¿Se piensa hacer un tatuaje? Evite las tintas rojas o de color
Estudio busca pesquisar los riesgos de los colorantes que se plasman en el cuerpo ¿ Se piensa hacer un tatuaje? Evite las tintas rojas o de color Académico de la Universidad de Santiago cuenta que se han encontrado trazos de metales pesados entre los componentes. FRANCISCO NÚÑEZ atalina Villalobos responde el telé C fono y, con la voz firme dice “no, claro que no tengo”. Jamás se hizo un tatuaje. Y, con lo avanzado que lleva de su investigación, no habrá alguna fecha especial que recordar, ni el nombre del amor de su vida que la lleve a plasmarse uno.
Inspirada en un reportaje de T13, que en junio de 2018 alertaba sobre los riesgos tóxicos que hay en algunos de los componentes que se encuentran en las tintas, esta estudiante de Química y Farmacia de la Universidad de Santiago se propuso pesquisar los riesgos asociados y la falta de regulación que existe en el campo de estos dibujos indelebles. “En aquel reportaje se decía que no hay regulación para el mercado de las tintas. Y eso es efectivo, simplemente no la hay. Nadie lleva un registro de sus componentes, al contrario de lo que sí sucede con los cosméticos. Y eso que estamos hablando de productos inyectables. Muy poca gente que se hace tatuajes pregunta por la tinta que le inyectan”, cuenta ella. De a poco, su estudio fue despertando el interés de las autoridades de su carrera. Tanto, que Leonel Rojo, doctor en Farmacología y jefe del departamento de Química y Farmacia de la misma casa de estudios, decidió auspiciar el trabajo. “La tinta de tatuajes tiene varios orígenes. La mayoría, como son negras, tienen su origen en el carbón. Pero muchas contienen sales de cobalto, de magnesio o de zinc. El origen químico es muy diverso. Lo peor es que en algún momento tuvieron metales pesados. Por ejemplo, en las tintas rojas, que son las más peligrosas, se han encontrado trazos de cadmio, plomo, mercurio, níquel o zinc, aunque hay cada vez menos de estas. En las más claras, por ejemplo, se ha utilizado óxido de titanio”, explica el académico. Estamos hablando de compuestos que se utilizan para la elaboración de pinturas industriales o de vehículos. El riesgo, cuenta María Luisa Pérez-Cotapos, dermatóloga de la Clínica Las Condes, está en que esos metales pesados "son oncogénicos, y a la larga pueden llevar a desarrollar un cáncer. Es importante que la gente tenga conocimiento que a las tintas se les agregan muchos ingredientes, además del colorante. Lo hacen para fijar los componentes y resaltar colores”, cuenta. Según afirma, el color rojo es peligroso porque para lograr esa tonalidad se utiliza cadmio e incluso mercurio como ingredientes. De otra forma, el dibujo se diluye en poco tiempo. “Para lograr colores café o rojos también se han encontrado óxidos férricos. Ahí se están metiendo sustancias que no son orgánicas sino minerales”, cuenta. De todas formas, lo más común con que se encuentran los dermatólogos son las reacciones alérgicas a algunas tintas. "Esas provocan aumento de volumen de la lesión, por lo que no queda el tatuaje plano. Son lesiones granulomatosas. Pero hemos visto infecciones de tatuajes de todo tipo. Desde tuberculosis, verrugas, infecciones bacterianas, infecciones de hongos profundos, etc”.