Autor: Carlos Peña
Columnas de Opinión: Creer o no creer
Columnas de Opinión: Creer o no creer MIRADA CONSTITUCIONALelconocerlo, Uno de los síntomas más obvios de un conflicto político o familiar anegado de emociones, es el debate sobre lo que parecen nimiedades o lo que es casi lo mismo detenerse en los pequeños errores ocultando de esa manera el acierto. Subrayar el error para no reconocer el tino.
Así, por ejemplo, suele ocurrir en una discusión que alguien acierta en lo grueso y el oponente, envez deresubraya error: sí, es verdad lo que aseveraste, pero en realidad mentiste puesto que las cosas no fueron exactamente así. O, en cambio, se dice sí, es verdad lo queafirmas; pero visto en un panorama más amplio es falso. Es lo que acaba de ocurrir apenas ayer, El presidente Gabriel Boric aseveró que los resultados económicos de diciembre mostraban el mayor crecimiento en once años. Resultó ser un error puesto que, en realidad, se trata del mejor resultado en seis años.
Pero en vez de alegrarse por el resultado y sin perjuicio de ello mencionar el error (el presidente tiene razón al celebrar las cifras; aunque las exagera puesto que se trata en seis del mejor resultado y no en doce años, pudo decir), la candidata Evelyn Matthei prefirió derogar lo aseverado por el presidente: “Hablemos con hechos: la'mentablemente su gobierno se encamina al peor crecimiento desde los noventa... ” ¿ Qué puede explicar este rasgo del debate público? Lo que ocurre es que en política no importa tanto la verdad, como la confianEs probable que E. za. Matthei convenga, al menos para sus adentros, que lo aseverado por el presidente es básicamente verdadero y haya motivos para alegrarseen lo inmediato. Lo que ocurre es que ella, o las fuerzas políticas quela apoyan ola ciudadaquiere connía alaqueella vencer, no letiene confianza al presidente. Lo que. MIRADA CONSTITUCIONAL