Valeria Martinez Filigrana con voz propia
Valeria Martinez Filigrana con voz propia ORFEBRE: Valeria Martínez Filigrana con voz propia LA ORFEBRE QUE DIO SELLO CHILENO A LA FILIGRANA ACABA DE DESFILAR EN EL PERÚ FASHION WEEK Y REPRESENTAR AL PAÍS EN UNA FERIA DE EMPRENDEDORES EN NUEVA YORK. "A MÍ NO ME FALTAN IDEAS, ME FALTA TIEMPO", ASEGURA. POR Sofía Beuchat. FOTOS: Sergio Alfonso López P arece una máquina de hacer pastas, pero no.
Lo que hay en el taller de la orfebre Valeria Martínez --ubicado en lo que era la terraza de su departamento en Providencia-es una hiladora, donde convierte plata o cobre en finísimos hilos que luego retuerce ("entorcha" es la palabra técnica) y aplana con un martillo o laminador. Estos hilos son la materia prima de las joyas de filigrana con las que ha logrado dos cosas muy importantes: una clientela fiel y el respeto de sus pares. Su trabajo ha recibido el reconocimiento de Unesco y ha merecido el sello de excelencia en artesanía --que entrega el Ministerio de las Culturas-en dos oportunidades. Además, hoy es secretaria de la asociación gremial Moda Chile. Pero su camino como orfebre comenzó hace ya casi 30 años, cuando estudiaba su primer año en la escuela de Arte de la Universidad Católica, donde se tituló con mención en grabado. Apenas tenía 18 años cuando su padre le recomendó que se enrolara en las clases de orfebrería de la escuela de Cecilia de Camino. --La orfebrería era súper clásica en ese tiempo. Se hacía el anillo de matrimonio, la moneda engastada en plata. El nácar era lo más innovador que había. Pero yo rápidamente me di cuenta de que podía aplicar lo que estaba estudiando sobre creatividad y composición en las joyas. Entonces empecé a hacer unos colgantes grandes, con ágatas y cadenas. Nada que ver con lo que hago ahora --recuerda. Con esos llamativos colgantes armó su primera exposición, en una galería en Vitacura. Vendió todo. Pero, en 2009 y durante un viaje junto a dos amigas joyeras a la ciudad de Luque, en Paraguay, se encontró con la filigrana, por la que es conocida hoy. Un proceso en el que se rellenan formas metálicas con diseños estructurados a partir de hilos del mismo metal.
Y que este año ha presentado en dos importantes espacios: junto a Pro Chile y otras nueve marcas de diseño nacional, participó hace algunos meses en la feria Shoppe Object, dirigida al público mayorista que busca piezas de diseño con mirada de autor, y pocos días después viajó para presentar un desfile en el Perú Fashion Week. --La filigrana no era algo que me llamara mucho la atención, porque es un trabajo muy minucioso, delicado, y a mí me gustaba trabajar con piezas más grandes, escultóricas. Pero como no es una técnica que se haga en Chile, me sentí con libertad para no hacer una filigrana tradicional y buscar un lenguaje propio dentro de ella. El aviso de un concurso organizado por una compañía minera le dio la idea de comenzar a hacer filigrana utilizando hilos de cobre.
Valeria asegura que, según le confirmaron desde un museo en Italia, solo hay dos personas en el mundo que hacen esta técnica utilizando este metal tan distintivo de nuestro país. --El cobre me encanta, tiene muchas cualidades, pero cuesta. Valeria Martinez Filigrana con voz propia trabajar con él; la soldadura es más difícil, la limpieza también. La plata es mucho más blanda. Pero el cobre es más barato y te da cosas que no te da la plata, como los colores que puedes lograr; todas esas tonalidades entre naranja y azul.
Además con él puedes lograr dimensiones dimensiones y estructuras que serían muy difíciles usando plata.. rNunca ha querido experimentar con otros materiales? Una vez estuve en una tutoría con otros orfebres, que hicieron unos joyeros internacionales, donde la instrucción era: sal de tu zona de confort, cambia tu material, lánzate a lo nuevo.
Pero a mí me dijeron: tú sigue con el metal.. Por qué cree que en su caso fue diferente? Me dijeron: tú eres filigrana, y la filigrana no se puede hacer con otra cosa que no sea metal. Además, yo ya estaba llevando la técnica a otra dimensión; ya estaba traspasando los límites de lo que normalmente normalmente se hace con ella. RAÍCES MAPUCHES En 2025 se cumplen 10 años de la muestra que, para ella, es la más importante dentro de su carrera, y que pudo realizar gracias a un Fondart. En esa colección, presentó enormes collares-pechera de hasta 60 centímetros de largo, inspirados en árboles nativos como el canelo o la araucaria. Son los mismos que llevó este año a Perú, donde por primera vez los mostró en una pasarela.
Una persona muy erudita en temas mapuches me dijo que si bien yo no me sentía mapuche, aunque mi segundo apellido (Nahuel) lo es, algo de esa ancestralidad está en mí y tal vez se expresa inconscientemente. inconscientemente. No es casualidad esto de que la exposición que yo considero considero clave en mi historia profesional haya tenido como tema a los árboles sagrados de la cultura araucana. Cuando tú te dedicas a esto de crear, haces las cosas, pero no siempre sabes de dónde vienen. También tiene una línea más comerciaL ¿ Cómo conjuga ambas perspectivas? Antes me dedicaba más a las clases, mis ganancias llegaban por ahí, y por eso mis piezas podían ser más bien escultóricas. Ahora me dedico solo a las joyas, por lo que tengo que hacer más joyas comerciales, comerciales, aunque siempre con una propuesta. Me muevo entre el mundo de la artesanía y la joyería contemporánea. En la práctica, crea al menos 25 piezas a la semana, que vende en diferentes tiendas y a través de Instagram. Para organizarme reviso mi stock, me hago un plan de trabajo y me concentro en lo que esté faltando. Entremedio me meto en lo más artístico y hay días en los que me quedo trabajando hasta las tres de la mañana. A veces me veo sobrepasada, sobrepasada, porque trabajo sola. A mí no me faltan ideas, me falta tiempo confiesa. Con todo, ha explorado nuevos caminos. Por ejemplo, fue a Italia para aprender la técnica del micromosaico. ¿Su objetivo? Incluir más color en sus trabajos. También trajo de Nueva York una colección de camafeos antiguos, que intervendrá y usará como base para una nueva colección. Además quiere montar un gran mural con 50 broches en algún espacio de exhibición cercano al público masivo, alejado de la élite cultural. Hoy hay más personas trabajando con filigrana. ¿Le teme a la copia? Eso siempre pasa. Pero cuando ya estás más madura madura como orfebre, sientes seguridad en lo que estás haciendo. haciendo. Uno sabe que la creación vino de uno mismo y que no necesitas copiar a otra persona. Por otro lado, los que copian no pueden vender caro. Tienen un límite. La generación de relevo en la orfebrería nacional va a ser la que haga cosas nuevas, no la que copie bien..