengo dolor, pero sé que el cáncer está ahí. No se arrepientan, sonrían. Gracias por todo, entrenadores, jugadores, fue fantástico cuidarlos. Cuídense y cuiden su vida. Y vívanla”, añadió Eriksson. El doctor Luis Villanueva, oncólogo del Hospital Clínico de la U. De Chile, explica por qué es tan complejo el tipo de cáncer que padece el estratega sueco. “Cuando hablamos específicamente de la etapa 4 o enfermedad metastásica, la complejidad va porque el cáncer de páncreas, al inicio, no da síntomas. Es difícil pesquisarlo y tampoco hay un método de detección precoz. El pronóstico también es Eriksson se toma su último baile con una paz admirable. Ex jefe de Marcelo Salas en la Lazio tiene cáncer terminal de páncreas Eriksson juunto a Beckham, cuando dirigió a la selección inglesa. complejo porque no tenemos ninguna terapia nueva más que las quimioterapias tradicionales. Estamos hablando de una mediana de sobrevida de once meses aproximadamente con la quimioterapia”, sostiene.
“Uno tiene que partir sobre la base de informarle al paciente acerca de las características de la enfermedad y el tratamiento que se le va a entregar, en este caso paliativo para prolongar su sobrevida o mejorar la calidad de vida. Hay que ser claros y decirles si la opción de tratamiento será con fines curativos o paliativos”, añade el oncólogo Villanueva. Alejandra Palma, especialista en cuidados paliativos del Hospital Clínico de la U. De Chile, cuenta cómo llevan a pacientes en estas condiciones: “La disciplina de cuidados paliativos se dedica a aliviar y evitar sufrimientos. Es un trabajo interdisciplinario, donde médicos, enfermeras, sicólogos y asistentes sociales ponen sus destrezas al servicio del paciente. Hay que respetar que sean informados de la manera más empática posible y acoger sus inquietudes, porque muchas veces estos diagnósticos generan cierta ambivalencia.
Y también hay un impacto tremendo que afecta a sus familias”. daniel Reinhardt, psicooncóloga y jefa de la unidad de cuidados paliativos de la Fundación Arturo López Pérez (FALP), aporta más detalles sobre el viaje final de los pacientes. “Nos vamos a enfrentar con una situación de pérdida más compleja, que es la pérdida de la vida. Hay que acompañar persona que está con miedo, vulnerable. Además de trabajar el tema del dolor y sufrimiento, tanto físicos como psicológicos, también hay que abordar la comunicación eficaz. Hay autores que dicen que la muerte es la etapa final del crecimiento. Es una etapa donde uno puede cerrar temas, concluir cosas pendientes, decirle te quiero a la gente importante”, señala. La especialista agrega que la tercera pata de su trabajo es el apoyo a la familia del paciente. “Es fundamental involucrarlos porque el duelo no lo vive sólo la persona que va a fallecer, sino que toda la familia que pierde al ser querido”, cierra Reinhardt.