Autor: Por Lenka Carvallo
“Hasta hace poco me costaba hablar en público, me sudaban las manos”
“Lo peor es querer ser algo que no soy”, admite el jefe de gabinete, el cuarto en lo que va de este gobierno.
“Si ahora me critican por no ser un ministro del Interior clásico, me parece natural; los cambios de paradigma siempre generan ruido”. Yo no existiría si no fuera por un niño de 14 años que a comienzos del siglo pasado llegó solo en un barco desde Palestina; sin su fortaleza, yo no estaría aquí”, declara el ministro del Interior Rodrigo Delgado Mocarquer, con sangre árabe por parte de madre.
“En ese tiempo Palestina estaba invadida por el imperio turco otomano), la situación era muy compleja; los niños podían ser enrolados en el Ejército y morir... Muchas madres iban con sus hijos al puerto y ellos viajaban solos dos meses”. En Chile la familia tenía un pariente lejano en la Ligua. Hasta ahí llegó su abuelo quien tuvo que trabajar desde muy joven. “Es fundamental no olvidar los orígeVAUS Rodrigo Delgado: Nes ni perderse en los éxitos pasajeros.
Debes tener claro de dónde vienes para proyectar hacia dónde quieres ir”, asume este sicólogo de 46 años, egresado de la Universidad Andrés Bello, alcalde de Estación Central durante tres períodos, casado con la ex modelo de TV, Nicole Nef, padre de tres hijos (de 7 años y mellizos de 5). La historia es la misma que la de muchos palestinos que desembarcaron en Chile entre 1910 y 1950, abuelos que hoy cuentan con no pocos descendientes en el mundo de la política.
Como Gustavo Hasbún —ex alcalde de Estación Central y ex diputado de la UDI, quien avaló la carrera de Delgado en el sector municipal—. También quien fuera su “vecino” en la comuna de Recoleta, Daniel Jadue. “Lo conozco hace muchos años. Cuando vino Silvio Rodríguez a Chile (en 1990, tras el retorno de la democracia) fuimos al Estadio Nacional con un grupo de compañeros del colegio Arabe.
Daniel no estaba en mi curso; era mayor que yo y daba clases de dabke (danza tradicional de Oriente Medio). Me encantaba Silvio, tenía todos sus cancioneros... Con Daniel conversamos permanentemente; pasé a verlo en mis recorridos como ministro para hablar de los temas que le preocupan a la comunidad, como la seguridad. Si a él le va bien, a todos nos va bien.
La vida da muchas vueltas y a veces uno se reencuentra con mucha gente”. Rodrigo Delgado se crió en La Ligua donde la familia forjó su propio imperio, con propiedades, ferreterías y hasta una multitienda (todo a través de Mocarquer e hijos Limitada). “Estudié en el único colegio de hombres que había en La Ligua, en la Escuela D4.
Ahí tenía compañeros de distintas realidades; algunos caminaban kilómetros para llegar a clases y andaban con los zapatos gastados, rotos; ellos venían a mi casa a hacer las tareas o yo iba a la suya en una mediagua en un cerro. En el “82 fuimos a Disney y cuando volví estaba toda la escuela esperándome. Tuve que disertar ante los alumnos para contar cómo era. Ese contraste me marcó. A mis niños trato de enseñarles las distintas realidades; es una obligación moral”. “Era muy tímido. Hasta hace poco me costaba hablar en público.
Cuando partí en la dirección de Desarrollo Social de la comuna, me sudaban las manos cuando tenía que hacer una presentación... Consideraba que el cargo era enorme; igual como me pasa ahora, aunque he ido superando los miedos. Lo que sí me ha costado —reconoce— es acostumbrarme al nivel de seguridad que viene con este cargo. Mis escoltas se complican porque a veces voy caminando a comprar un café... Cuando era alcalde tenía a mi conductor que era casi un amigo; me pasaba a buscar y salíamos. Ese era todo mi nivel de seguridad y nunca me pasó nada muy grave. Aquí hay una cápsula (como se llama a la caravana de seguridad); escoltas, un monitoreo constante. Echo de menos las cosas simples”. A Nicole Nef (relacionadora pública, con quien está casado hace 8 años) la conoció por medio de una amiga en común. “Yo no sabía que era famosa —dice sobre la ex chica Mekano—. Soy mayor que ella por 12 años y no estaba al tanto de esos programas. Hoy la diferencia de edad no es tema”. Su mujer es hija de Adolfo Nef, quien fue portero en Universidad de Chile, Universidad Católica y Colo Colo. “Es una gran carta de presentación; es muy querido; jugó en los tres equipos más populares y no genera anticuerpos. Hablamos harto de fútbol.
