Gamarra, el popular barrio comercial de Lima que se perfila como referente de seguridad para Meiggs
Gamarra, el popular barrio comercial de Lima que se perfila como referente de seguridad para Meiggs EN ÉPOCAS DE ALTA DEMANDA como la temporada navideña, más de 500.000 personas pueden llegar a visitar diariamente el emporio textil de Gamarra.
CÁMARA DE COMERCIO DE GAMARRA C on más de 30.000 negocios establecidos, desde pequeñas tiendas de costura hasta grandes mayoristas de textiles, el popular barrio comercial de Gamarra abarca unas 36 cuadras en el distrito limeño de La Victoria y ha sido llamado el mayor emporio textil de Sudamérica. Un promedio de unas 150.000 personas recorren diariamente sus calles y galerías, con peaks que pueden superar el medio millón de visitantes en momentos de alta demanda, como en la temporada navideña.
Hasta hace poco se trataba, además, de una zona en la que se recomendaba andar con mucho cuidado: el auge de los asaltos y otros tipos de delincuencia, así como la proliferación de comerciantes ambulantes --hay unos 4.000 empadronados, otras estimaciones hablan del doble--, obligaron a las autoridades a tomar medidas extremas para recuperar el control de este polo comercial.
Esas mismas medidas ahora están siendo consideradas por el alcalde de Santiago, Mario Desbordes, quien ha señalado que evalúa realizar un viaje a Lima para conocer la experiencia de Gamarra en el combate al comercio ilegal y aplicarla al barrio Meiggs. "Es una fórmula que estamos explorando", dijo el alcalde en conversación con T13, refiriéndose a una invitación que le hicieron José Pakomio, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, y Adolfo Numi, presidente de la Asociación para el Desarrollo del Barrio Meiggs, para visitar La Victoria e imitar algunas de sus ideas.
Cierre perimetral con rejas y portones Desbordes, en particular, está interesado en el cierre perimetral que se comenzó a implementar en marzo de 2019 en las principales cuadras de Gamarra, con la instalación de rejas y portones que han permitido mejorar los controles de seguridad en los accesos a las calles peatonales, con el uso de cámaras y mayor fiscalización. "Fue una de las mejores medidas. Se hizo de forma progresiva porque, por Constitución, las calles son de libre tránsito en el Perú. Pero el Congreso declaró Gamarra como una `zona de tratamiento especial' y se pudo implementar un enrejado, restringir el acceso vehicular y controlar los ingresos.
Gracias a eso, se controla mucho que no haya comerciantes ambulantes dentro del perímetro cerrado", dice a este diario Gustavo Rivadeneyra, presidente de la Cámara de Comercio de Gamarra y empresario desde hace 30 años en este barrio.
Rivadeneyra --quien conoce bien las zonas comerciales de la capital chilena-explica que Gamarra "es más similar a Patronato que a Meiggs", por su orientación hacia el comercio textil, aunque comparte con este barrio en el límite de Santiago y Estación Central el problema de los vendedores ambulantes. "Antes, la municipalidad (de La Victoria) tenía muchas denuncias por abuso de autoridad. Pero ahora han mejorado bastante el procedimiento. Los fiscalizadores decomisan mercadería e incluso los carritos y carpas de los ambulantes, pero todo eso se hace bajo acta y luego se devuelve --no como antes, cuando había robos por parte de los funcionarios. Hoy hay un mejor trato. Los ambulantes tienen una mala experiencia al ser decomisados y luego se lo piensan dos veces antes de volver. Y algunos optan por formalizarse", relata. Según el empresario, el municipio ha reforzado de manera importante a sus fiscalizadores, que ahora utilizan uniformes antidisturbios, "lo cual impone respeto". "La autoridad ahora manda, no los ambulantes. Ese es un cambio importante: se ha restablecido la presencia del Estado", dice Rivadeneyra. "Ahora, si bien las acciones represivas a veces traen cierto orden, los ambulantes siempre encuentran formas de reorganizarse. Aun hoy, en Gamarra hay ambulantes que se organizan y que incluso están protegidos por delincuentes. Pagan por un espacio en la calle, a alguien que les separa la zona.
Eso todavía existe, aunque ya no como antes", dice. 9 de cada diez han sido víctimas de delitos Los comerciantes establecidos de Gamarra, por otro lado, siguen siendo afectados por la criminalidad que ha aumentado dramáticamente en Perú, y que obligó al gobierno de Dina Boluarte a declarar en marzo pasado el estado de emergencia en todo el distrito de La Victoria, lo que permitió el despliegue de fuerzas militares en tareas de patrullaje o disuasión.
Según la "Encuesta de Seguridad Ciudadana Gamarra 2024", realizada por la Asociación Gamarra Perú, el 87,9% de los empresarios de este emporio comercial afirmó haber sido víctima de algún tipo de delito en los últimos 12 meses.
Entre los delitos más frecuentes, el robo se destaca, con un 71,7% de incidencia, seguido por la extorsión, con un 9,1%. Este ambiente de inseguridad ha llevado a que el 81% de los locatarios haya incrementado sus gastos en seguridad para proteger sus negocios.
La situación ha llevado a los empresarios y comerciantes de Gamarra a sumarse a paros nacionales por la inseguridad ciudadana. "No vamos a esperar a que un comerciante de Gamarra muera a manos de los extorsionadores para actuar.
Nosotros y nuestros clientes necesitamos que la seguridad esté garantizada", declaró antes de una de las protestas Susana Saldaña, presidenta de la asociación Gamarra Perú, quien ha planteado la necesidad de desplegar hasta mil efectivos policiales en La Victoria para enfrentar a las mafias del crimen organizado. "Tierra de nadie" César Ortiz, presidente de la Asociación Pro Seguridad Ciudadana de Perú, afirma que el cierre perimetral no ha sido suficiente para enfrentar la crisis de inseguridad en Gamarra. "Efectivamente se colocaron rejas y portones en los ingresos. Pero la gente que compraba y salía seguía siendo víctima de delitos. Lo que se necesita son corredores de seguridad que complementen ese sistema. También hay que instalar muchas cámaras con un centro de monitoreo exclusivo para Gamarra --que no se ha hecho--. Hace falta más presencia policial, más serenazgo.
Las propias galerías deberían tener seguridad privada", señala el experto, quien advierte que el comercio ambulante sigue siendo un problema, "y muchos comerciantes formales, cansados de la situación, han comenzado a contratar a gente para que venda sus productos en la calle". El balance de Ortiz es sombrío: "No se implementó una estrategia de prevención o disuasión, ni desde la policía ni desde los serenazgos. Poco a poco el barrio se fue convirtiendo en tierra de nadie.
La delincuencia se instaló por falta de una seguridad preventiva efectiva (... ). Y lamentablemente, delitos de alto impacto como la extorsión, el sicariato y los secuestros se han multiplicado". Gamarra, el popular barrio comercial de Lima que se perfila como referente de seguridad para Meiggs JEAN PALOU EGOAGUIRRE El alcalde de Santiago, Mario Desbordes, evalúa visitarlo para conocer sus medidas contra los vendedores ambulantes y la delincuencia.
Conocido como el mayor emporio textil de Sudamérica: `` Si en Santiago quieren hacer algo parecido a Gamarra, tienen que comenzar por una seguridad preventiva real, que impida que grupos delincuenciales tomen el control".. ...................................................................................................................................... CÉSAR ORTIZ PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN PRO SEGURIDAD CIUDADANA DE PERÚ.