Colapso de cementerios públicos: atrapados en las urbes y sin espacio para más sepulturas
Colapso de cementerios públicos: atrapados en las urbes y sin espacio para más sepulturas "Ya no hay espacio", repiten administradores de cementerios que enfrentan la crítica falta de sepulturas para seguir recibiendo difuntos. Asfixiante en algunos casos, como Ancud, donde, al ritmo de las actuales inhumaciones, en siete meses ya no tendrán aforo para nuevas personas fallecidas. Ya en 2022, un catastro en urbes de más de 15 mil habitantes, del proyecto Ciudad de los Muertos, encabezado por el arquitecto Tomás Domínguez, confirmó que 27 municipios no tenían cementerio. Quilpué (148 mil habitantes), Villa Alemana (125 mil) o San Antonio (86 mil) figuraron entre aquellas con mayor población. La segunda tampoco tiene parroquial, aunque el municipio menciona que hay uno privado. Asimismo, en el caso de 25 municipios que cuentan con uno actualmente, este está saturado y sin posibilidad de crecer por estar rodeado de tejido urbano. Eso ocurre en seis capitales regionales: Arica, Iquique, Antofagasta, Copiapó, Coquimbo y Valparaíso.
El escenario de norte a sur Históricamente, los terrenos de los cementerios se encontraban a las afueras de la ciudad o en el patio de las iglesias, pero el crecimiento de las urbes los ha ido rodeando. "Ya no queda más espacio para nuevos nichos", admite la Municipalidad de Copiapó, en proceso de diseño para uno nuevo que requiere $2 mil millones, para lo que buscará apoyo del gobierno regional.
El de Ancud, con cerca de 400 años, hace rato está al límite. "Ya no tiene espacio y si no se realizara ninguna acción, tiene una vida útil de 5 a 7 meses", enfatiza Alfredo Caro, de la Oficina de Medio Ambiente de la comuna chilota. "Compramos un terreno y tenemos un proyecto para cerca de 1,5 hectáreas en el sector Pupelde", acceso sur a Ancud, agrega. La frase se repite en el extremo norte: "Ya no tiene espacio", dice Gerardo Espíndola (PL), alcalde de Arica, respecto del Cementerio Municipal, cercano a uno de los principales accesos al centro de la ciudad.
La sobrepoblación, plantea, "obligó a utilizar el cementerio en el poblado de San Miguel de Azapa", a unos 11 kilómetros al este de la ciudad, a pocas cuadras de un museo arqueológico que conserva momias de la cultura Chinchorro.
En La Serena, en la Corporación Municipal Gabriel González Videla comentan que La Antena tiene más de 120 mil sepultaciones y que por su superficie, y por estar rodeado de poblaciones, ya no es posible aumentar su aforo. Por ello, el servicio se ha mantenido gracias a exhumaciones, traslados y también reducciones de nichos. Dificultades para gestionar "Reordenar" nominan a ese proceso que se da con sepulturas muy antiguas, con permisos vencidos o abandonadas, que son recicladas tras exhumar restos que van a un osario. Esa situación es "dolorosa para las familias afectadas. En muchos casos los restos pierden su identidad, terminan en una huesera común o incinerados", dice Domínguez. "Para nosotros es muy difícil. Estamos tratando de llegar a acuerdos con los municipios.
Hay algunos colapsados, como el de Quemchi", afirma el obispo de Ancud, Juan Agurto, de cuya diócesis dependen 27 parroquias, la mayoría de las cuales tiene un camposanto. "Se construía la iglesia y se construía el cementerio", remarca el prelado, quien recuerda que "hay cementerios muy antiguos acá, parroquiales, porque era un servicio para las comunidades, una necesidad social, desde antes de 1800, antes de la República". El obispo sostiene que le escribió al alcalde de Quemchi, Luis Macías (ind. ), "para que lo veamos", porque no hay personas contratadas para administrar esos recintos, "son voluntarios" y a veces ocurren situaciones complejas. "Algunos se pasan y construyen un poco más allá, un mausoleo o una tumba, y pisan la de al lado, y empiezan los reclamos. Es una cosa bastante trágica", reconoce Agurto.
Alternativa de crematorios En Talca, Carlos Severo, administrador del Cementerio Municipal, afirma que "no podemos hablar todavía de sobrepoblamiento, porque tiene 12 hectáreas" y quedan unas cuatro libres en que se podrá construir para unos 25 ó 30 años más. "Pero como cementerio tenemos que tener una superficie del 20% del total para sepultaciones temporales, personas indigentes o que no tengan recursos", precisa. En La Serena, donde "afortunadamente" tienen otro cementerio en el sector Las Compañías, presentaron un proyecto de crematorio municipal que está en revisión en el Ministerio de Desarrollo Social.
Algo similar ocurre en Iquique, donde, pese a la crisis generada por la pandemia que los obligó a construir dos nuevos pabellones, bajó el estrés y seguirán ampliando al mismo tiempo que iniciarán una prefactibilidad para uno nuevo.
El caso de la capital y otros El Cementerio General de Santiago es el camposanto más extenso. "La situación es mala, pero no de las peores del país, porque todavía hay espacio para los pobres", agrega Domínguez. Aunque su disponibilidad va a la baja.
Incluso esa reserva para personas sin recursos, que debiera ser del 20%, llega solo "a 13% de sus 80 hectáreas, incluidas unas canchas que la Contraloría observó como irregulares dentro del camposanto en 2009, y esa superficie disminuye año a año, porque la administración resta espacio de sepulturas de pobres para vender terrenos perpetuos a familias (bóvedas y galerías de nichos)", afirma.
Según Domínguez, desde la década del 70, "se acabó el terreno para construir mausoleos y el Cementerio General se ha ido densificando de manera tóxica, porque no se han adicionado nuevos terrenos contiguos". También añade que para tener resolución sanitaria debiera adquirir al menos 15 a 20 hectáreas de terrenos colindantes. "Desde entonces, y hasta que se declaró monumento nacional, se estuvieron construyendo tumbas en las calles y en el casco antiguo fueron cerrados 45 tramos de calles por los que hoy no pueden transitar vehículos ni funerales (... ). Siguen loteándose calles, pero fuera del casco antiguo", agrega.
Seis capitales regionales tienen recintos que ya no pueden crecer Colapso de cementerios públicos: atrapados en las urbes y sin espacio para más sepulturas SOLEDAD NEIRA FARÍAS y EQUIPO DE CIUDAD Traslados, exhumaciones y reordenamiento de nichos son algunos de los paliativos para enfrentar la difícil situación en los camposantos. PUERTO MONTT. -Completamente colapsado está el cementerio en Población Modelo, que no tiene espacio para seguir creciendo en medio de la ciudad. "No hay dónde caerse muerto", bromean cuidadores y estacionadores de autos. SOLEDAD NEIRA TALCA. -Cuatro hectáreas donde podrían construir cinco mil nichos tienen en Talca, donde el concejo municipal entregó un sitio para la familia circense. JUAN CARLOS ROMO `` Estamos conversando con los municipios. Hay desorden, porque trabajan solo voluntarios, se construyen nichos, una tumba, un mausoleo, y pisan la de al lado, y empiezan los reclamos. Es una cosa bastante trágica".. ............................................................... JUAN AGURTO OBISPO DE ANCUD.