La lucha contra la violencia de las barras bravas argentinas: el otro frente de Bullrich en seguridad
La lucha contra la violencia de las barras bravas argentinas: el otro frente de Bullrich en seguridad MIEMBROS de la barra brava de Boca Juniors no podrán ingresar a estadios argentinos por orden del gobierno.
FRANCE PRESSE E l fútbol argentino vive un recrudecimiento de la violencia en los estadios, con el registro de incidentes entre barras bravas y la policía, el porte de armas de fuego en recintos deportivos, la venta de drogas y los asesinatos de hinchas por disputas internas, que han hecho saltar las alarmas del gobierno del libertario Javier Milei, y de su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que prometió "mano dura" contra la violencia en el fútbol, y la implementación de nuevas políticas para su prevención, como la prohibición de la entrada "de por vida" a los estadios de hinchas violentos, y que según los expertos tiene el objetivo de disuadir a los fanáticos de cometer delitos, así como de dar al gobierno mayor legitimidad política.
En ese marco, el Ministerio de Seguridad anunció el martes pasado la prohibición de concurrir a recintos deportivos, "por tiempo indeterminado", a 57 barras bravas del equipo Boca Juniors, que fueron detenidos con armas de fuego cuando viajaban rumbo a un partido del popular club argentino en la provincia de Córdoba, que se disputaba el pasado 30 de abril.
Durante la inspección que hicieron las fuerzas de seguridad, encontraron en el bus en que se transportaban pistolas y revólveres que estaban escondidos debajo de los asientos, en paneles lumínicos y hasta en el piso del vehículo. "Todo ello con el claro objetivo de que las Fuerzas de Seguridad no percibieran las mismas", denunciaron las autoridades. "Llevaban cuatro armas de fuego, escondidas, con balas en las recámaras. ¿Qué iban a hacer? Hay una acción delictiva premeditada, y esa es la razón por la que el Ministerio de Seguridad, acompañando la imputación de la justicia, decidió resolver el derecho de admisión de estas 57 personas", dijo la ministra Patricia Bullrich, tras anunciar la prohibición, publicada en el Boletín Oficial del país. La medida "puede ser por tres meses o de por vida", detalló el director de Seguridad Deportiva de la Nación, Franco Berlín. "A la cancha con armas, no. El que las hace, las paga", cerró la ministra de seguridad en una publicación en X. "Podrán ir a la justicia, pero seguiremos duros en la decisión" agregó. Se trata de la primera vez en la historia de Argentina que se veta a hinchas por un "tiempo indeterminado", puesto que antes solo se había hecho por un período definido.
En febrero pasado, se prohibió el ingreso a todo evento deportivo de 30 hinchas de River Plate de distintas facciones que se enfrentaron previo a un partido, pero solo durante 4 años, y en marzo varios integrantes del Club Instituto Atlético Central Córdoba, que también protagonizaron enfrentamientos, recibieron sanciones que les impedirán ingresar a estadios por hasta tres años, y que marca un giro de mano dura contra la violencia en el fútbol liderado por la administración de Milei.
La medida fue adoptada por la ministra Bullrich, según explicó, para frenar la "escalada de extrema violencia" entre las facciones de hinchas, y es que además de protagonizar disturbios, este año también un fanático de Chacarita fue asesinado en medio de un enfrentamiento entre dos bandos de la barra brava local, y un día después falleció un seguidor de Gimnasia de Mendoza por una herida de arma blanca en una disputa entre seguidores de ese club. En total, según Salvemos al Fútbol, una organización que recopila datos publicados en medios de comunicación, unos 159 hinchas han muerto en hechos violentos vinculados al deporte desde inicios del año 2000.
Para evitar que los delitos se expandan, a su vez, la ministra Bullrich informó que está trabajando con la Embajada de Estados Unidos para lograr que 15.000 hinchas que ya tienen restricción de admisión en Argentina no puedan ingresar a los estadios donde se disputen los partidos de la Copa América en el país norteamericano, que se jugará entre el 20 de junio y el 14 de julio. El registro de personas con derechos de admisión en espectáculos futbolísticos se creó para prevenir los delitos y está a cargo del Programa Tribuna Segura, según informó el Ministerio de Seguridad. El gobierno argentino quiere "mostrar gestión a partir del combate a las barras", sostiene Diego Murzi, sociólogo argentino, investigador del Conicet y autor del libro "Fútbol, violencia y Estado.
Una historia política de la seguridad deportiva en Argentina", en conversación con "El Mercurio". "La herramienta del derecho de admisión les restó margen de maniobra a las barras, que en Argentina, cada vez más, y sobre todo las barras de los equipos grandes, están vinculadas a actividades de las economías informales, y a veces criminales", añade. "El gobierno ha tomado medidas contundentes para controlar a las barras bravas e implementar una política de `mano dura' en los estadios.
Esta decisión se basa en una serie de factores que van desde la prevención de la violencia hasta la búsqueda de legitimidad política", concuerda Eduardo Muñoz, experto en criminología y seguridad, y columnista del medio argentino MDZ online. "Las barras bravas han sido históricamente asociadas con actos violentos y delictivos en Argentina.
El gobierno busca prevenir incidentes que pongan en riesgo la seguridad de los espectadores y participantes a través de medidas disuasorias como prohibiciones severas, que tiene como objetivo desalentar la participación en comportamientos violentos o delictivos. Y adoptar una postura firme contra la violencia en el deporte puede aumentar la legitimidad del gobierno ante los ojos del público", agrega.
Problemática En ese sentido, el desafío urgente para Patricia Bullrich, que también se enfrenta a un aumento en los delitos ligados a las bandas del crimen organizado, y que fue ministra de Seguridad durante el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), es redoblar el control sobre las barras bravas, explican los analistas, que en Argentina son un actor protagónico de la violencia ligada al fútbol y que ejercen un gran poder sobre los territorios en los que operan, lo cual les da autoridad sobre economías ilegales como la reventa de entradas, el comercio en espacios públicos cerca de los estadios, y la venta de drogas en los recintos.
Los medios argentinos incluso han llegado a tildarlas de "mafias", dado que las pandillas también han participado en crímenes más graves, como la extorsión y los asesinatos, principalmente a raíz de enfrentamientos violentos por disputas internas y por la rivalidad entre grupos de hinchas.
Es en este escenario que se generaron duras críticas contra Bullrich, por el nombramiento este año de Franco Berlín, su exchofer personal y un estudiante de abogacía de 25 años, en el cargo de director de Seguridad Deportiva del país, a quien achacan una falta de experiencia en un área crítica en cuanto a criminalidad, y en cambio, los expertos proponen un mayor enfoque preventivo y de diálogo con las barras para hacer frente a estas poderosas organizaciones. "Las medidas de Milei son un punto de partida, pero se necesita una estrategia integral y duradera que aborde las causas profundas de la violencia en el fútbol para lograr un cambio real. Un enfoque preventivo, el diálogo entre los diferentes actores y la inversión en investigación son cruciales para erradicar este flagelo del deporte", comenta el especialista Muñoz.
Ante una escalada de crímenes La lucha contra la violencia de las barras bravas argentinas: el otro frente de Bullrich en seguridad EVA LUNA GATICA El gobierno prohibió la entrada "de por vida" a los estadios a un grupo de hinchas de Boca Juniors, una medida sin precedentes en Argentina y con la que la ministra de Seguridad prometió imponer "mano dura" frente a la violencia en el deporte..