Siempre le digo que le faltó estar en el mejor de los grandes: Palestino”. En la dimensión desconocida Hoy, pasados 50 días en el ministerio del Interior, y al cierre de un año marcado por el estallido social y la pandemia, Rodrigo Delgado pone las cosas en la balanza. “Durante los primeros días en el cargo Estudié en el único colegio de hombres de La Ligua, la Escuela D4. En el '82 fui a Disney y cuando volví estaba toda la escuela esperándome. Tuve que disertar para contar cómo era”. A Daniel Jadue lo conozco hace muchos años. Cuando vino Silvio Rodríguez (en 1990) fuimos al Estadio Nacional con un grupo del colegio Arabe.
Daniel era mayor que yo y daba clases de dabke, un baile árabe”. La evaluación era con cuántos políticos me había juntado... Se olvidan de que bajo esta cartera hay tres subsecretarías (Interior y Seguridad Pública; Desarrollo Regional y Prevención del Delito), estamos a cargo de los intendentes y gobernadores, y al comienzo tuve que dedicar tiempo a trabajar con los equipos internos.
Muchos me dijeron que ha sido un año difícil, que están estresados... Les respondí: a mí no me hablen de estrés porque les gano; haber dejado de ser alcalde a las 5 de la tarde y a las 7 estar jurando como ministro del Interior es un componente adicional para cerrar un año tan particular e inolvidable”, describe con cierta ironía. Y evalúa: “Primero fue el estallido. Marcó un antes y un después para los alcaldes, sobre todo para las comunas más populares de la Metropolitana. Un cambio de paradigma. Y con la pandemia tuvimos que enfocarnos en un trabajo para el que nadie estaba preparado, más aún considerando que estamos entre los municipios menos autónomos del mundo.
Por eso me sumé al Apruebo, para que en el debate constituyente pudiésemos forjar los gobiernos locales que el país requiere”. —Hoy los que lideran las encuestas de camino a La Moneda son precisamente los alcaldes. —Es que si el estallido fue un upgrade, la pandemia fue la consolidación de los municipios y validó a los alcaldes como presidenciables.
Creo que también gestionó mi llegada a Interior. —Ud. fue hasta hace poco presidente de la Asociación Chilena de Municipios y ahora se encuentra al otro lado de la mesa social Covid. ¿Cómo es eso? —Fue tal cual como en la Dimensión Desconocida, cuando uno cruzaba al otro lado del espejo.
En la primera reunión nos reíamos; dijimos que íbamos a hacer todas las cosas que antes no pudimos y que hoy tengo la obligación de cumplir. —Representa un perfil distinto; es sicólogo mientras sus predecesores son casi todos abogados. Su experiencia proviene del mundo edilicio, no del ejecutivo o el parlamentario. Algunos dicen que le falta pedigrí político... —NOo sé si la carrera universitaria o política hace la diferencia sino que las experiencias de vida. Mi título de sicólogo se suma a mi trabajo como director de desarrollo social y luego alcalde de Estación Central. El resultado es una sensibilidad especial en el contacto con la gente.
Las horas de calle marcan una diferencia. —También lo critican porque no habría logrado imponer su agenda como ministro del Interior. —Si el Presidente optó por mí es porque quiso dar un giro hacia un liderazgo más cercano a la gente. Asumí este desafío por mi experiencia previa, por mi mirada de la sociedad y de los problemas. Ese es mi estilo. No soy un ministro del Interior clásico. Lo peor en la vida es tratar de ser algo que uno no es.
Si ahora me critican, me parece natural; los cambios de paraDigma siempre generan ruido. —En esas críticas políticas, dicen que se le ha visto poco en el Congreso. —Efectivamente... He tenido una agenda que no me ha permitido ir tanto como he querido, aunque he participado en las distintas comisiones del por zoom, y a través de contactos telefónicos con muchos parlamentarios o reuniones con ellos aquí en La Moneda. No todo pasa en el Congreso. Tengo que encontrar un equilibrio entre lo ciudadano y lo político... Me levanto muy temprano y me acuesto muy tarde pensando en eso. En empeño no me quedo.
Cervezas con Chadwick, Blumel y Pérez “Tengo una muy buena relación con muchos en el gabinete a quienes conocía desde antes”. —Entiendo que también se juntó con sus predecesores en el cargo: Chadwick, Blumel y Pérez... —En mi segunda semana los invité a comer a mi casa.
