Autor: Alfredo Schmidt Vivanco
Buena educación
Señor Director: A Marcela Cubillos se le describe como valiente, corajuda detrás de un micrófono. Y no digo que no lo sea, pero, valientes y corajudas son las profesoras que hacen sacrificadas y difíciles clases en apartadas escuelas rurales. Las que tienen que atravesar el Río Ñuble por puentes que se lo lleva el viento, o caminar por largos caminos de tierra, para ganar un mísero sueldo de $600.000 mensuales. Un abismo ante los 17 millones de la profesora Cubillos, de la Universidad San Sebastián. El sistema de universidades privadas fue un gran logro que ha permitido a miles dejóvenes acceso a la educación superior, y porlo mismo no lo podemos desprestigiar ni destruir por malos manejos. Las universidades como fin el lucro, su objetivo es la buena educación, no son el botín o sede de partidos políticos, o el lugar donde van a acabar políticos (as) sin “pega”.