Fin del CAE
Fin del CAE EDITORIAL El proyecto de ley para terminar con el Crédito con Aval del Estado (CAE) puede marcar un hito crucial en el financiamiento de la educación superior en Chile.
La iniciativa presentada por el Ejecutivo al Congreso busca reemplazar el CAE con un sistema más justo y accesible, conocido como Fondo de Educación Superior (FES), y plantea también además la reorganización y condonación de las deudas de miles de estudiantes que hoy están atrapados en un ciclo interminable de pagos. Entre los puntos positivos de este nuevo sistema, que fue uno de los compromisos de campaña del Presidente Presidente Gabriel Boric, destaca su progresividad.
Al adaptarse a la situación económica de cada persona, el FES permitirá que aquellos con ingresos bajos no tengan que realizar ningún tipo de retribución mientras mientras estudian o incluso cuando sus sueldos no superen ciertos umbrales. Esto representa un alivio importa nte nte para las familias de clase media y baja, que en el actual esquema muchas veces enfrentan dificultades para cubrir los altos costos de la educación superior. Además, el sistema elimina la participación de los bancos, lo que se traduce en una retribución directa al Estado, sin el lastre de intereses que incrementan el monto adeudado. El nuevo Fondo de Educación Superior (FES) plantea también un cambio en la forma en que los estudiantes devolverán el dinero al Estado.
Al eliminarse el concepto concepto de crédito, los egresados no se enfrentarán a una deuda acumulada con intereses, sino que contribuirán a un fondo revolvente mediante un porcentaje de sus ingresos, con un tope del 7% para la mayoría de los casos. Este modelo permite que quienes perciben salarios salarios menores a $OO. OOO estén exentos de retribuir. lo que introduce una flexibilidad nunca antes vista en el sistema educativo chileno. Este enfoque tiene el potencial de ofrecer alivio financiero a miles de jóvenes, permitiendo que enfrenten su futuro laboral sin el peso de una deuda sofocante. Por otro lado, la propuesta también enfrenta el desafío desafío de lograr la transición entre el actual sistema y el nuevo, lo que puede ser un proceso complejo y generar incertidumbre entre los estudiantes. Sin embargo, también surgen interrogantes y críticas críticas sobre la viabilidad de la propuesta. Por un lado. algunos sectores han expresado su preocupación ante el posible impacto económico que este nuevo modelo podría tener en las instituciones de educación superior. superior.
Por otro lado, aquellos que ya han terminado de pagar sus deudas han levantado la voz solicitando un reconocimiento por haber cumplido con sus obligaciones, obligaciones, lo que ha abierto un debate sobre si las medidas compensatorias propuestas, como los descuentos tributarios, tributarios, son suficientes. En resumen, el fin del CAE yla implementación del FES representan un cambio profundo en la manera de financiar la educación superior en Chile. No obstante, obstante, será clave que durante la discusión legislativa, se evalúen cuidadosamente los efectos colaterales y en quienes ya cumplieron con sus pagos, para garantizar que el sistema sea sustentable y beneficioso para todos..