Editorial: El correcto cuidado del Río Biobío
Durante años, existió preocupación por el bajo caudal del Río Biobío, algo que estaba asociado al déficit de precipitaciones que se vivió a nivel regional. Sin embargo, ahora el principal foco está puesto en la calidad de su agua, que se ve muy afectada por la gran cantidad de desechos industriales y domésticos que se descargan diariamente. Un estudio realizado por el Centro de Ciencias Ambientales (EULA), que monitoreó el estado del Río Biobío durante 30 años, destacó una reducción constante en su caudal. Sin embargo, los expertos señalan que, actualmente, existen otras prioridades más urgentes a considerar. El Dr.
Pedro Arriagada, de la Facultad de Ciencias hidráulicas de la UdeC y especialista en Hidrología e Hidráulica, afirmó que “no es correcto hablar de cuánto tiempo de vida le queda al río Biobío, ya que para que se seque por completo tendrían que cesar las lluvias en toda la cuenca.
Sin embargo, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) pronostica una reducción del 20% en las precipitaciones, lo que podría disminuir el caudal del río”. Por ello, no se anticipa una escasez total a corto plazo, pues eso sólo ocurriría si la demanda de agua supera la oferta hídrica. Según datos de la Dirección General de Aguas (DGA), hasta el año 2021 la demanda de agua superficial es de 140 m³/s y la subterránea de 16¡ m³/s. “Comparado con el caudal medio anual del río Biobío, que es de 955 m³/s, aún existe un margen de disponibilidad hídrica para satisfacer demandas futuras. No obstante, es previsible un mayor estrés hídrico durante los meses de estiaje, de octubre a marzo, cuando el caudal promedio se reduce a 580 m³/s”, detalló Arriagada. Hoy, el mayor desafío actual para el Biobío es la calidad del agua, con efluentes contaminantes superando su capacidad de dilución. A medida que disminuye el caudal, su capacidad para depurar contaminantes se verá reducida, afectando tanto a los ecosistemas como a las comunidades.
“Sin duda, en el río Bío Bío los problemas de contaminación son importantes a partir de la zona media hacia abajo, cuando ya comienzan las mayores presiones antrópicas () Me refiero a la industria forestal y agrícola, que son de sus principales influyentes”, aseguró el Dr. Ricardo Figueroa, académico de la facultad de ciencias ambientales e investigador del centro Crhiam.. El río recibe a diario descargas de desechos industriales y domésticos, lo que va contaminando sus aguas. Este es el principal problema que tiene, no su caudal. EDITORIAL