Ya se vienen las elecciones... y se dejarán caer
Ya se vienen las elecciones... y se dejarán caer Nelson Leiva Lerzundi eL 1 Cientista Político Desgraciadamente, Desgraciadamente, en esta época electoral, de nuevo se centrará la atención en las promesas electorales electorales y se les dará vigor a las diferencias ideológicas entre unos y otros sectores, como tantas veces hemos visto. Sin embargo, muchas de esas promesas serán incumplidas, y las diferencias diferencias serán más extremas para diferenciarse.
Como dijo muy sabiamente Don Patricio Aylwín “se gobernará en la medida de lo posible”. A la sazón, como no prometer rigurosidad de los partidos políticos, la fiscalización y la búsqueda de la credibilidad del Estado, si tener más o menos de este, discutir por propiedad privada o pública. Pero sobre todo, por qué no prometer el justo medio.
De la misma manera, en época de campañas electorales hemos visto el fragor politico de muy distintas maneras, prometiendo reformas de todo tipo, como la Reforma Educacional, el pago de la deuda histórica, Reformas tributarias, incremento salarial, sueldo mínimo, entre otras tantas comprometidas con el electorado electorado o votantes, firmando todos los acuerdos habidos o por haber para ganar una elección. En virtud de que ganar una elección, al parecer para algunos, vale todos los senderos necesarios para poder obtenerlo, si bien, acto seguido que lo vayan a cumplir está bastante lejos.
Por eso planteamos la idea del justo medio, es decir, elegir el término que intersecta ideas en común y no los excesos, ni menos ser el candidato por defecto para los electores, ya que más gana un político serio y responsable al prometer lo que puede cumplir, administrando la recta razón, con prudencia, sin engañar a la población que cree y deposita su confianza con su voto. En particular, cuando el votante desea ser engañado ya no es culpa de los políticos la responsabilidad.
Allí, ya es parte de la incumbencia de la misma comunidad que prefirieron la demagogia, anteponer que le mientan a la verdad y a la realidad, que muy bien aplica el verso de Arjona “prefieren la mentira que los haga feliz a una verdad que les amargue la vida”. No aplicar el pensamiento lógico de escuchar la verdad y seguimos siendo amigos. No obstante, esa va hacer la lógica de las campañas, porque el justo medio como bien lo plantea Aristóteles, no es lo que hoy en día dirige la política. El sentido común, la buena praxis, ya poco importan, más bien como electores todos estamos esperando que nos convenzan con atisbos demagógicos. La gente gente se acostumbró. De igual modo, tras la poesía viene la prosa.
Y en la estación de la lírica se promete el oro y el moro, abiertamente se cae en extremos y se tensiona el ambiente al máximo, olvidándose del justo medio, darle a cada cual lo que le corresponde.
Buscar una igualdad en aquellos aspectos que se pueden lograr acuerdos, eso debería ser lo que rija en la política, pero obviamente el justo medio pierde su sentido por la fantasía, el fanatismo, el ardor de los discursos, el fragor de la campaña, la búsqueda del voto, la obsesión por ganar, que se transforma en las formas de hacer política hoy en día y que, obviamente, después si no se concreta trae el disgusto de todos los ciudadanos y de los electores en forma generalizada. Ahora podemos decir, que el gobierno actual ganó la campaña prometiendo aire: dignidad, igualdad, justicia. Pregunta ¿ usted ha visto, la dignidad, la igualdad y la justicia caminando por la calle?, ¿ha visto la igualdad, justicia, dignidad, la libertad expresada en forma concreta?, muy rara vez. Esos son conceptos vagos que sólo se pueden ofrecer en una campaña, porque de acuerdo al justo medio y de acuerdo a la realidad, las utopías sirven para la lírica de la campaña. Si bien, tienen que ser aterrizadas aterrizadas a una prosa concreta para que el pueblo entienda y no se sienta timado, ni utilizado.
Tampoco se intenta tratar de simplones a la gente de no entender, sino que hay muchos candidatos pseudo intelectuales intelectuales de todos los sectores, sobre todo de izquierda, que subestiman el interés del ciudadano, ensoberbecen su sentido común y se aprovechan de su desconocimiento de la política y de la educación cívica.
En pocas palabras, emplazamos a entender la idea de justo medio, buscar la templanza, el equilibrio, como bien lo planteaba Aristóteles como herramienta requisitos para el conocimiento de la política y de la educación cívica, sobre todo en esta época donde la demagogia parece posarse en cada uno para iniciar a vender la lírica que tarde o temprano se transformará en una mala prosa, que se trasmutará en la realidad que muchas veces trae disgustos y desazón. Por lo tanto, la importancia es quedamos con el concepto justo medio y aplicado para una reflexión clara para nuestra decisión política las que se vivirán en este año.. - -