Hubo un picoteo, cerveza... A los tres les tengo cariño; es una amistad que viene desde hace mucho tiempo, desde que yo era alcalde y me tocó sentarme al otro lado de este escritorio para plantearles mis temas. Se requiere de mucha humildad para este cargo y aprender de la experiencia de los otros. —¿ Alguna recomendación? —Lo que más me han preguntado es cómo estoy, cómo me he sentido en el cargo.
Estar aquí requiere de mucha entereza, templanza, saber soportar la presión. —Seguramente le dirán que el verdadero ministro del Interior no es usted sino Sebastián Piñera... —¿ El Presidente? Nooo... Algo incómodo, agrega: —A él lo conozco desde antes, pero nunca habíamos trabajado tan cerca.
Es una persona muy empoderada y pide saber detalles, lo que representa una gran exigencia; cuando hay que plantear temas hay que ir con una muy buena minuta, con datos contundentes, buenos argumentos... O mejor no ir. Pero es bueno, exige sacar lo mejor de cada uno... —Aunque hasta por ahí. Ya se habla del síndrome pato cojo... —Lo que yo veo es un pato muy bien montado. El 2021 marcará el futuro de las próximas décadas; trabajar por la reactivación económica, enfrentar la pandemia en esta nueva etapa; reformas importantes a carabineros... Son tan importantes los desafíos que no está permitido cojear.
Agrega: —Mi objetivo es dejar instalada la Agenda de Seguridad que incluye varios proyectos de ley, uno ad portas de salir que es sobre los fuegos artificiales, que tipifica el porte, traslado, uso, almacenamiento y fabricación como un delito y ya no como falta.
A algunos les llamó la atención por qué puse tanto énfasis, pero a la gente que vive en sectores populares, más que un signo de entretención, representan inseguridad, una calidad de vida a la Baja que se relaciona con bandas de narcotráfico y drogas... También hay que seguir avanzando en la ley de Control de Armas, que ha estado mucho tiempo en un debate que hay que reenfocar y que es una responsabilidad transversal, no sólo del Congreso. Y es imprescindible sacar adelante la ley que sanciona y modifica cuerpos legales para perseguir a los narcos en cuanto a su patrimonio, y que permitirá intervenir a los que lucren con actos ilícitos. Otra ley es la que se mandará para tipificar de mejor manera la asociación ilícita. Esos son los temas que hoy preocupan a la gente más modesta y sensata que lo que quiere y merece es tranquilidad. En otra de sus tareas, Delgado asume que las elecciones del 11 de abril serán un tema complejo. “Por primera vez irá unida la votación de constituyentes, alcaldes y gobernadores. La municipal tiene que ser una elección favorable para nuestros candidatos y en eso estamos trabajando. Pero mi rol es asegurar que el debate constituyente esté libre de amenazas. Es inaceptable normalizar la cultura de las funas. Afecta a la democracia porque impide que los fiscales investiguen, que los parlamentarios hagan su trabajo. Y sería gravísimo que el día de mañana se amenace a quienes han sido elegidos para escribir la carta que trazará el futuro de Chile. El daño sería incalculable.
Si cada constituyente siente que no puede determinar libremente lo que piensa, sino puede haber una libre deliberación, si se va a inhibir, si va a cambiar su opinión y no decir todo lo que piensa, ¿qué podemos esperar de la nueva Constitución? —En cuanto a la pandemia, algunos alcaldes se reunieron con usted para ver la opción de aplazar las elecciones... — La preocupación es razonable. Si se toma como parámetro que en la primera ola hubo un desfase de tres meses respecto de Europa, la segunda —con una nueva cepa más contagiosa— podría estar en Chile en marzo. Esto coincidirá con una elección que tiene más papeletas, candidatos y opciones que el plebiscito. Los aforos serán probablemente los mismos y el flujo será parecido. Ellos planteaban mantener la municipal en abril y mover para la segunda vuelta presidencial (diciembre) los gobernadores y constituyentes.
Pero aún no tenemos una propuesta firme sobre la mesa. —A esas alturas ya se habrá vacunado buena parte del personal sanitario. —La proyección es que el primer trimestre se alcance una cobertura en torno a los 5 millones de personas. En lo logístico me ha tocado la seguridad en la ruta de la vacuna; hemos realizado incluso algunos simulacros. La Interpol emitió una alerta de eventuales robos y falsificaciones. Como en una primera etapa la vacuna será gratuita y proporcionada por el Estado, no me cabe duda que comenzarán a proliferar anuncios en redes sociales y páginas web de dudoso origen ofreciendo vacunación. Haremos una campaña para que las personas no caigan en la trampa.