Morosidad en sectores de menos ingresos
En las últimas décadas, la sociedad se ha vuelto muy permeable al consumo, estimulada porlas tendencias, las modas, elimpulso de viajar, las facilidades que ofrecen lossistemas de endeudamiento, como tarjetas de créditos bancarias y comerciales, asícomo el acceso alos préstamos y avances en dinero. Hace unos días la Universidad San Sebastián dio a conocer el Informe de Deuda Morosa, con datos del primer trimestre de 2024. Éste reveló que al cierre de marzo de 2024 seregistraron más de 4 millones de personas morosas en Chile, lo que significa que el 25,9% de la población mayor de 18años registra deudas impagas. La deuda vencida fuede8.690 millones de dólares, equivalente al 2,9% del Producto Interno Bruto, o el total de la riqueza que produce Chile. La deuda morosa promedio decada personaalcan1610s2,1 millones de pesos. El estudio dijo que las mujeres, los adultos mayores y los sectores socioeconómicos más pobres, son quienes están proporcionalmente más endeudados en Chile.
En contraste, el grupo ABCI, o de mayores ingresos, ha disminuido sus compromisos de deuda. la edad, el número de En cuanto a morosos jóvenes (de 18 a 29 años)ha disminuido 18% en el último año, mientras el número de personas con compromisos vencidos que conforman el grupo delos adultos mayores (70 años o más), ha crecido un 13% con respecto al primer trimestre de 2023. Este indicador, podría estar asociadoa dinámicas de incorporación reciente de cada vez más adultos mayores al mercado laboral.
No obstante, es frecuente que a los jóvenes universitarios se les ofrezcan productos bancarios, lo que constituye un riesgo sise considera que aún se encuentran estudiando, ho generan ingresos y dependen económicamente de sus familias, lo que supone que ingresarán al mercado laboral, quese encuentra bastante restringido, con compromisos financieros ya contraídos.
Por otra parte, está el endeudamiento de personas de la tercera edad, que muestra más tendencia a caer en el incumplimiento de pagos, la gran mayoría de los cuales no corresponde a la existencia de créditos hipotecarios, automotores o de consumo sino al recurrente avance en dinero que obtienen en tiendas comerciales y super mercados, quese utilizan parala adquisición de medicamentos, ali “mentos y calefacción, pero que tiene altas tasas de interés.
El endeudamiento no responsable, por sobre la capacidad de pago de las familias, ha llevado a un persistente aumento de la morosidad, que se acentúa en los períodos en que se deteriora la economía y el mercado del trabajo se restringe. Así, las personas que pierden sus empleos estables deben buscar otros más precarios, que en ocasiones sirven para sobre vivir pero no para asumir los compromisos que representa un endeudamiento excesivo. El panorama no es alentador, pues el aumento del endeudamiento se ve agravado por el alza dela desocupación y las perspectivas de encontrar un nuevo empleo se ven reducidas cuando hay problemas en la economía.
El tema noes distinto alos dramas que viven otros miembros de la co-munidad, cuyos sueldos no les alcanzan para solventar sus gastos y echan mano a las tarjetas bancarias, de farmacias y casas co'merciales para llegar a fin de mes. Sin embargo, en el caso de los mayores tiene una connotación más grave, porque atrás de ese endeudamiento está la evidencia de las escuálidas pensiones y de sus necesidades de medicamentos no cubiertas.
Esimportante tenerclaro los gastos fijos y saber cuáles el margen de ahorro y gasto familiar; no utilizar tarjetas de créditoen gastos pequeños y evitar aquellos que involucren pagarintereses, prefiriendo hacerlo en unao varias cuotas pero con precio contado. Porello, hay queactuarcon moderación al asumir esoscompromisos, ya sea con las multitiendas, los supermercados, las financieras o la banca. Editorial. En Chile hay más de 4 millones de personas morosas, lo que significa que el 25,9% de la población mayor de 18 años tiene deudas impagas. La deuda vencida total equivale al 2,9% del PIB.