Autor: PALOMA DÍAZ ABÁSOLO
Frutales se disparan 30% en O'Higgins
Impulsados por un fuerte crecimiento de los cerezos, que bordean las 30 mil hectáreas, la superficie frutícola de la VI Región sumó más de 22 mil hectáreas en la última década, donde también resalta el avance de los paltos y cítricos.
L recorrer los caminos interiores de la Región de O'Higgins, cada año aparecen nuevos hueros de cerezos que, recién plantados, han llegado a reemplazar antiguos parronales de uva de mesa y viñedos, o a ocupar el lugar que antes tenían cultivos anuales como el maíz.
Y, con un crecimiento de casi siete mil hectáreas de cerezos entre 2021 y 2024, que representan un alza de 30% en tres años, los datos del último catastro frutícola de la VI Región, publicado por el Centro de Información de Recursos Naturales (Ciren), dan cuenta del cambio que se percibe en el paisaje.
Con esas cifras, el total de plantaciones de cerezos a nivel nacional llega a 70.686 hectáreas y la región desplaza al Maule como la principal productora de cerezas, llegando a 29.934 hectáreas, con el potencial para seguir creciendo. “El notable aumento de la superficie de cerezos en O'Higgins está impulsado por la alta demanda de esta fruta en mercados como el chino, donde son altamente valoradas por su calidad y sabor.
Este atractivo ha llevado a los agricultores a expandir sus cultivos y existe aún margen de crecimiento, aunque dependerá de la disponibilidad de recursos hídricos y de estrategias de mercado que aseguren la sostenibilidad de la producción frente a los desafios climáticos y logísticos”, asegura Katherine Araya, directora del Ciren, del Ministerio de Agricultura.
De hecho, el asesor de cerezos Andrés Ureta, director del Centro de Investigación y Desarrollo Agrícola (CER), asegura que todavía quedan muchas zonas aptas para plantar este frutal en O'Higgins y que el interés de los productores sigue firme. “Las plantaciones siguen muy dinámicas debido alos buenos precios que se registraron el año pasado y ya hay escasez de plantas para el próximo año. Y todavía hay mucha disponibilidad de suelo para cerezos en esta región”, dice.
MÁS FRUTALES A nivel general, entre 2021 y este año la Región de O'Higgins sumó casi cinco mil nuevas hectáreas de Superficie de frutales suma más de 20 mil hectáreas en la última década El sector se ve impulsado por el fuerte crecimiento de los cerezos, que solo en los últimos tres años se han expandido 30% en la Región de O'Higgins.
Especie Almendro Arándano Avellano Cerezo Otros Hectáreas (2015) 12. | Hectáreas (2021) E Hectáreas (2024) 33172 E 9.191, 6 20 Variación en tres años (%) 0 Variación en nueve años (%) 375 -27,8 Fuente: Catastros frutícolas de Ciren. frutales, y al tomar en cuenta los últimos nueve años, el crecimiento es de 29%, con un incremento de 22.598 hectáreas.
Si bien una parte de los datos se explica por un fuerte avance de los cerezos, también se ha dado un recambio de especies y la incorporación de nuevas zonas productivas dentro de la región, que le permiten diversificarse.
“Hay una zona de la provincia de Colchagua que se ha visto favorecida por el embalse Convento Viejo, que cuenta con las condiciones climáticas y la disponibilidad hídrica para plantar paltos y cítricos en suelos que normalmente eran de cultivos de secano”, explica Víctor Catán, presidente de Fedefruta.
En ese sentido, añade que las plantaciones de paltos y cítricos, que crecen en torno al 26% y 20% en tres años, respectivamente, también se han visto impulsadas porque la zona del secano costero tiene una menor influencia de heladas. Sin embargo, la directora del Ciren advierte que estas especies, al ser perennes, tienen limitantes desde el punto de vista hídrico. “Los paltos, nectarinos y mandarinos han ganado espacio gracias a su rentabilidad y demanda en el mercado nacional e internacional. Sin embargo, el éxito de su expansión depende en gran medida de la disponibilidad y eficiencia en el uso del agua, porque suelen tener un consumo hídrico permanente durante el año”, dice.
Otro frutal que crece en la región es el ciruelo europeo, que ya bordea las diez mil hectáreas, con un alza de 13% en tres años, y tiene la ventaja de mecanizar algunas de sus labores, como la cosecha. “Además, el destino de la producción incluye exportación de fruta fresca y agroindustria, otorgando distintas alternativas de comercialización para los productores”, destaca Katherine Araya. BAJAN LAS UVAS La disminución de unas 3.800 hectáreas de vides de mesa en solo tres años -quedando por primera vez bajo las diez mil hectáreas en O'Higginses otro de los datos llamativos del catastro.
El resultado, que se suma a la caída de este frutal en las regiones de Atacama y Coquimbo, se traduce en una disminución de 23% en tres años a nivel nacional, y que en gran medida responde a las difíciles temporadas que ha vivido este rubro. “Hay varias razones que explican la baja. Principalmente se debe a los malos resultados que la uva en los últimos años y al comparativo de resultados con las cerezas, que ha llevado a muchos productores a cambiarse de rubro”, afirma Víctor Catán. También explica que el recambio varietal ha afectado bastante, ya que algunas de las nuevas variedades de uva de mesa no han dado los resultados que se esperaban. “Como Fedefruta hacemos una crítica bastante dura, puesto que a muchos productores se les ofreció un producto que las empresas genetistas no se dieron el tiempo de probar bien antes. Las vendieron como sandías caladas y estuvieron lejos de ser eso”, plantea. Por eso, considera que la experiencia de los uveros debe ser tomada en cuenta por los productores de cerezas ante la creciente oferta de nuevas variedades, para no repetir los malos resultados. “Nuestro llamado es a la cautela, a probar y experimentar con cosas muy acotadas y, en el caso de quienes venden genética, que logren alianzas con los productores y hagan investigación con ellos. Creo que todos hemos aprendido alguna lección después de los fuertes porrazos de las uvas”, resalta el presidente de Fedefruta. El asesor Andrés Ureta advierte que no todas las nuevas variedades de cerezos han tenido los resultados esperados y asegura que las más plantadas siguen siendo santina, lapins y regina. “No va a haber un recambio muy claro en el corto plazo. Las variedades nuevas no han tenido los resultados que se esperaban en cuanto a calidad ni precocidad en producir. Muchas tienen problemas porque son blandas, se parten, y otras no son tan tempranas como esperábamos”, detalla. Otras de las especies que se reducen en O'Higgins, en gran medida como respuesta a los malos resultados comerciales, son los arándanos, manzanos y nogales, que no deberían repuntar en los próximos años.
“También hay muchas viñas viníferas que se han ido saliendo, cultivos como el maíz que han estado malos y muchos carozos viejos que se tienen que recambiar, y ese recambio vaa cerezas... Y en el caso delas manzanas rojas, les haido mal y hoy están fuera de zona en la VI Región, se han ido hacia el sur por temas de calidad y color”, explica Andrés Ureta.