Autor: antes de un examen.
El poder de los hábitos de estudio
OpiniónDoctora en EducaciónEl fracaso académico en las universidades es un fenómeno que preocupa a estudiantes, padres y educadores por igual.
Sin embargo, pocas veces nos detenemos a considerar que la raíz de este problema no reside en la falta de habilidades intelectuales de los estudiantes, sino en algo mucho más simple: la ausencia de hábitos de estudio efectivos. El cerebro humano, pese a su increíble capacidad, requiere de estrategias adecuadas para procesar y retener la información de manera óptima. Diversos estudios han demostrado que hasta el 80% de los estudiantes universitarios no utilizan técnicas de estudio basadas en la evidencia.
En lugar de eso, se recurre al estudio intensivo de última hora, una práctica que, si bien puede proporcionar resultados a corto plazo, suele fallar estrepitosamente en la retención a largo plazo y en la comprensión profunda de la materia.
La investigación en neurociencias muestran que el cerebro necesita tiempo y repetición espaciada para consolidar la memoria, un proceso que es prácticamente imposible de lograr con maratones de estudio la nocheLa planificación es un factor críticoque muchos estudiantes tienden a pasar por alto. El cerebro humano funcionade manera más eficiente cuando siguepatrones regulares. De hecho, se ha demostrado que los estudiantes queestablecen horarios de estudio fijos tie-nen mayores probabilidades de superar sus cursos en comparación con aquellos que no lo hacen. Esto se debe a que la rutina prepara al cerebro para entrar en modo de concentración, lo que facilita la absorción de información. Pero no se trata sólo de cuándo se estudia, sino de cómo se hace. Técnicas como la lectura pasiva o el simple subrayado de textos, aunque populares, sonmétodos que no activan suficientementelas áreas del cerebro responsables del aprendizaje profundo. En cambio, técnicas como la autoevaluación, la elaboración de resúmenes o la enseñanza de conceptos a otros son estrategias que promueven la comprensión y retención a largo plazo. Además, no se puede ignorar el impacto del sueño y el descanso en el rendimiento académico. La ciencia es clara: la falta de sueño perjudica seriamente la función cognitiva. El sueño no es unlujo, es una necesidad biológica para el cerebro. Durante el sueño, el cerebro consolida la información adquirida durante el día, un proceso crucial para el aprendizaje. La neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para reorganizarse y formar nuevas conexiones neuronales, es otro concepto esencial que a menudo se pasa por alto en el contexto académico. Esteproceso significa que el cerebro tienela capacidad de adaptarse y mejorar con la práctica continua y la adopción de nuevos hábitos. En otras palabras, no estamos limitados por nuestras habilidades iniciales; podemos mejorar y aprender a ser mejores estudiantes. El éxito académico no depende únicamente del esfuerzo o de la inteligencia innata, sino de cómo se aborda el aprendizaje. Si los estudiantes universitarios adoptan hábitos de estudio basados en la ciencia, no solo mejorarán suscalificaciones, sino que también esta-rán mejor preparados para enfrentar los desafíos que encontrarán en sus vidas profesionales y personales. La clave está en transformar el enfoque de estudio, comprendiendo que aprender es un proceso activo, continuo y que requiere estrategia.. Opinión Viviana Rada