Autor: IVÁN MARTINIC
Naciente sistema espacial chileno se conectará en marzo a una constelación de satélites israelíes
Es el primer paso de un plan que también incluye poner en órbita tres satélites mayores y siete microsatélites: APORTE La constelación enviará imágenes ópticas multiespectrales y pancromáticas de alta resolución, y de radar. Luego de una década de solitaria órbita, el FASat Charlie, el único satélite chileno en el espacio, tendrá refuerzos.
En el primer trimestre del próximo año, el país accederá a una constelacion de satélites de la empresa israelí ISI Imagesat, que se adjudicó un contrato de US$ 120 millones para convertirse en el socio estratégico del nuevo Sistema Nacional Satelital (SNSAT), anunciado en octubre por el Presidente Sebastián Piñera.
El vínculo está en etapa de "formulación" y se prevé firmarlo en el primer trimestre de 2021, con una vigencia de cinco años, confirma el ministro de Defensa, Mario Desbordes. "A contar de la firma del contrato, se tendrá acceso a la constelación de satélites de la empresa adjudicada", agrega el secretario de Estado. Comenzará a levantarse así el SNSAT, uno de los tres pilares del Sistema Nacional Espacial.
Los otros dos son la nueva institucionalidad -estará lista en los próximos meses y el Centro Empresa de ese país se adjudicó contrato de US$ 120 millones que será suscrito en el primer trimestre del próximo año. Primer lanzamiento para reemplazar al FASat Charlie sería dentro de un año. Nacional Espacial, en Cerrillos, que tendrá estaciones en Antofagasta, Santiago y Punta Arenas.
En particular, el SNSAT también tiene tres componentes: el reemplazo del FASat Charlie por una constelación de tres satélites de mayor capacidad —dos de ellos fabricados en rael, el primero de los cuales podría ser lanzado a fines de 2021 o comienzos de 2022, y un tercero armado en Chile—, el acceso a la citada constelación de ISI Imagesat y la producción local de siete microsatélites en un laboratorio de tecnología de punta creado con ese fin.
Desbordes destaca que el SNSAT aportará los activos que el país necesita “para garantizar la autonomía y soberanía de las operaciones espaciales del país”. En concreto, pondrá a disposición de un grupo transversal de instituciones chilenas imágenes ópticas multiespectrales de alta resolución, de manera oportuna y precisa, que constituirán en bienes de uso público y factores relevantes para la formulación de políticas públicas. El nuevo enfoque intersectoRial y de trabajo en equipo busca convertir al espacio en otra variable de desarrollo para Chile, detalla el coronel Luis Felipe Sáez, subdirector de Asuntos Espaciales de la FACh. Hasta las personas, a través de aplicaciones móviles, podrán acceder a datos, anuncia el oficial. Múltiples actores El SNSAT integra a diversas instituciones.
“Es una muy buena señal que se abra a la comuniDad científica, a los desarrolladores tecnológicos, innovadores emprendedores”, resalta el miistro de Ciencia, Andrés Couve, Da especial relevancia a los futuros laboratorios de fabricación de satélites y de desarrollo de tecnologías espaciales, pues fomentarán “las capacidades universitarias e industriales de desarrollo tecnológico, la ciencia local y la vinculación con nuevas industrias asociadas para la fabricación de siete microsatélites, dos por cada año a contar de 2023, e instrumentación”. Su par de Transportes, Gloria Hutt, afirma que el país “dará un salto”, pues tendrá “información actualizada, con una mejor cobertura, sustantivamente mejor que la que podíamos tener con el FASat Charlie”, más una constelación de satélites que enviarán señales directas, en línea, “que nos permitirían reaccionar rápido, por ejemplo, ante desastros naturales” Para la Asociación Chilena del Espacio, que tiene más de 50 Profesionales de la ingeniería satelital, telecomunicaciones, derecho espacial, astronomía y otras especialidades afines, es un “salto cuántico”. Su presidente, Héctor Gutiérrez, cree que Chile recuperará el liderazgo espacial que tuvo en Latinoamérica en la década de 1960, cuando se levantó la estación de rastreo de Peldehue con la NASA, y que luego de caer a un sexto lugar sudamericano, a mediano plazo el país se ubicará tercero, des pués de Argentina y Brasil.
El punto pendiente, advierte, esla compleja y lenta implemen” tación de una Agencia Espacial Nacional mediante una ley, con personalidad jurídica y patrimonio propio, radicada en el Ministerio de Ciencia, que pueda su cribir acuerdos de cooperación bilateral espacial, una institución que, plantea, ya existe en todos los países de la región. Coincide el presidente del Consejo de Especialidad Aeronáutica y Espacio y secretario general del Colegio de Ingenieros, Sergio Wilhelm.
“Fuimos los precursores latinoamericanos en ingresar a la actividad satelital, pero nos superaron rápidamente y perdimos la hegemonía”, asegura, El nuevo sistema, plantea, permitirá que “por pri mera vez la ingeniería, la ciencia y la tecnología chilenas mirarán el espacio desde sus propios ingenios”, pues consolidará la soberanía espacial, al menos en el ámbito de la observación terrestre, operando y administrando sus necesidades de imágenes satelitales del territorio nacional”.