Trump, gabinete a la medida
Trump, gabinete a la medida Tras su resonante triunfo, solo la elección de un gabine-te puede dar la real dimensión de lo que será el segun-do gobierno de Donald Trump. Con una mayoría re-publicana en el Senado, Trump apuesta a que sus ele-gidos sean confirmados. Sin embargo, los nombres de algunosparecen desafiar a los senadores menos afines al Presidenteelecto, los que podrían rebelarse y votar en contra. Y es que conapenas cuatro díscolos, un nombramiento puede caerse. Laelección de John Thune como líder de la mayoría, y no deltrumpista Rick Scott, ya fue una señal. “Guerra contra los guerreros” como sus logros en la Defensa.
Sibien como miembro de la Guardia Nacional estuvo en Afganis-tán e Irak, y defendió a veteranos, la carta de recomendaciónpara Trump son sus ataques a la cultura woke en las FuerzasArmadas, y su amenaza de echar a todos los generales envuel-tos en las políticas de igualdad, inclusión y diversidad. En mate-ria internacional, cree que se debe disminuir la ayuda a Ucraniaporque debilita a EE.UU. en otras regiones, y que los aliados dela OTAN deben gastar más en su defensa. Desde figuras reconocidas hastanombramientos que parecen una provocaciónha incluido hasta ahora la lista. Entre los nominados, personeros como el senador Marco Ru-bio, para el Departamento de Estado, y el congresista Mike Waltz, como asesor de Seguridad Nacional, gozan de reconocimiento ge-neral. Considerados “halcones”y especialmente duros respectode China, son figuras que tienenefectivo conocimiento y expe-riencia en las áreas que encabe-zarán.
Distinta es la situación delos congresistas Matt Gaetz, no-minado como fiscal general, y Elise Stefanik, como embajadora enla ONU, y del presentador de Fox News Pete Hegseth, en Defensa, que han despertado alarmas incluso en las filas republicanas. Gaetz es el que mayor resistencia provoca.
El congresista, que solo ejerció como abogado por dos años, fue investigadopor una acusación de tráfico sexual de menores y uso de dro-gas, y aunque no fue formalizado, su caso quedó en el Comitéde Ética del Congreso, que debía evacuar un informe, ahora ensuspenso por la renuncia a su escaño.
El exasesor de SeguridadNacional de Trump John Bolton dijo que Gaetz es “la peor no-minación de la historia es una persona de moral turbia”, unadefinición compleja cuando se trata de quien va a dirigir el De-partamento de Justicia, del que dependen agencias como elFBI. Pero Trump aprecia su absoluta lealtad principal carac-terística que busca para sus colaboradores y sus ataques per-sistentes a lo que llamó una justicia sesgada, que “lanzó unacaza de brujas” contra su futuro jefe.
La amplia trayectoria de Waltz como militar, asesor de es-trategia y congresista contrasta con la casi nula de Hegseth, quien solo puede enarbolar sus análisis televisivos y el libroEn el caso de Stefanik, que ganó fama al interrogar en laCámara a rectoras de universidades de élite por las protestasanti-Israel en los campus, los cuestionamientos vienen tam-bién por el lado de la inexperiencia y de su supuesto menospre-cio por la ONU, especialmentepor la agencia para los refugia-dos palestinos, a la que ha reco-mendado cortar el financia-miento de EE.UU.
Otra nomi-nación polémica es la de la di-r e c t o r a d e I n t e l i g e n c i aNacional, Tulsi Gabbard, una exdemócrata, que estará a cargode agencias como la CIA y la NSA, encargadas de recabar in-formaciones fidedignas para la toma de decisiones. Ella ha sidocriticada no solo por hacer declaraciones que van en la línea dela propaganda rusa, y a favor del dictador sirio Bashar al Assad, sino también por difundir teorías conspirativas. El apoyo que recibió Trump de los electores es su póliza paracumplir las promesas que hizo en campaña. Una de ellas, la decontrolar la inmigración y deportar a millones de ilegales, seráprobablemente de difícil implementación. Por eso, eligió como“zar de la frontera” a un experimentado exguardia fronterizo queya estuvo al mando de la agencia de inmigración. Tom Haman esun “duro”, que ha dicho que los migrantes “deben comenzar aempacar”. ¿Cómo los deportará? Eso es todavía una incógnita.
Pe-ro mayor aún es la interrogante que despierta uno de los últimosnombramientos, el del polémico excandidato presidencial RobertKennedy Jr. como secretario de Salud. ¿Qué hará al frente de esacartera un abogado ambientalista conocido por sus posturas anti-vacunas o contra la fluorización del agua, y que acusa a la FDA deser parte de un sistema corrupto? En los próximos meses se sabrá..