Día del Veterano y por qué coincide con la Batalla de Chorrillos
Día del Veterano y por qué coincide con la Batalla de Chorrillos Fueron más de 23 mil hombres los que lograron la hazaña. Pocas veces en la historia chilena se había visto tanto valor y patriotismo como el 13 y 15 de enero de 1881, durante las batallas de Chorrillos y Miraflores, respectivamente.
No es coincidencia que el Día del Veterano se conmemore conmemore en esta fecha, dando justo homenaje a quienes lucharon y dieron sus vidas por la Patria, Patria, durante la Guerra del Pacífico (1879-1884). Los chilenos estaban bajo las órdenes del General General Manuel Baquedano, cuya dirección militar junto al brío de los soldados chilenos obligó a las fuerzas adversarias compuesta por casi 20 mil hombres a retroceder hacia el sector de Miraflores. En este hecho crucial para la Guerra Guerra del Pacífico participaron uniformados de los regimientos Buin, Esmeralda y Chillán, siendo apoyados por la caballería de los regimientos Granaderos y Carabineros de Yungay. Estos hechos de armas cumplieron el objetivo de la Campaña de Lima de ingresar a la capital capital peruana.
Y si bien la Guerra se extendió por otros dos años, la visión del Departamento Cultural, Histórico y de Extensión del Ejército (DCHEE), “en lo concreto, el Ejército peruano fue derrotado en Chorrillos y Miraflores”. “Batalla de Chorrillos puede definirse, en toda su dimensión, como uno de los mayores ejemplos ejemplos de planificación y ejecución militar de la Guerra del Pacífico: fue la que concentró la mayor mayor cantidad de fuerzas en combate y en donde quedó demostrada la tenacidad, no solo de los atacantes, sino que también la de los defensores”, defensores”, agregan desde el DCHEE. La bravura de los soldados chilenos no quedó inadvertida.
Sin embargo, fue en 1926 cuando se instauró el 13 de enero como el Día del Veterano, Veterano, recordando la gesta en que miles de chilenos, chilenos, militares y civiles movilizados, dieron un paso al frente por Chile y sus familias. z ___ % y por qué coincide con la Batalla de Chorrillos I De acuerdo a la versión entregada oficialmente por el Ejército de Chile, esta importante conmemoración tiene el doble propósito de realzar el aporte de quienes entregaron su vida por el país y también poner en valor esa confrontación como un ejemplo exitoso de planificación y ejecución militar durante durante la Guerra del Pacífico.. - 1 1F, Murieron más soldados chilenos por infecciones que por balas De los casi 10.000 fallecidos que sufrió Chile durante la Guerra del Pacífico, ahora sabemos que más de la mitad de esa cifra fueron en realidad realidad víctimas de enfermedades como la viruela, el dengue, la fiebre amarilla o el tifus.
En el Día del Veterano del 79, Tarapacá devela un capítulo desconocido de esa Memoria Colectiva gracias a nuevas investigaciones, provistas de datos datos más certeros y con una nueva mirada sobre lo que hasta ahora se entendió por “patriotismo”.. _4___.. Día del Veterano y por qué coincide con la Batalla de Chorrillos Isabel Frías Periodista UC La Guerra del Pacífico resiste con gran lozanía y fuerza el interés interés del público lector a pesar del paso del tiempo, aportando hitos relevantes a la memoria histórica de nuestro país, mientras mientras diversos autores aprovechan esta motivación incombustible para divulgar estudios más actualizados, actualizados, sometidos a mayores mayores escrutinios intelectuales así como revisitar sucesos militares no suficientemente interpretados interpretados en su momento: el primero de ellos se conmemora cada 13 enero, ocasión en que se recuerda recuerda a los “Veteranos del 79” que recuerda a aquellos combatientes combatientes que sobrevivieron al conflicto que cambiaría nuestras fronteras para siempre.
Uno de los enfoques más llamativos llamativos que han salido a la palestra palestra viene de la mano de un nuevo cruce de datos respecto a la población chilena existente durante esos cinco años en que se desarrolló el enfrentamiento. enfrentamiento.
También, la opinión pública puede acceder a conocer de qué manera la sociedad chilena se modificó tras el conflicto armado librado en los territorios que hoy alberga Tarapacá, pero también a las vecinas regiones de Antofagasta Antofagasta y de Anca y Parinacota.
El punto de partida lo esboza muy bien Mauricio Pelayo en su libro Los que no volvieron: los muertos en la Guerra del Pacífico, Pacífico, donde el autor informa que las bajas chilenas sumaron un total de 9.253 muertos, de las cuales 8.898 correspondieron al Ejército y 355 personas en su mayoría proveniente de una sola acción naval liderada por la Armada, Armada, en Iquique, el 21 de mayo de 1879.
