COLUMNA DE OPINIÓN: Deriva opositora
Deriva opositora Por Max Colodro Filósofo y analista político l oficialismo fue capaz de organizar una primaria que remeció el tablero político; hoy Jeannette Jara ha despegado en las encuestas y tiene casi asegurada una primera mayoría relativa. En paralelo, las fuerzas de gobierno se aprontan a concretar un pacto parlamentario que les permitirá maximizar su rendimiento en las urnas, y aspirar a convertirse también en la lista más votada. Las oposiciones, en cambio, se encuentran en las antípodas: divididas y tensionadas, no fueron capaces de hacer una primaria que las dejara con un solo candidato. De realizarla, hoy tendrían altas posibilidades de ganar la elección presidencial en primera vuelta y no depender de un balotaje cada día más incierto. Además, deciden ir separadas a la elección parlamentaria, con el riesgo no menor de dejar escapar escaños vitales.
Parece una estrategia sin sentido, y lo es, pero hay aquí algo que debe ser comprendido: existen sectores de oposición que no tienen como prioridad ganar las próximas elecciones, sino dejar establecida una identidad política y cultural, que no se vea ensuciada por la connivencia con actores con los que, ellos sienten, los separa un abismo infranqueable, y con los que no hay posibilidad de establecer mínimos comunes. Eso es lo que, inconfesablemente, algunos han buscado trasparentar en este tiempo: se prefirió perder la elección presidencial antes de efectuar una primaria y llevar un solo candidato. Ahora, tampoco se quiere competir a tres bandas mostrando un mínimo de coorbandas mostrando un mínimo de coordinación, de amistad cívica y espíritu de convergencia. Y lo mismo ocurrirá en la elección parlamentaria: no hay posibilidades de un pacto unitario que intente impedir que la lista del oficialismo resulte triunfante. Se prefiere trasparentar las diferencias, agudizarlos contrastes, para que la ciudadanía tenga la certeza de que no existen caminos comunes, ni siquiera frente a la magnitud de las urgencias que vive el país.
En rigor, si responder a esas urgencias fuera la verdadera prioridad de toda la oposición, no estarían dando el triste espectáculo de estos días, discutiendo sobre la salud mental de una de sus candidatas, sino proyectando una acción común para enfrentar a un oficialismo al que, sólo las desinteligencias opositoras, han convertido en una opción de triunfo. En fin, canibalismo endémico, instinto suicida, vocación de minoría, culpas ancestrales, delirios mesiánicos o todas las anteriores. Explicaciones puede haber muchas; lo único incuestionable es que la oposición ha hecho todo lo necesario -todo para tener al frente a una candidata del PC en condiciones de ser competitiva. Ya consiguieron asegurar que en noviembre sea la primera mayoría relativa y pase a segunda vuelta; ahora trabajan para que el pacto parlamentario del oficialismo obtenga una mayoría resonante.
Porque a la larga hay cosas más importantes que saber ganar, sobre todo cuando las verdaderas urgencias de la gente se ven siempre a la distancia, desde la comodidad de saber que, en los hechos, ellos nunca han tenido nada que perder.. nada que perder...