Editorial: ¿Empezó la reactivación económica?
Editorial: ¿ Empezó la reactivación económica? Editorialdel momento económico que enfrenta la región.
De las complicaciones que enfrentamos en diversos ámbitos, porque la inversión pública sigue lenta, todo lo cual se traduce en una legítima desconfianza social y una sensación de incredulidad que a estas alturas cuesta mucho revertir. Entonces la comunidad se pregunta, qué debe pasar para que el Gobierno Nacional y Regional "apuren el paso", mas aun en un territorio como Aysén, donde se depende fuertemente de la inversión pública. Una interrogante que abre espacios para el debate y para que se genere un urgente despliegue territorial de parte de las autoridades para explicar que está pasando que se avanza tan lentamente.
La gente quiere ver acciones concretas y no escuchar justificaciones de las autoridades señalando que no se han podido destrabar muchos procesos licitatorios que caminan a un ritmo cansino, porque esas explicaciones solo dan cuenta de una institucionalidad sumamente burocrática y que al final del día, no se hace cargo de la urgencia y de la oportunidad que demandan la ciudadanía para poder desarrollar esta zona extrema del país.
La tasa de desempleo regional del trimestre abril-junio, es la más baja del país, un indicador que podría ser una buena señal de un proceso de reactivación económica que ciertamente es una de las prioridades de los aiseninos.
Y decimos que es una buena noticia porque la gente está esperando señales palpables de reactivación económica, especialmente el comercio local, que seguramente algo tendrá que decir en torno al tema para que así la ciudadanía tenga una mirada más amplia respecto a lo que pasa con la economía regional.
Las cifras dadas a conocer por el INE dan cuenta que en Aysen existe lo que técnicamente se denomina como "pleno empleo". Y si bien eso es favorable, nuevamente debemos señalar que la dependencia de la economía regional de la inversión pública y del dinero fiscal es tremenda, y mientras esto no cambie significativamente, la gestión estatal seguirá estando directamente relacionada con la marca de nuestra economia. Y las explicaciones que nos pueden dar las autoridades son predecibles y entendibles, pero no cambian en nada la percepción adversa que tiene la comunidad.