Autor: e acuerdo al Consejo Minero
La minería y su camino hacia un uso más sostenible del agua
La minería y su camino hacia un uso más sostenible del agua CONSUME UN 4% DEL ELEMENTOD(DGA), ( l CM), a partir de información de a Dirección General de Aguas el sector consume un 4% del re curso hídrico, porcentaje que es míni mo en comparación a otras industrias.
Elemento que se usa no solo en sus procesos productivos como, por ejemplo, en la tritu ración y molienda del mineral o en su flotación, clasi ficación ade más de es pesamiento, sino que t a m b i é n en el riego de cami nos para disminuir el polvo en suspensión.
Más allá de esto, la minería se ha hecho cargo de la situación y es así como ha comenzado a utilizar agua recirculada jun to con la que obtiene de instalaciones propias construidas para abastecerse como son las desaladoras. Recintos es tos últimos, que transforman el recurso extraído del mar en dulce. “Es reconocida la importancia del ele mento en las operaciones.
En la Región de Coquimbo, el sector desempeña un papel importante en la economía, siendo la sequía un escenario cada vez más complejo, donde este rubro debe hacer frente a los desafíos significa tivos en cuanto al uso sostenible del agua.
Por ello, se han implementado diversas iniciativas para garantizar que el recurso usado en los procesos pro venga de fuentes alternativas además de que sea reutilizado en la medida de lo posible como, por ejemplo, la desali nización de agua de mar, reutilización de aguas tratadas o tecnologías de efi ciencia hídrica”, afirmó la directora de Ingeniería en Minas de la sede de Viña del Mar de la Universidad De Las Amé ricas (UDLA), Susana Mayer. Así, es como agregó que la minería sostenible es un camino que la zona ha emprendido con determinación. A tra vés de la implementación de diferentes iniciativas y el compromiso de todos los actores involucrados, es posible lograr un sector que genere valor económico además de social, sin comprometer el medio ambiente. “El futuro del sector en la Región de Coquimbo está ligado a la capacidad de las empresas para adaptarse al cambio climático junto con garantizar un uso sostenible del agua. Se espera que con tinúe la tendencia hacia la adopción de tecnologías más eficientes o la imple mentación de prácticas de gestión inte grada de los recursos hídricos”, señaló la representante de la UDLA. Al mismo tiempo, complementó que la colaboración entre todos los actores involucrados, incluyendo el gobierno, las empresas mineras, las comunida des locales y la academia, será clavepara asegurar un futuro sostenible para.
Para ello, entre las medidas que se han implementado y que debieran ir en aumento, se encuentra el monitoreo continuo, que se caracteriza por el seguimiento constante del consumo de agua además de la calidad del recurso descargado.
También la capacitación del personal en las mineras de forma regular para fomentar una cultura de cuidado del e l e m e n t o, junto con la participación en iniciativas comunitarias en donde las comunilocadades les colaboren proyectos en de conservación o gestión del recurso. “La minería en la Región de Coquimbo está evolucionando hacia un modelo más sostenible, donde la eficiencia hídrica es una prioridad.
A través de la implementación de tecnologías innovadoras y la colaboración entre diferentes actores, se busca garantizar la disponibilidad de agua para las generaciones futuras junto con minimizar los impactos ambientales de la actividad productiva”, manifestó Mayer. En tanto, gerente de proyectos de NEGAWATT, Francisco Leiva, dijo que “la desalinización no solo es una solución para la crisis hídrica, sino que también un desafío energético. Cada metro cúbico de agua desalada puede requerir hasta 3 kWh de energíay cuando se suma el bombeo hacia los centros mineros, este consumo puede triplicarse.
Esto nos obliga a buscar formas de operar con la mayor eficiencia posible”. Cabe destacar que el 65% del agua de mar utilizada por la minería pasa por procesos de desalinización, mientras que el resto se emplea directamente en los procesos productivos. Es así como el consumo de agua de mar en la minería alcanzó 6,15 m3/s en 2022 y se proyecta que esta cifra se triplique para 2033. Este crecimiento inevitablemente impactará el consumo eléctrico, situando la desalinización como el segundo mayor consumidor de energía en las operaciones mineras. “La minería está en una etapa crítica donde debe equilibrar su responsabilidad ambiental con la eficiencia operativa. Tecnologías como la recuperación de energía en los sistemas de ósmosis inversa y la digitalización de procesos juegan un rol fundamental. Por ejemplo, el uso de plataformas como Negamonitor permiten gestionar el consumo energético en tiempo real, generando alarmas de sobreconsumo y visualizando patrones de uso a través de mapas de calor.
Estas herramientas son esenciales para optimizar recursos y reducir costos”, terminó Leiva.. En esta línea, el sector ha implementado diferentes iniciativas para garantizar que el recurso usado en sus procesos provenga de fuentes alternativas además de que sea reutilizado en la medida de lo posible como, por ejemplo, la desalinización de agua de mar, reutilización de aguas tratadas o tecnologías de eficiencia hídrica. CONSUME UN 4% DEL ELEMENTO