Jorge Yáñez, el obrero que venció a la adversidad y se convirtió en artista
Juan Arellano Zalor cronica(Olidersanantonio. cl4 JORGE YÁÑEZ SIGUE VIGENTE. EL 8 DE SEPTIEMBRE CANTARÁ EN LASALA CSD DE SANTIAGO Y PARA FIESTAS PATRIAS ESTARÁ EN EL TABO. ser. Y eso es lo que a mí me se fue dando en forma natural. Esto yo lo vine acomprobar años más tarde en una poesía. El poeta español Guillermo Fernández Shaw dice en uno de sus poemas: “a los pequeños árboles de mi casa les pregunté qué queríanser. Uno dice yo quiero ser barco para viajar por el Ímundoentero. Yo, mesa, donde secomparte el pan con la familía. Quiero sercrucifijopara encarnarel sacrificio de Jesús. Todos tenían su sueño.
Entonces, al árbol más pequeño le pregunta qué quiere ser y ledice yo sólo quiero ser árbol y ser árbol toda mivida... ”. Ahí entendí que yo no era tan distinto al resto de los seres humanos”, reflexiona en su casa de la Villa María Francisca, muy cerca del mar que lo sigue inspirando. “Soy alguien que sólo quiere ser. Simplemente, ha pasado hasta el día de hoy. Nunca hetenido grandes expectativas como sueños de ser famoso o ganar dinero. Sólo quiero ser”, afirma con convicción en cada una de sus frases. NIÑO CINÉFILO Su inquietud por el mundo cultural, cuenta, despertó en plena infancia. A unas cuadras del barrio San Pablo, donde creció, había cuatro o cinco salas que exhibían películas de Chaplin, bailables, románticas, cowboy, cómicas, de Los Tres Chiflados y de Abbot y Costello. “Por los años 40 eramucha mi afición al cine. Yo me emocionaba con la música. Me encantaban los bailes.
Y cuando estaba con mis compañeros pelusas, igual que yo, que bamos a ver películas de cowboy y venían las musicales, los cabros chicos decían “joh ya se van a poner a cantar”. En cambio yo era feliz escuchandolas canciones delas películas. Por ahí viene la música. Al tiempo después llegó el cine argentino y mexicano, y nos aprendíamos esas canciones. Eso quedó”, rememora. Yáñez está hablando de lostiempos en que tenía 9o 10 años. “Con mis amigos la feria más partíamos a cercana y las propinas las juntábamos para pagar la entrada al cine. Yo empecé a trabajar a los 13 años. Años después me di cuenta que no tenía mayor preparación y decidí estudiar de noche. Estuveocho años en la nocturna. Fue entonces cuando descubríel teatro”. Uno de sus profesores de inglés en el liceo Pedro Aguirre Cerca tenía un grupo de estudiantes que rediversas presentaban obras. Jorge le dijo si lo podía acompañar. Estaban montando la obra “Farsa y justicia del señor corregidor”, de Alejandro Casona. Ahílle pidieron que las oficiara de consueta, el apuntador que les “sopla” los textos al elenco. “Una semana antes del estreno falló un actor. El que hacía el personaje del peregrino. Los veo discutir. Estaban todos preocupados. Algunos proponían pasar por alto ese rol. Entonces le dije al profesor “yo me sé ese personaje y la obra entera, en realidad, de tanto repetirles y soplarles. Le recité todo el texto. Fui la salvación del grupo. Esaé8Yo nunca quise ser actor, tampoco poeta o cantor popular. Nunca sentí lo que se llama vocación. Eso se fue dando en forma natural. Esto yo lo vine a comprobar años más tarde en una poesía... ”,fue una experiencia maravillosa, entrar por primera vez a una obra de teatro”, sostiene con la humildad que siempre lo ha caracterizado. NUEVO MUNDO Tras su debut en las tablas quedó encandilado con ese mundo. Tanta fue su fascinación que con otros dos compañeros formó un grupo con el que montaban piezas sencillas, obras de un acto. Los dirigía una profesora de Castellano que los mandaba a comprar los libretos a la Universidad de Chile. Tiempo después intentó enseñar teatro a obreros, aunque admite que la idea fue un fracaso porque no tenía método, técnica, ni disciplina. Los pobladores se aburrían en las clases y enlos ensayos y abandonaron el grupo. Entonces, una vez más se dio cuenta deque había quecapacitarse. Tenía que buscar ayuda de profesionales que quisieran traspasar sus conocimientos. Fue a la Universidad de Chile y a la Católica aversi podía inscribirse en los talleres para aficionados. Alfinal dio examen en el Teatro de Ensayo de la UC. No lo aceptaron. Fuelos 87 años, Jorge A Yáñez Reyes, folclorista, actor y poeta, recuerda sus tiempos de rockstar. Corría 1970 y Yáñez se encontraba en Antofagasta con una compañía de teatro, cuando se le ocurrióirala playa averunrecital de Los Jaivas. En aquella época la teleserie “El padre Gallo” tenía la primera sintonía en la TV chilena. Y su personaje, Juan Francisco, era uno de los más queridos porlas jóvenes fanáticas de la producción que transmitía TVN. Bastó que una lola se diera cuenta de queera el actor que representaba al joven galán para que decenas de niñas se abalanzaran sobre él y le pidieran autógrafos. Dela batahola de la playa salió en un furgón de Carabineros.
