Autor: JOAQUÍN VIAL
RUIZ-TAGLE,
ECONOMISTA.
Columnas de Opinión: La huella profesional de Andrés Sanfuentes
Columnas de Opinión: La huella profesional de Andrés Sanfuentes.
OPINIÓN La huella profesional de Andrés Sanfuentes Hace pocos días despedimos a Andrés Sanfuentes en un ambiente de pena por su partida, pero también de conformidad, porque tuvo una vida plena junto a Irene y toda su familia. Yo lo conocí como profesor en la Universidad de Chile en los años setenta cuando él enseñaba microeconomía, con la rigurosidad propia de los economistas formados en Chicago. Allí nos desafiaba con preguntas que nos descolocaban, pidiendo aplicar la lógica. económica a los temas más diversos, siempre con mucho humor. En esos años, Andrés colaboraba con el grupo que preparaba el famoso "ladrillo" con propuestas para sacar a Chile de su postración económica. Poco después asumió como director del Departamento de Economía, donde impulsó la modernización de la enseñanza de economía y la salida de profesores jóvenes a perfeccionarse al exterior. Hasta aquí, un "Chicago Boy" tradicional. Pero Andrés no encajaba bien en ningún molde: tenía una fuerte preocupación por la situación social, era activo participante en la JOAQUÍN VIAL RUIZ-TAGLE, ECONOMISTA. Democracia Cristiana y admirador de los avances que trajo la "Revolución en Libertad" de Frei Montalva.
Andrés consideraba que para ser un buen economista en Chile había que pasar por el Banco Central, una institución a la que le tenía un profundo aprecio, pero de la que fue echado en los 70, por fundamentalistas de la izquierda. En los años 90, durante la transición a la democracia, asumió la presidencia del Banco del Estado, impulsando una modernización notable, algo que ha sido destacado en estos días. Sin embargo, creo que esa obra palidece frente al rol que tuvo Andrés en la formación de economistas jóvenes de centroizquierda que compartíamos sus inquietudes por los problemas sociales.
Él, junto al equipo que formó en el Departamento de Economía de la U, nos ayudó a comprender que se podía avanzar hacia una mayor equidad, respetando el rol de los mercados, valorando el aporte del capital al desarrollo y reconociendo que había también un rol para el Estado cuando los mercados fallaban. Pero el aporte no fue solo intelectual. Su preocupación por el bienestar de todos los que estábamos en el Departamento de Economía de la U, en tiempos muy difíciles, fue fundamental.
A ello hay que agregar su bonhomía, sentido del humor y su capacidad de disfrutar de una buena conversación especialmente junto a una sencilla, pero sabrosa comida, contribuyeron a crear un ambiente de alegría y confianza en momentos en que en el país cundía el temor. En esa época, surgieron amistades que duran hasta el día de hoy entre profesores jóvenes y otros no tanto, partidarios y opositores al régimen militar. Su visión más matizada de la economía, junto a su valoración de la democracia, lo convirtieron en blanco de fundamentalistas de derecha que terminaron sacándolo de la facultad a comienzos de los 80.
Andrés, al igual que muchos de sus discípulos de esos años, tuvimos la fortuna de aportar esa visión desde cargos de responsabilidad en los gobiernos, ayudando a sacar adelante una de las transiciones a la democracia más exitosas a nivel mundial. ¦ "Nos ayudó a comprender que se podía avanzar hacia una mayor equidad, respetando el rol de los mercados, valorando el aporte del capital al desarrollo y reconociendo que había también un rol para el Estado cuando los mercados fallaban”.