Resiliencia para la Infraestructura Crítica
Resiliencia para la Infraestructura Crítica OPINIÓN“Necesitamos redes más resilientes”, esta frase se ha escuchado constantemente desde ayer en los medios. Es que el apagón del 25 de febrero, que afect ó a 8 millones de hogares por más de 6 horas, significó que varias comunas quedaron además sin poder usar la telefonía fija y móvil. Sin internet no podíamos saber si nuestro s cercanos estaban a salvo y ni pensar en hacer trabajo remoto.
La resiliencia es la capacidad de un sistema de recuperarse ante una falla y adaptarse a un nuevo escenario. ¿Cómo obtenemos una red resiliente?, concepto s como sistemas de respaldo, robustez, o redundancia se nos vienen rápidamente a la mente.
Sin embargo, es necesario cuantificar el impacto de la interrupción en los servicios, como un sistema que no falle es económicamente imposible, hay que decidir cuánto estamos dispuesto aceptar que falle y cuando lo haga como vamos a garantizar un cierto nivel de servicio básico.
Cuando las fallas se concentran en algunas comunas, podemos apoyarnos: por ejemplo, derivando pacientes a otro centros hospitalarios o nivel más individual recibiendo a familiares para que puedan cargar su teléfono o cenar, de algún modo el riesgo lo podemos compensar. El impacto de la interrupción de servicios es mucho mayor cuando no tenemos a quien recurrir. En este caso, la falla de la red eléctrica afectó el nivel de servicio de la red de transporte y luego llevó a la falla de la red de telecomunicaciones. Esto aumenta el impacto de la interrupción eléctrica, la red de transporte público recibió una mayor demanda (debido a la falta de suministro eléctrico) pero esta red estaba funcionando con menor capacidad. Por otro lado, para coordinarnos y lidiar con la falla eléctrica necesitábamos llamar por teléfono o usar internet para sacar un salvoconducto, pero la misma falla en el sistema eléctrico nos lo impidió. Es decir, la falla eléctrica provoca aumento en los requerimientos de otras infraestructuras críticas y a la vez merma su funcionamiento. Quizás algunos consideran que es muy difícil volver a tener “tanta mala suerte” para tener una falla generalizada como esta. Están equivocados, al ser Chile un país expuesto a desastres naturales y el aumento de los eventos climáticos extremos, es seguro que grandes zonas serán afectadas como consecuencia de un terremoto o un sistema frontal. No solo eso, hoy dependemos de la red de telecomunicaciones para muchas tareas críticas y hemos electrificado nuestro consumo eléctrico.
Por lo que una interrupción de este tipo hoy en día nos deja sin poder comprar con tarjeta, sin poder cocinar, sin acceso a agua potable, sin información, entre muchos otros problemas.. Javiera Barrera, Directora Doctorado en Ingeniería Industrial e Investigación de Operaciones, Facultad de Ingeniería y Ciencias UAI. OPINIÓN