Autor: Diego Bravo
Diálisis del Hospital llevará el nombre del querido médico Humberto Hurtado Yutronic
Diálisis del Hospital llevará el nombre del querido médico Humberto Hurtado Yutronic Funcionarios del recinto lo despidieron el domingo en el lugar, hasta donde llegó el féretroQuizás de eso se trata el legado: que esas cosas que se hicieron en vida perduren en el tiempo y trasciendan de una generación a otra, que unos pocos puedan recordar quién o cómo se impulsó, pero que lo hecho vaya más allá del tiempo.
Podría leerse como algo exagerado si quien narra lo escribe; bastante mejor lo explicó el director subrogante del Hospital Clínico de Magallanes, Vladimir Moraga, quien en este enmarañado que tiene el duelo en el tiempo, habla aún en presente: “El doctor Humberto Hurtado Yutronic es un tremendo profesional, un distinguido médico, internista, nefrólogo, que trabajo más de 40 años en el Hospital, además magallánico, se constituyó además como uno de los pilares de la nefrologíaen Magallanes e, incluso, en algunos aspectos de la nefrología nacional. Fue quien partió con la diálisis en la región. Siempre fue muy dedicado, trabajador, responsable, muy comprometido con la región, con sus pacientes, con la institución.
Estuvo trabajando hace pocos días en el hospital, con gran entrega”. De pronto, la voz del director (s) empieza a hacerse un hilo, justo en el momento en que comparte que “ha sido un golpe bastante duro para nosotros y vamos a notar mucho su ausencia”. Los epítetos los dice en una sala del hospital, detrás de la Urgencia, mientras él y los trabajadores y trabajadoras de la salud que tanto acompañaron a Hurtado esperan a que llegue el féretro de la misa de despedida. ReconocimientoAfuera, un arco de globos blanco gigante corona una ta-rima improvisada en la que uno a uno dirán algo quienes trabajaron con él y lo quisieron. Como Nelly Maldonado Ojeda, enfermera de la unidad de Diálisis, que cumple labores allí desde el 81: “En excelente médico, una excelente persona, un excelente amigo. Era un hombre no para este mundo. Preocupado de sus pacientes, muy dedicado. Nunca iba a decir una palabra mala, siempre ahí, al lado de uno. Preocupado de todo el mundo. Me tocó la dicha, la suerte de trabajar con él. Fue jefe de Nefrología y lo hizo excelente.
Fue de los primeros gestores del procuramiento de órganos”. L a s u p e r v i s o r a d e la Unidad de Diálisis y N e f r o l o g í a, J o c e l y n Aqueveque, fue recibida por Hurtado hace 11 años.
Cuando lo veía llegar, puntual, a las 07:30 horas, lo escuchaba pasar “saludando a toda la gente, sin distin-ción”. A tal punto llegaba su dedicación que incluso “los sábados venía a pasar visita a sus pacientes dentro de la sala y a los hospitalizados. Era una tremenda función. Él nunca estuvo fuera del sistema; siempre fue parte de toda la diálisis. Y a nivel regional también”. También lo recordaron en sus últimos días, con una ganas de vivir difíciles de ocultar.
El director Moraga recordó una de las últimas escenas que vivió con él y que será también parte de los cambios en el recinto: “Tenemos un requerimiento que nace del personal del área de nefrología para colocar el nombre del doctor Hurtado en la unidad de diálisis. Fue un requerimiento que se hizo hace algunas semanas atrás. Tuve la oportunidad de conversarlo con el mismo doctor Hurtado, que se sorprendió de esto. En su humildad, Medio centenar de funcionarios del Hospital Clínico despidió a Humberto Hurtado Yutronich. dijo: No me parezco merecer de eso. Fue una persona muy humilde y, sin duda, él se merece eso y más. Como equipo directivo, estamos disponibles a ese requerimiento de los funcionarios de la unidad”. “Era una persona de gran calidez humana, de gran profesionalismo, de gran interés por poder ayudar, de gran compromiso. No es frecuente encontrar este tipo de personas”, cerró en la despedida.. El nefrólogo falleció el jueves pasado, a los 67 años, tras un largo tratamiento de leucemia. Sus pares, subalternos y colaboradores lo recuerdan como un profesional de excelencia. Funcionarios del recinto lo despidieron el domingo en el lugar, hasta donde llegó el féretro