Portada Fitch remarca que incertidumbre traba la inversión, especialmente en sector no minero
Para que repunte el crecimiento del país, la clasificadora ve que se debe impulsar la inversión en todos los rubros, aunque pesan incertezas relacionadas con los debates tributario y previsional. CATALINA Para la clasificadora de riesgo Fitch Ratings, la inversión en Chile ha sido más débil de lo previsto.
Según explicó Saúl del Real, director de clasificaciones soberanas y analista jefe de Chile en Fitch, aún hay desafíos pendientes para recuperar el desembolso de capitales extranjeros en sectores no mineros de la economía, junto con apuntalar la confianza empresarial a los niveles previos al estallido. Las cifras del Banco Central muestran una baja en la inversión respecto al año anterior.
La formación bruta de capital fijo —que da cuenta del uso de la inversión por parte de las empresas— anotó una baja interanual del 4,1% en el segundo trimestre, de acuerdo al informe de cuentas nacionales. Por otro lado, el flujo neto de la inversión extranjera directa (IED) disminuyó en US$ 3.732 millones en el segundo trimestre de este año.
Incertidumbre En el evento anual de Fitch Ratings sobre Chile, Del Real remarcó que el deterioro en la tendencia del crecimiento en la última década en el país se debe a la caída en las tasas de inversión y a la disminución de la productividad. En ese sentido, el analista ve una situación dispar en el sector minero y en la inversión en los otros rubros de la economía.
La mayor demanda de metales para la transición energética ha impulsado la inversión en el sector minero de cobre y el litio, en donde los extranjeros están liLa clasificadora de riesgo Fitch Ratings mantuvo en julio la clasificación de Chile en A-. El valor más alto que se puede obtener es AAA. Destacan que confianza empresarial no retorna a niveles previos al estallido, pese a mejor precio del cobre: derando en inversiones, dijo Del Real. “En el sector minero hay más intereses de inversionistas, más extranjeros”, afirmó. Fuera del ambiente favorable de negocios, Del Real también observa una menor incerteza en este sector, debido a la aprobación del royalty minero. “En ese sector ya está más claro el entorno tributario”, comentó. Por este motivo, el trabajo del Gobierno estaría en despejar las dudas para los rubros no minero. “Tenemos que ver más claridad en los otros sectores para que impulsen la inversión”, afirmó Del Real. Pese a que la incertidumbre del país disminuyó tras los dos fallidos procesos constitucionales, aún hay fuentes que pueden causar nerviosismo en los inversionistas. En particular, el analista destacó en varias ocasiones durante su presentación que los debates tributario y previsional, ambos en discusión en el Senado, son fuentes de incertidumbre. A estas dos discusiones se le suma el aumento de la percepción de inseguridad, que afecta las perspectivas y los índices de confianza. Del Real indicó que estas fuentes domésticas se traducen en pesimistas perspectivas del sector privado, lo que a su vezimplica una menor inversión. Chile tiene una calificación soberana de Acon perspectiva estable por parte de Fitch Ratings.
Una mejora se daría en el caso de que se vea una trayectoria a la baja de la deuda pública y una consolidación fiscal, junto con una mejora en las perspectivas macroeconómicas que ayuden a aumentar el PIB per cápita. Una nueva baja en la calificación podría ocurrir si aumenta la deuda pública por un mayor gasto social, o si el estancamiento político socava la gobernabilidad. En terreno negativo La clasificadora de riesgo también notó que la confianza empresarial se ha mantenido por debajo de los niveles que registraba previo al estallido. Por ejemplo, el Indicador Mensual de Confianza Empresarial suma más de 30 meses en terreno negativo, desde febrero de 2022. “A pesar del aumento de los precios del cobre, que normalmente influyen en otros indicadores empresariales, los niveles de confianza están por debajo de aquellos previo al estallido”, dijo Del Real.
Sobre este punto, para la clasificadora existen impactos de largo plazo vinculados a la crisis social, a lo que se le suman los efectos de incertidumbre por las demoras en finalizar el régimen tributario y previsional.
Del Real sostuvo que la clasificadora de riesgo ha ido siguiendo el pacto fiscal, y que están esperando a que el proyecto de reforma de impuesto a la renta se materialice e ingrese al Congreso para ver cuál será el efecto que tendrá, especialmente a nivel político y en el mundo empresarial.