"El mayor éxito de este programa es haber sido capaces de construir un puente real donde antes había una desconexión"
"El mayor éxito de este programa es haber sido capaces de construir un puente real donde antes había una desconexión" L a importancia del programa Construyo mi Futuro, como una instancia que alinea la educación técnico-profesional con las demandas del mundo laboral e impactar positivamente en la vida de miles de estudiantes, destacó Ignacio Loeser, presidente del Consejo de Formación de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC). --¿ Cuál fue la principal motivación o diagnóstico que llevó a la CChC a crear el programa Construyo Mi Futuro? "La CChC ha tenido un fuerte compromiso con la educación técnico-profesional (TP) por más de 45 años. A través de la Corporación Educacional de la Construcción (COREDUC) se ha realizado una labor importante y que nos llena de orgullo. Sin embargo, desde el Consejo de Formación de la CChC diagnosticamos que siendo únicamente sostenedores de liceos técnicos nuestro alcance era muy limitado. Por ejemplo, nuestro sector enfrenta el desafío de modernizar su imagen, ya que aún es percibido como una industria tradicional y con baja adopción tecnológica. Esto la hace poco atractiva para los jóvenes que tienen que elegir una especialidad para su formación técnico profesional.
En este contexto, Construyo Mi Futuro nace como un programa que, en primera instancia, busca atraer a las nuevas generaciones a la industria, mostrándoles que se trata de un conocimientos y los incorporen en sus clases, y finalmente, que estos jóvenes talentos se queden en nuestra industria, porque ven en ella un espacio real para crecer y desarrollarse, tanto en lo personal como en lo profesional". --El programa incluye desde orientación vocacional hasta la gestión de prácticas profesionales.
De todas las actividades que realizan, ¿cuál ha demostrado tener un mayor impacto en la decisión de los jóvenes de unirse al sector de la construcción? "Son muchísimas las iniciativas que forman parte de Construyo Mi Futuro, desde encuestas vocacionales hasta capacitaciones, y todas tienen un impacto en los estudiantes. Sin embargo, las experiencias que generan una huella más profunda en los y las jóvenes son las que implican actividad en terreno, como las visitas a obras y prácticas profesionales.
Es en esos espacios donde pueden observar y vivir de primera fuente los procesos constructivos y dimensionar el impacto real que tiene en sus comunidades el desarrollo de un proyecto, ya sea un hospital, una escuela, una vivienda o una obra vial.
Por eso es tan importante el rol de las empresas socias, que abran sus puertas y se sumen activamente a este programa, de manera que más jóvenes vivan estas experiencias transformadoras, que muchas veces son decisivas al momento de elegir su futuro profesional en la industria de la construcción.
El éxito del programa también se refleja en la experiencia dentro de la sala de clases: cuando los talleres de especialidad están actualizados y conectados con el entorno laboral, y cuando los docentes se involucran con entusiasmo, los aprendizajes cobran mayor sentido y motivación para los estudiantes". para la actualización técnica y normativa de los docentes, entre otras cosas, lo que enriquece el proyecto educativo de los más de 90 liceos participantes, y les da a los jóvenes una visión mucho más clara y concreta de sus posibilidades en el ámbito profesional en la industria de la construcción". -¿Cuáles son los principales desafíos y, por otro lado, los mayores logros que han encontrado al crear este puente entre el mundo empresarial y el educativo? "El mayor desafío al que nos enfrentamos es lograr retener a jóvenes en el rubro de la construcción, primero porque actualmente el mundo laboral es mucho más dinámico y cambiante, hay otras industrias que pueden capturar su atención; pero además este es un sector que no es tan cercano a las nuevas generaciones y muchas veces solo se conocen estereotipos. Es clave para ello que más empresas se hagan parte de Construyo Mi Futuro, y que se involucren activamente para asegurar que atraigamos y retengamos nuevos talentos en el sector. Actualmente hay más de 160 empresas socias de la CChC participando del programa, y nuestro objetivo es seguir ampliando esta red de colaboración. Porque el mayor éxito de este programa es haber sido capaces de construir un puente real donde antes había una desconexión. Hoy existe un ecosistema a nivel nacional que conecta las necesidades de la industria con la formación de los jóvenes y que les brinda nuevas oportunidades en sus vidas.
El éxito de Construyo Mi Futuro se refleja en que más estudiantes decidan seguir una especialidad en construcción; que visiten nuestras obras y se proyecten en ellas; ayudar a que los docentes se actualicen sus iniciativa. En lugar de esperar que los liceos vengan a nosotros, la idea siempre fue acercar las empresas a los liceos.
La vinculación territorial ha sido clave, porque Construyo Mi Futuro funciona gracias a una alianza entre las cámaras regionales de la CChC y las comunidades escolares, conectando a las empresas socias locales con los liceos de sus propias comunidades. Eso produce que la colaboración sea pertinente y tenga sentido para todas las partes que participan. La recepción ha sido muy positiva. Las comunidades educativas valoran profundamente que la industria se involucre de esta manera, ya que fortalece la conexión entre el mundo académico y el laboral, y abre nuevas oportunidades para sus estudiantes. El programa ofrece a los alumnos visitas a obras, charlas con profesionales, gestión de prácticas y también capacitaciones sector que está innovando y en constante transformación.
Sabemos que enfrentamos grandes desafíos en materia de atracción y desarrollo de talento, porque la construcción requiere cada vez más personas con mayores calificaciones, capaces de manejar nuevas tecnologías y procesos, entendiendo que el sector está viviendo un proceso de industrialización que requerirá de técnicos especializados. Por eso, además de atraer jóvenes, Construyo Mi Futuro busca fortalecer su proceso formativo, alineando la educación técnico-profesional que reciben en los liceos con las demandas reales del mundo laboral en cada región de Chile. Al mismo tiempo, el programa se propone impactar positivamente en la vida de miles de estudiantes, entregándoles mejores oportunidades de desarrollo personal y laboral, tanto para ellos como para sus familias.
Nos interesa de sobremanera contribuir en la formación integral de los jóvenes, no solo técnica, sino también valórica y cívica". --¿ Cómo se ha gestado la colaboración con los liceos y qué recepción han tenido por parte de las comunidades educativas? "La colaboración ha sido clave para esta iniciativa, sin dudas es su piedra angular, y se ha consolidado a través de un involucramiento activo y muy directo de todos los actores que participan de esta IGNACIO LOESER, PRESIDENTE DEL CONSEJO DE FORMACIÓN CCHC: El dirigente destaca que el sector está viviendo un proceso de transformación que requerirá de técnicos especializados, por lo que la vinculación con la academia es vital para su desarrollo. "El mayor éxito de este programa es haber sido capaces de construir un puente real donde antes había una desconexión" Ignacio Loeser, presidente del Consejo de Formación de la CChC..