EL DEBATIDO INFORME DEL PNUD: ¿Radiografía social o relato para el Gobierno?
Más de 300 menciones en medios, sobre 70 editoriales y columnas. Las cifras del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) demuestran que su lanzamiento más reciente, el Informe sobre Desarrollo Humano en Chile 2024, ha dado de qué hablar.
Entregas anteriores ya habían generado un efecto similar, como ocurrió, por ejemplo, a fines de los 90 con el recordado documento sobre las paradojas de la modernización, que empujó a la izquierda a un largo debate interno sobre el rol de la Concertación y posicionó al malestar como concepto clave.
Era una lectura que muchos recordaron cuando Michelle Bachelet inició su segundo período de gobierno, con el sociólogo Pedro Güell coordinador ejecutivo del informe de 1988 y miembro del equipo investigador de esta nueva edición como uno de los asesores más influyentes de La Moneda. La versión más reciente del informe, titulada “¿ Por qué nos cuesta cambiar?” tuvo una inmediata acogida en el oficialismo.
A dos años del fracaso del primer proceso constitucional y a poco de que se cumplan cinco desde el estallido, la vocera Camila Vallejo sostuvo esta semana que el documento “demuestra que en nuestro país la gente aún quiere y necesita cambios”. Intervenciones del Presidente Boric, en tanto, al hablar por ejemplo de un “señor que se creía todopoderoso” en el contexto del rol de Luis Hermosilla en el caso Audio, han recordado a algunos analistas el lugar de la élite en el informe. Con el correr de los días, el voluminoso documento de más de 300 páginas ha generado críticas de distinta índole, incluso desde personas que lo consideran un aporte al debate.
Algunas son metodológicas o conceptuales, y, otras, cuestionan si es una radiografía certera de la sociedad chilena o un relato político para un sector. ¿UN RELATO?El informe, que combina diversos métodos distintas encuestas y estudios, entre otros fue elaborado por Güell y otros cinco investigadores, en su mayoría sociólogos e ingenieros comerciales.
Como consultores, colaboraron expertos como Osvaldo Larrañaga, exdirector de la Escuela de Gobierno de la PUC, quien también fue encargado del Programa de Reducción de la Pobreza y Desigualdad del PNUD e integrante de distintas comisiones, como la que se conformó a fines del año pasado para asesorar al Gobierno en la actualización de la línea de la pobreza.
En los numerosos agradecimientos que incluye el documento, hay espacio para integrantes del gabinete como los ministros Álvaro Elizalde y Alberto van Klaveren, y otras figuras de La Moneda como el jefe de asesores Miguel Crispi, además de una extensa lista de expertos que estuvieron en el consejo consultivo del informe o en rondas de conversaciones. Manuel Antonio Garretón, Eugenio Tironi, Juan Pablo Luna, Josefina Araos y Kathya Araujo, son solo algunos. Una particularidad que tiene esta edición es que llega tras casi una década sin realizarse.
Luego que la OCDE “graduó” a Chile en 2017 y lo sacó de la nómina de receptores de ayuda internacional, el PNUD cambió su modelo de trabajo en el país y puso en pausa este tipo de informe, orientado a apoyar a las naciones en su camino hacia el desarrollo. Pero en 2022 Boric pidió una nueva versión, según relató la representante del PNUD en Chile, Georgiana Braga-Orillard, en Tele13 Radio. Tanto el tono del informe como el momento de su publicación previo a efemérides del estallido y el proceso constitucional ha hecho que se cuestione la función que, en la práctica, está cumpliendo. Kenneth Bunker, académico de la Facultad de Economía y Gobierno de la U.
San Sebastián, considera que el reporte es “un primer borrador de lo que va a ser el programa político-electoral de continuidad del oficialismo (... ) para los principales temas, el relato, la parte más bien narrativa que van a ocupar para mover la agenda”. El timing de la publicación también le parece llamativo: “Creo que aparece precisamente para contrarrestar en parte el efecto negativo del recuerdo” del plebiscito, dice.
