Alta valoración de la educación universitaria en Chile
Alta valoración de la educación universitaria en Chile Columna Mauricio Salgado Mauricio Salgado Alta valoración de la educación universitaria en Chile ¡ or varias décadas ya, en IChilelamayoría delosjóvenes en edad escolar y sus familias han sostenidola expectativa de alcanzar la educaciónsuperior, especialmente la universitaria. Setrata de una aspiración por credenciales que les aseguren un mejor futuro. Enllos últimos treinta años esta alta valoración de la educación haexperimentado un nuevo ímpetu, como atestigua el papel central que han tenidoen la políticanacional los movimientos estudiantiles desde mediados dela década de 2000. La esfera íntima también está cruzada por esta aspiración y hacontribuido fuertemente ala valoración dela educación universitaria entre los jóvenes.
La experiencia de ser padre o madre en el país está marcada por el sacrificio personal las extensasjomadas detrabajo) paraasegurar el logroeducativo delos hijos, siendoeste uno delos pilares de las narrativas de movilidad social de las familias. Crecientemente, lasfamiliasdelosgrupos socioeconómicos medios y bajossiguen confiándole al título universitario la posibilidad de que sus hijos terminen con la vulnerabilidad o la inseguridad que vivieron enel pasado. Los niños y niñas han internalizado esta expectativa.
Entre los escolares de segundo medio querespondieron la encuesta de la prueba Simce 2023, un 63% indicó que completaría una carrerao un posgrado en una universidad, mientras que un 16% declaró que lo haría en un insti1uto profesional (P) o centro de formación técnica (CFT). Una década antes, en 2012, estos indicadores eran prácticamente idénticos: un 61% delos escolares de segundo medio declaró que completaría una carreraen unauniversidad, y un 22%seña1ó quelo haría en un IPOCFT. A pesar de la caída en losretornos quetiene hoy la educación universitaria respecto delos quetenía hace cuatro décadas, la mayoría de los escolares de enseñanzamediasiguenaspirandoa ñanzamediasiguenaspirandoa ñanzamediasiguenaspirandoa ñanzamediasiguenaspirandoa Centro de Estudios Públicos alcanzarla. En Chile, incluso, las expectativas para cursar estudios superiores están desacopladas del rendimiento escolar.
En el reporte dela pruebainternacional PISA 2018, se destaca que entre los escolares nacionales de 15 años que noalcanzaronel nivel de desempeño mínimo en la prueba, un 78% aspira a culminarlaeducaciónterciaria, mientras que el promedio de países dela OCDE paraniños enestenivel de desempeño esde un 48%. Un desacople similar se aprecia en las expectativas sobreelfuturolaboral que proyectan los escolares chilenos.
La pruebaPISA del año2015reportó que el porcentaje de niños y niñas de 15 años que esperan trabajara los 30 en ocupaciones científicas y tecnológicas se encumbra al 38% en Chile, mientras que el promedio de la 0CDE. es de 25%. Cuando se observan estas expectativas para los escolares chilenos quenoalcanzaron el nivel de desempeño mínimo en la prueba PISA de ciencias, el porcentaje de estudiantes que espera trabajar en ocupaciones científicas y tecnológicas llega al 29%, mientras quel promedio OCDE paraescolares en este nivel de desempeño es desolo un 13%. Poseer un título universitario hoy no significa lo mismo quesignificaba hace cuatro dé cadas, cuando una minoría privilegiada accedía a ella: no acarrea el mismo prestigio ni es sinónimo de bienestar material asegurado. Pero si continúa siendo muy valorada por losjóvenes y sus familias.
Ello exige empujar reformas en la educaciónsuperior que, por ejemplo, restrinjan elaccesoa programas de estudio con baja empleabilidad, fortalezca el sistema de acreditación de instituciones y, sobretodo, canalice las expectativas de los jóvenes en edad escolar, entregándoles información oportuna sobre las distintas alternativas que tienen y los rendimientos esperados de cada una de ellas. da una de ellas..