La amenaza proteccionista
La amenaza proteccionista --POR IGNACIO BRIONES-Universidad Adolfo Ibáñez y Horizontal.
Exministro de Hacienda Exministro de Hacienda Exministro de Hacienda Exministro de Hacienda Exministro de Hacienda Exministro de Hacienda Exministro de Hacienda La amenaza proteccionista uego de la Segunda Guerra Mundial, el mundo vivió una era de creciente libre comercio acompañada deun alto crecimiento económico que aumentó el bienestar de millones como nunca en la historia. Este auge de apertura comercial se haidoestancando y hoy se encuentra francamente amenazado. Asoma una creciente ola proteccionista y el riesgo de una renovada guerra comercial entre las principales potencias y que podría extenderse a otras latitudes. Y si el proteccionismo solía ser bandera de una izquierda trasnochada, hoy también lo esde populismos y nacionalismos de derecha de creciente éxito electoral. El avance del proteccionismo es el principal riesgo para la economía mundial en los próximos años y uno particularmente relevante para Chile. En la historia económica moderna hay dos eras de globalización.
La primera, entre mediados del siglo XIX y la Gran Depresión, significó un importante aumento del volumen de comercio (importaciones másexportaciones) desde un 10% del PIB mundial a cerca de 25%. El período también estuvo acompañado de integración financiera y alta movilidad de capitales e inversión extranjera. La crisis de 1929 marcaría un cierre de las economías y unretroceso de todo lo avanzado en comercio internacional. Pero la apertura volvería con redoblada fuerza luego de la Segunda Guerra Mundial, alcanzando un volumen de comercio de 25% del PIB mundial a mediados delos 70 y de 45% en 2010. Los flujos de inversión extranjera directa (de entrada) se movieron a la par, subiendo desde 0,5% del PIB mundial en 1970 a4% del PIBen2010. Enelínterin, entre1950 y 2010, el PIB per cápita mundial aumentó 4 veces, más que el avance en los 150 años previos, mejorando las condiciones de vida de millones de personas. Libre comercio y crecimiento van de la mano.
A partir de la crisis subprime, el votamen de comercio mundial se estancó en torno al 45% del PIB, mientras que los flujos anuales de inversión extranjera (de entrada) han retrocedido a un 2% del PIB mundial. Si bien el arancel promedio mundial ha seguido bajando, también es cierto que las principales potencias se han trenzado en crecientes disputas comerciales. En 2018, durante el gobierno de Trump, EE.UU. y China iniciaron una guerra comercial que quedó pausada durante el actual gobierno de Biden. Hoy, Trump postula a la presidencia con un paquete proteccionista recargado, que incluiría un arancel de al menos un 10% a todas las importaciones y sobre el 60% a las provenientes de China. Biden, otrora crítico delos aranceles, ha entrado en el juego, imponiéndolos al acero, aluminio y automóviles eléctricos chinos. En paralelo, ha impulsado una generosa política industrial de subsidios en energía, semiconductores y autoseléctricos. China ha respondido y, hoy, cerca del 60% de las exportaciones de cada país están sujetas a aranceles especiales del otro. Por su parte, la UE viene de imponer elevadas tarifas a los autos eléctricos chinos y el gigante asiático ya anuncia represalias. La principal amenaza para la economía mundial es que esto escale. Y el riesgo es real. Si Trump, el más probable próximo presidente de EE.UU., cumpliera sus promesas proteccionistas, abriría la puerta a una guerra comercial de renovada intensidad y amplitud de países. Los costos para la economía mundial podrían ser enormes, no solo en lo comercial, sino también a través del canal financiero. A su vez, como muestran la literatura y la historia económica, el proteccionismo mermaría la inversión extranjera directa. Todo esto reduciría el crecimiento mundial. El riesgo de una avanzada proteccionista es particularmente relevante para Chile.
Somos una economía pequeña y de las más abiertas del mundo (arancel efectivo de 0,7% y acuerdos comerciales con el 90% del PIB mundial). También somos una economía que requiere masivos flujos deinversión extranjera para el desarrollo de nuestras renovadas ventajas comparativas en recursos naturales y energía. ¿Hay algo que podemos hacer frente a este riesgo? Por un lado, es imperativo que Chile, juntoa paísesafines (Nueva Zelandia, Australia, Canadá, entre otros), sea un adalid del libre comercio en todos los foros internacionales. Este discurso debe estar en el centro de nuestra política exterior.
En paralelo, debemosanticiparnos al riesgo de una caída en el flujo de inversión extranjera mundial, tomando hoy acciones osadas que redoblen el atractivo para invertir en Chile y compensen ese mayor riesgo. ¿Por qué no pensar en un renovado símil del DL600 que ofrezca certezas jurídicas e invariabilidad tributaria? ¿ Por qué no comprometer permisos con plazos acotados y que den certezas a la inversión en sectores críticos a través de una política de Estado que construya sobre la valiosa primera piedra que impulsa el gobierno? Un fantasma empieza arecorrer el mundo. Esta vez esel del proteccionismo. Y Chile debe estar alerta para enfrentarlo con fuerza y buscar contrarrestar sus negativos efectos..