Coincide Claudio Alvarado, director ejecutivo del IES: “Considerando los últimos énfasis retóricos del Presidente Boric, es probable que La Moneda haya leído en la publicación del informe una oportunidad de retomar la discusión en torno al malestar, tal y como fue leída y por momentos instrumentalizada por la Nueva Mayoría en su minuto”. CAMBIOS Y VILLANOSLas críticas, sin embargo, no están solo en el análisis político. También se dirigen a ciertos contenidos, enfoques o interpretaciones. El título, sin ir más lejos, despierta dudas.
“La pregunta es ¿ para qué cambiar, qué queremos cambiar?, más que ¿ por qué nos cuesta cambiar?, que es una pregunta un poco, por así decirlo, vacía”, plantea Ignacio Irarrázaval, director del Centro de Políticas Públicas UC. El informe tiene tres protagonistas: élites, ciudadanía y movimientos sociales. En este escenario, una de las ideas postuladas es que las personas atribuirían a los liderazgos políticos y al gran empresariado un rol de “villanos” que incumplirían las promesas de cambio.
Para el exministro José Joaquín Brunner se trata de una lectura “bastante gruesa”: “Una especie de versión posmoderna de la lucha de clases (... ) que se parece bastante, por lo demás, a lo que sostienen populismos actuales de derecha y de izquierda”. Al preguntarse “por qué nos cuesta cam-En agosto, el Presidente Boric recibió el Informe de Desarrollo Humano en Chile 2024, el primero que se presenta en casi diez años. LA NUEVA EDICIÓN SE PRESENTÓ EN AGOSTO:“Es básicamente un primer borrador de lo que va a ser el programa político-electoral de continuidad del oficialismo”. KENNETH BUNKER, ACADÉMICO DE LAU.
SAN SEBASTIÁNbiar”, el documento describe “lógicas inhibidoras”. Una de ellas, la “individuación asocial”, “un tipo de autoafirmación defensiva frente a la ausencia de soportes sociales percibidos (... ) que exacerba las capacidades individuales e invisibiliza el rol de la sociedad en el logro de los proyectos de vida”. Mauricio Salgado, investigador del Centro de Estudios Públicos (CEP), considera que el concepto está, en primer lugar, mal formulado. “Calificar el proceso de individuación como asocial no tiene sentido. No hay individuación sin o fuera de la sociedad”, dice. Además, a su juicio el informe achacaría demasiada responsabilidad a la ciudadanía, sin que la evidencia indique necesariamente aquello. Un ejemplo sería el incluir en este fenómeno el debate por las pensiones, en que se dice que la mitad de la población estaría dispuesta a destinar parte de su cotización a un fondo colectivo. “A mí lo que me sorpren-de es lo elevado de las cifras (... ) creo que es una buena noticia, sin embargo, el PNUD llega a la conclusión contraria. Dice que esto refleja que no estamos dispuestos a pagar colectivamente los costos de los cambios que anhelamos”, señala Salgado. Otro crítico del tratamiento al fenómeno de la “individuación asocial” es Fernando Claro, director ejecutivo de la Fundación para el Progreso.
Para él, el informe vería como algo negativo “el hecho de que las personas crean en ellas mismas y en su alrededor, más que en el Estado u otras estructuras para forjar identidad y crecer en la vida”, algo que “es preocupante, porque primero, para mí, eso es algo positivo porque si no seríamos como Argentina, donde todo dependía del Estado, y segundo, porque demuestra un paternalismo vergonzoso de la élite”. OTRAS DUDASEl retrato más bien individualista contrasta, además, con otros datos que han recogido, por ejemplo, la Encuesta Bicentenario o elPNUD EN CHILE:“El informe tiene como objetivo salir de la contingencia”La representante residente del PNUD en Chile, Georgiana Braga-Orillard, detalla que como parte de la metodología de estos informes, el tema fue definido a partir de “discusión con grupos focales y conversaciones con expertos políticamente plurales, iniciadas en agosto de 2022”. Allí se encontraron con una paradoja, “la percepción de que Chile había cambiado de manera profunda en los últimos años, alcanzando un desarrollo humano muy alto.