La nueva perspectiva aparece cuando se efectúa un análisis riguroso riguroso a la composición de estos caídos, donde aparece que de esos 8.898 fallecidos pertenecientes pertenecientes al Ejército apenas 3.670 personas murieron bajo acciones de combate, mientras los restantes restantes 5.228 soldados fallecieron como consecuencia de enfermedades enfermedades letales muy arraigadas en los territorios en disputa. En tanto, respecto de las 355 bajas bajas de la Armada, 46 perdieron la vida por efecto de un entorno sanitario adverso.
Tal como apunta Edgardo Mackay Schiodtz en la publicación “Medicina militar chilena durante la Guerra del Pacífico casi un tercio más que los muertos en batalla “cayeron víctimas de otro enemigo aún más implacable: las tercianas, la viruela, la fiebre amarilla, amarilla, el tifus, el dengue y otros padecimientos padecimientos igualmente fatales”. De hecho, al momento de iniciarse el enfrentamiento, nuestro país contaba con una sola escuela de medicina y el número de médicos ascendía a alrededor alrededor de 300 profesionales, de lo cual se llega a la conclusión de rigor: “La organización militar chilena afirma Mackay no tenía servicios de sanidad preparados para enfrentar un conflicto de la envergadura del que se desarrolló a partir de abril de 1879, y el Ejército apenas contaba con un pequeño hospital hospital en Angol, además de algunas paupérrimas paupérrimas instalaciones sanitarias en la región de La Araucanía, necesarias en virtud del permanente estado de guerra guerra en la zona”. De esta manera, la ciudadanía civil comienza a visibilizar el fondo más doloroso de ese pasaje de la historia del país: Desde Desde que las tropas chilenas se desplegaron en suelo enemigo peruano, aquel contingente inflamado de patriotismo se enfrentó a un enemigo invisible, virtualmente virtualmente desconocido para un personal de tropa que fue desplazado desde zonas con clima mediterráneo mediterráneo de la zona central chilena, chilena, y llevados a regiones donde habían otros vectores vectores infecciosos, propios de zonas tropicales y subtropicales, subtropicales, que es donde les tocó combatir.
De esa manera, “enfermedades “enfermedades como la malaria, el paludismo, el dengue, la fiebre amarilla, la disentería disentería y la peste bubónica a la que se sumó posteriormente posteriormente una dolencia propia de la zona serrana conocida conocida como verruga peruana, peruana, empezaron a diezmar a estos hombres, aquejados aquejados además de una falta crónica de médicos y de medicamentos adecuados, y obligados a sufrir condiciones condiciones sanitarias absolutamente absolutamente precarias”, explica de manera detallada el autor, autor, hijo de un oficial de la Marina y de una profesora oriunda de Río Gallegos, Argentina. CAMPAÑA DE LA SIERRA Los conocimientos médicos médicos indican que las tercianas tercianas era una variedad de fiebre palúdica que provocaba provocaba temperaturas elevadas elevadas en los infectados, debilidad y eventualmente la muerte. También se describían describían como “una fiebre maligna de las costas del Perú que solía durar años.
Desde la ótica clínica era una enfermedad que provocaba que, “aún hasta los más fuertes y robustos terminaban muriendo muriendo en medio de vómitos”. Al contagio de esta dolencia, se sumaría sumaría rápidamente la temida viruela, otro mal que elevaría los indicadores indicadores de mortandad durante toda la travesía por el desierto hasta llegar a la capital peruana, cuando Chile adquiriría la calidad de vencedor. De un modo insospechado, el avance avance exitoso hizo que la llamada Campaña Campaña de la Sierra fuera incluso más compleja que la de Tarapacá para el Ejército de Chile.
“Entre los años 1881 y 1883 chilenos y peruanos se enfrentaron en un territorio agreste agreste en los contrafuertes andinos, escasos de alimentos y expuestos al rigor de un clima despiadado, causante de infecciones de toda índole, partiendo por una epidemia de tifus propagada por el contacto con parásitos como piojos y pulgas que provocaba dolores corporales y erupciones, y otra de fiebre amarilla, amarilla, transmitida por mosquitos, que causaba fiebre, dolor de cabeza y náuseas, además de vómitos, generando generando problemas renales, hepáticos y cardíacos con consecuencias fatales fatales para las tropas chilenas”. Capítulo especial tiene en la Guerra del Pacífico una enfermedad conocida conocida como verruga peruana, la cual era transmitida por la picadura de un mosquito y que provocó severos estragos “con unos síntomas que se traducían en el sangrado de unas espantosas verrugas, fiebre elevada, elevada, malestar general con dolor de articulaciones y músculos y anorexia, anorexia, entre otras dificultades”. Finalmente, los registros hablaron de 2.998 licenciados por invalidez, pero todavía restaba concluida la guerra que se promulgara la Ley de Recompensas Militares para contener a los veteranos que regresaron regresaron “amputados” y que generaría la cultura de las mutualidades chilenas chilenas aún por revalorizar.
En definitiva, definitiva, esta nueva conmemoración en recuerdo de los Veteranos del 79 es una invitación a dar otra mirada a los que hasta ahora se entendió por “patriotismo”.. 4 A 1 / ¿ VERRUGA PERUANA.