Desempleo y salud metal
E Chile inicia 2025 con una tasa de desempleo de 8,9%, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) para el trimestre Esta cifra, que suele presentarse como un simple indicador macroeconómico, esconde problemáticas sociales profundas: la pérdida del empleo no sólo significa menos ingresos, sino también un deterioro sostenido de la salud mental y del bienestar emocional personal y familiar de las personas. Los estudios evidencian que uno de cada siete chilenos presenta síntomas moderados o severos de depresión, siendo la incertidumbre económica tuno de los principales detonantes de ello.
En relación con las políticas públicas continúan abordando el desempleo como un problema meramente estadístico, apostando por subsidios temporales o potenciando empleos precarios, dejando fuera el diseño de estrategias integrales que consideren la estabilidad laboral y el apoyo sicosocial como elementos clave para la recuperación del bienestar.
Los grupos más afectados son las mujeres jefas de hogar, obligadas a conciliar cuidados no remunerados conta búsqueda de borales; jóvenes quese enfrentana un mercado saturado y poco estable; per sonas mayores, que siguensiendo discriminadas en los procesos de selección; y las discapacidad, pesar de contar con normativas inclusivas continúan marginadas del sistema laboral. En todos estos casos, el desempleo prolongado implica ansiedad, pérdida de autoestima y un sentimiento de exclusión social quelas cifras oficiales no alcanzan a reflejar. Las consecuencias emocionales de la falta de empleo són un problema de salud pública y deberían ser tratadas como tal. Samuel Erices, trabajadorsocial U. Central