Al mismo tiempo, las personas consideraban que algunos cambios en materia de derechos y protección social habían sido insuficientes y otros se habían deteriorado, como el aumento de delitos violentos”. ¿Hay una posición en torno a cuáles son los cambios convenientes? “El informe no plantea qué cambios concretos deberían realizarse”, responde Braga-Orillard. Sí tiene, añade, “una perspectiva normativa tradicional en el PNUD a nivel global: los cambios en los que se enfoca el informe son cambios favorables al desarrollo humano sostenible. Y un punto relevante: el informe plantea el sentir y las demandas de las personas. La fórmula concreta de las transformaciones es algo que debe decidir la sociedad chilena, no el PNUD.
Y en ello, los liderazgos políticos desempeñan un rol clave”. Antes las críticas que han señalado que ciertas conclusiones hablarían más de quienes escribieron el documento, asegura que “el informe tiene como objetivo salir de la contingencia y favorecer un debate público en profundidad, basado en evidencia (... ). Nuestro objetivo es elevar el debate y apoyar a Chile en su camino hacia un desarrollo sostenible”. nMapa de las Organizaciones de la Sociedad Civil que hace un par de semanas se presentó en la PUC. Irarrázaval señala que si bien hay señales de individuación, también hay otras miradas. Por ejemplo, un casi 60% de la población que asegura nunca sentirse solo, o el “dinamismo inmenso” que se observa entre las organizaciones sociales.
También llamó su atención la división entre élites, ciudadanía y movimientos sociales, considerando que “te diría que una parte importantísima de los movimientos sociales son todos de la élite intelectual”. Manfred Svensson, director del Instituto de Filosofía de la U. de los Andes, repara en otro punto: que se describiera a la élite económica como especialmente desconectada, pese a su mayor cercanía con la ciudadanía en algunas materias.
“El sueño de un país seguro y ordenado era algo presente en un 35% de la ciudadanía y un 36% de la élite económica, pero de solo un 16-17% en las otras élites. ¿Quién está desconectado entonces? Lo mismo vale para el anhelo por más derechos sociales”. También se ha cuestionado la baja presencia que tienen algunos temas en el documento.
“Mínima relevancia” tendría, por ejemplo, el sistema político; a juicio de Claro, “como causa de nuestra capacidad de llegar a acuerdos”. En La Segunda, el director del Laboratorio de Encuestas y Análisis de la UAI, Ricardo González, afirmó que el “elefante en la habitación” son las reformas de 2015, “escasamente mencionadas como las gatillantes de parte de los problemas actuales del sistema político”. VISIÓN DE LOS MEDIOSOtro apartado del informe se enfoca en los medios y su rol en la discusión sobre los cambios. Al respecto, el documento califica de “preocupante” la asimétrica presencia que tienen distintos principios en la esfera pública y “la polarización” entre ellos.
Eduardo Sepúlveda, presidente de la Asociación Nacional de Prensa, cuestiona, entre otros puntos, que el análisis se realice con tres medios (“El Mercurio”, La Tercera, El Mostrador), una muestra “completamente insuficiente”. “Varias de las noticias que han marcado la discusión pública en los últimos años no se entienden sin el rol que ha jugado Ciper”, señala como ejemplo de la incidencia que también poseen otros medios.
Además, Sepúlveda advierte que “responsabilizar” en alguna medida al ecosistema de medios de comunicación por la dificultad para concretar cambios “puede derivar en que un sector de la sociedad convierta a los medios en villanos” o los medios sientan la presión de, por ejemplo, autocensurarse. “Eso es muy peligroso, porque cualquier democracia sana y robusta requiere de un sistema de medios de comunicación robusto, libre, independiente y prestigioso”, apunta. n. Analistas advierten en el documento una orientación que le otorgaría una renovada narrativa al oficialismo, mientras que diversos investigadores tienen diferencias conceptuales o de interpretación de los datos.
Desde la oficina del PNUD en Chile, en tanto, descartan marcar una hoja de ruta específica: “La fórmula concreta de las transformaciones es algo que debe decidir la sociedad chilena”. | VALENTINA GONZÁLEZ LA NUEVA EDICIÓN SE PRESENTÓ EN AGOSTO: