Reproducción asistida en Chile
Señor Director:
El 25 de julio recién pasado se cumplieron 40 años del nacimiento del primer ser humano concebido mediante fertilización in vitro. Actualmente, son varios millones los niños que han nacido en el mundo mediante técnicas de reproducción asistida. En Chile, la comunicación científica del primer embarazo mediante fertilización in vitro fue el 24 de julio de 1984 y posteriormente, el 25 de enero de 1985, nació Aliro. Como jefe del equipo médico que logró este avance en nuestro país, fui testigo de una serie de debates éticos y legales frente a la aparición de las técnicas de reproducción asistida. Los especialistas ya en ese entonces abogábamos por tener una legislación al respecto. En 1993, el entonces senador Sebastián Piñera presentó el primer proyecto de ley que pretendía regular las técnicas de reproducción humana asistida. Ni este ni otros proyectos que se presentaron posteriormente han logrado terminar en una ley de la República. Sólo existen una Resolución Exenta del Ministerio de Salud de 1985, que dicta “Normas Aplicables a la Fertilización in Vitro y la Transferencia Embrionaria”, y otra de 2015 del mismo ministerio: “Guía para el Estudio y Tratamiento de la Infertilidad”. A propósito de la discusión que hemos visto en la prensa en los últimos días sobre un caso de maternidad subrogada, hoy, después de 34 años desde que comenzamos esta discusión como
país y que miles de niños chilenos han nacido gracias a estas técnicas de reproducción asistida, resulta incomprensible y cuestionable que el Congreso Nacional aún no haya logrado legislar al respecto, como sí ha sucedido en otros países. Adicionalmente, Fonasa aún no codifica los procedimientos de reproducción asistida de alta complejidad (fertilización in vitro y técnicas derivadas), lo que en la práctica significa que las isapres no tienen obligación de cubrir las prestaciones necesarias para llevar a cabo estos procedimientos. Finalmente, luego de más de tres décadas, los chilenos seguimos sin una legislación y cobertura de salud adecuadas para estos tratamientos de infertilidad, patología que afecta a entre 10% y 15% de la población, que además, en una proporción importante, no puede solventarlos. Dr. Cos TOYA ÁRRIGONI
PROFESOR TITULAR UNIVERSIDAD DE SANTIAGO DE CHILE