Autor: JOSÉ TOMÁS TENORIO LABRA
El gran reto del envejecimiento que pone cada vez más presión sobre Europa y su futuro
El gran reto del envejecimiento que pone cada vez más presión sobre Europa y su futuro Preocupación por su impacto en los próximos años:cida del mundo, con una edad media de 44,5 años y más de un quinto de la población por sobre los 65 años, y con proyecciones que apuntan a que el bloque alcanzará su máximo de población en 2026, con 453 millones de personas, para luego experimentar su descenso, ante la disminución acelerada de las tasas de natalidad en el continente. “No hay más nacimientos porque no hay más incentivos y porque han crecido los desincentivos: crisis de inflación, de vivienda, más métodos de control de natalidad, etc. Si a eso se suma que la esperanza de vida sigue creciendo, se tienen poblaciones que solo van envejeciendo”, dice Gianpiero Benassi, experto en demografía social de la Universidad de Nápoles.
Sistemas de pensiones en apurosJunto con las preocupaciones por el futuro de la productividad de Europa, los gobiernos de la UE también ven con inquietud cómo el envejecimiento de la población ha significado una presión mayor sobre sus sistemas de pensiones, ante el incremento de la población jubilada y una fuerza laboral reducida.
Esto, en momentos en que en 17 de los 27 países de la UE el gasto anual de pensiones públicas supera el 10% de su PIB, con grandes economías del bloque como Italia, Alemania, Francia y España entre las 10 naciones del bloque que más gastan en jubilaciones en relación con su PIB, y con países muy afectados por el envejecimiento poblacional, como la propia Italia y Grecia, con un gasto que supera el 16% del PIB.
“Al final son las generacionesde nuevos trabajadores las que muchas veces se ven más presionadas por esto, ya que cargan con el peso mayor” de sostener los sistemas de pensiones, explica Kopecky, lo que, a su vez, genera un “círculo vicioso” en el que los trabajadores jóvenes que no están dispuestos a llevar esa carga migren a otros países, reduciendo aún más la fuerza laboral.
Escenario político arriesgadoSumado a esto está también la posibilidad que enfrentan las nuevas generaciones de tener que trabajar aún más años para poder jubilarse, a medida que la idea de elevar las edades de retiro se abren paso en varias partes de la UE, a pesar de lo impopulares que pueden llegar a ser, como demostró la oleada de protestas en Francia en 2023 contra la reforma de pensiones del Presidente Emmanuel Macron, que incrementó la edad de jubilación de los 62 a los 64 años.
A su vez, la necesidad de atraer mano de obra desde el extranjero para aumentar la fuerza laboral dentro de la UE algo que incluso ha llevado a gobiernos a ofrecer facilidades para la obtención de visados a trabajadores migrantes se presenta como una tarea compleja, ante la retórica antiinmigración que crece de la mano de movimientos políticos populistas y extremistas. “Mientras las políticas de incentivos a la natalidad no hagan efecto en Europa porque no lo están teniendo, la migración controlada debe ser una apuesta firme de los gobiernos europeos. Dar paso a agendas antiinmigración solo empeorará el problema”, asegura Benassi. ESSERPECNARFplir la escasez de mano de obra calificada y no calificada que afecta a varios países de la UE, siendo esta solo una solución “parcial”, según el informe.
“Es un llamado de alerta claro, porque de otra forma Europa verá su capacidad de producción reducida año a año, mientras sus competidores no dejarán de au-mentar su producción”, dice a “El Mercurio” Joseph Kopecky, experto en el impacto económico del envejecimiento poblacional del Trinity College de Dublín.
Y es que al “informe Draghi” se añaden también cifras previas como las de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), que afirma que la UE es la región más enveje-Las tasas de natalidad van a la baja, la fuerza laboral se reduce constatemente y los sistemas de pensión están cada vez más presionados: el envejecimiento de la población europea es una bomba de tiempo para el continente. Las proyecciones apuntan a que la situación solo se agudizará y ya algunos países están obligados a lidiar con el fenómeno como uno de sus principales desafíos políticos.
La más reciente de las advertencias por el sostenido envejecimiento de las sociedades en Europa llegó en septiembre de la mano del ex primer ministro italiano y expresidente del Banco Central Europeo Mario Draghi, y su reporte a petición de Bruselas sobre el futuro de la economía y la competitividad de la UE, que situó el “declive demográfico de la UE” como una de las “raíces” de los problemas de productividad que enfrenta el bloque.
El apodado “informe Draghi” que trazó un escenario poco auspicioso para Europa ante potencias como China y EE.UU. que aventajan al continente en varios aspectos clave arrojó cifras preocupantes para la UE, al señalar que de mantenerse las tendencias demográficas actuales el bloque sufrirá una pérdida anual de 2 millones de trabajadores a partir de 2040, y que el grupo de los 27 pasará de contar con tres trabajadores por cada pensionado a tener dos trabajadores por cada jubilado en las próximas décadas.
A eso se suma también el hecho de que, según el reporte, ni siquiera el aumento de los flujos migratorios hacia Europa en las últimas décadas alcanza para su-. La disminución de la fuerza laboral y el aumento de jubilados han provocado una alerta demográfica en la UE. Preocupación por su impacto en los próximos años: LA UE es la región más envejecida del mundo, con una edad media de 44,5 años y más de un quinto de su población sobre