Autor: Dr. José Sandoval Díaz
Columnas de Opinión: Inundaciones en Valencia: Paralelismos con Ñuble
Opinión Columnas de Opinión: Inundaciones en Valencia: Paralelismos con Ñuble OpiniónDirector Centro de Estudios Ñuble, UBBtación no solo agravan los efectos de estos fenómenos, sino que también evidencian la falta crítica de herra-mientas para una GRD pertinenteel cambio climático, que aumenta la frecuencia e intensidad de estos fenómenos, exigiendo soluciones integrales y a mediano plazo que combinen respuestas inmediatas conuna planificación eficaz en GRD. Las recientes inundaciones en Valencia, con un trágico saldo de al menos 205 fallecidos, resaltan la importancia de implementar estrategias efectivas de prevención y mitigación basadas en la reducción del riesgo de desastres. Este desastre subraya la necesidad de contar con infraestructura adecuada y unaplanificación territorial que incorporelos riesgos, especialmente en áreas rurales. La situación en Valencia plantea paralelismos relevantes para Ñuble, donde desafíos adicionales aumentan la vulnerabilidad de las comunidades rurales frente a riesgos similares. Los desastres representan una preocupación global, y cada año millones de personas pierden sus hogares y vidas a causa de estos eventos. En Chile, su geografía caracterizada por zonas sísmicas, volcanes activos y una extensa costa expone al país a un alto nivel de riesgo de desastre. En Ñuble, eventos recientes como incendios forestales e inundaciones relevan la necesidad de fortalecer las capacidades de afrontamiento y adaptación comunitaria. A esto se sumaEn Ñuble, la construcción de resiliencia comunitaria es clave para fortalecer las capacidades colectivas.
En áreas rurales, esta resiliencia no solo depende de contar con infraestructura de mitigación, sino también del fortalecimiento de la percepción del riesgo, del capital social, de la diversificación de medios de vida y de una gobernanza local efectiva. La resiliencia comunitaria debe acompañarse de una reducción de las vulnerabilidades socioestructurales, tales como el limitado acceso a recursos y la falta de oportunidades de Desarrollo. Un aspecto clave que comparten Valencia y Ñuble es la tendencia de los medios a presentar los desastres como “naturales, ” minimizando la compleja interacción entre las decisiones humanas y el entorno construido. En Ñuble, prácticas como la construcción en zonas de peligro con escasa regulación y la defores-territorialmente. Para que las estrategias de resiliencia comunitaria en zonas rurales sean efectivas, es esencial reconocer e integrar el conocimiento local. Lossaberes técnicos-expertos en GRDdeben complementarse con campañas educativas y comunicacionales que permitan a las comunidades percibir mejor los riesgos y tomar decisiones informadas. Empoderar y fomentar la participación comunitaria es clave para anticipar y enfrentar estos escenarios, especialmente en los contextos rurales. Fortalecer la resiliencia comunitaria implica no solo dotar de herramientas para “sobrevivir a los desastres”, sino también adaptarse y reducir las vulnerabilidades estructurales. Integrar el conocimiento local con políticas territorialmente pertinentes y recursos adecuados permitirá que estas comunidades rurales afronten los desafíos futuros con mayor seguridad, construyendo un desarrollo sostenible y resiliente..