CARTAS
CARTAS CARTAS Señora Directora: En el mes de la Salud, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanza un llamado tan necesario como urgente: “Comienzos saludables, futuros esperanzadores”. Y aunque el foco está puesto en reducir las muertes prevenibles de madres y recién nacidos, el mensaje no debe limitarse sólo al ámbito clínico. Es una invitación a repensar el rol de todos los actores, incluidas las organizaciones, en la construcción de entornos donde las personas no solo sobrevivan, sino que vivan con bienestar. Hoy enfrentamos una paradoja preocupante. Nunca habíamos tenido tanto acceso a información, tecnología y herramientas para cuidar la salud, y sin embargo, el panorama es alarmante.
Las enfermedades no transmisibles, como el cáncer, los trastornos cardiovasculares y la diabetes, siguen en aumento; los costos médicos superan el 10% en más de la mitad de los países; y la salud mental se instala como uno de los riesgos más significativos para la fuerza laboral. El impacto humano y económico es enorme, pero aún más grave es la inercia con la que muchas organizaciones lo observan. No es aceptable que, ante este escenario, según el estudio People Risk 2024, solo un 14% de los líderes de Recursos Humanos esté considerando aumentar la inversión en beneficios de salud física y mental.
Esta desconexión entre el diagnóstico y la acción revela no solo una falta de visión estratégica, sino también una carencia de humanidad, que puede hipotecar el futuro de las empresas tanto como el de las personas. La salud no es un extra. No es un complemento que se activa en tiempos de abundancia. Es una responsabilidad ineludible. Las organizaciones deben dejar de tratar el bienestar como un eslogan y empezar a integrarlo como un pilar estructural de su cultura y propósito. Cuidar la salud de quienes trabajan con nosotros es cuidar el motor mismo de nuestras compañías. Este Día Mundial de la Salud no es solo una efeméride. Es una oportunidad para hacer las cosas distintas. Para reconocer que el bienestar físico, mental, social y financiero de las personas es un imperativo organizacional y social. Para comprometernos, de una vez por todas, con entornos que protejan la vida desde el inicio y en cada etapa. Porque no hay futuro esperanzador posible si no somos capaces de construir presente con salud y dignidad para todos.
Marcela Ávalos/Mercer Marsh Beneficios Estadio Seguro Señora Directora: Recuerdo cuando se dijo que los clubes sociales n daban el ancho y por lo tanto solo las sociedades anónimas se podían hacer cago del fútbol con total efectividad. Recuerdo cuando comenzó estadio seguro y se le quitaban banderas y bebidas a los niños al ingreso de los estadios. Para el recuerdo queda lo ocurrido en el Estadio Monumental. Pedro Hernández.