A más de 50 años de esa anécdota, el artista recibe a Diario El Líder en su hogar de San Sebastián, en Cartagena, donde hace tres décadas pasa sus días en medio que de la tranquilidad ofrece este balneario y muy lejos de la alta exposición mediática que alcanzó durante su carrera como actor. Jorge Yáñez hizo historia en el cine, en el teatro y en las telenovelas. Trabajó en 12 películas, como “El Chacal de Nahueltoro” y “Caliche sangriento”, y fue protagonista en la mayoría delas teleseries escritas por el desaparecido dramaturgo Arturo Moya Grau. Como folclorista, se presentó en el festival de Viña del Mar junto al grupo Los Moros. Más tarde se dedicó a cultivarsu propia música y poesía, hasta hoy. Es el “creador del famoso y ya tradicional “Gorro de lana”, tema que ha interpretado en 23 países. “Yo nunca quise ser actor, tampoco poeta o cantor popular. Nunca sentí lo que se llama vocación. Esoreprobado. Ocurrió que en los parlamentos que presentó repitió las acotaciones o instrucciones técnicas que trae el libreto de la obra de teatro para su montaje. “Fue para larisa”, confiesa. Eso fue a comienzos delos '60. LO ACEPTAN EN LAUC Al año siguiente volvió a la carga.
La secretaria de la Escuela de Teatro de la UC, después de un intenso interrogatorio, le consiguió una entrevista con el director Hugo Miller, el que tras otra larga sesión de preguntas, lo aceptó como oyente. En ese tiempo Yáñez trabajaba como obrero y ya tenía dos hijos. “Hugo Miller me abrió las puertas de la escuela de teatro. Y empecé a ir. La mayoría de los estudiantes eran jóvenes, yo era uno de los más adultos, tenía 25 años. Los cabros que no habían quedado en otra carrera iban a estudiar teatro. Me hice muy amigo de todos. Éramos 36. En el invierno comencé a ir todos los días. En una oportunidad en que estaba haciendo gimnasia, Hugo Miller medice Yáñez, desdehoy eres alumno Todos regular. aplaudieron. Así estudié tres años, egresando el año 1964”, relata escarbando en su privilegiada memoria. El profesor Miller también estaba a cargo de la preparación del área dramática de Canal 13 para que saliera al aire por primera vez. Invitó a algunos alumnos para que fuerana ayudar en lo que pudieran. Jorge Yáñez y un compañeroaceptaron el ofrecimiento y subieron al cuarto piso de la casa central de la UC, en la Alameda. Allí hizo aseo, ibaa comprar cigarrillos y bebidas, llevaba los cables, trasladaba las pesadas cámaras y cuanta máquina se necesitara para la estación que comenzó a transmitir para el Mundial del “62. Luego le dieron el cargo de utilero. Y enel tercer año lo contrataron como actor, para hacer cualquier cosa. No era protagonista de nada, eran papeles muy simples, como vendedor de quiosco, Empasajeroo lustrabotas. pezó a hablar de a poquito en pequeños roles. Ahí estuvo trabajando tres años. Entonces sus ingresos au-Soy alguien que sólo quiere ser. Simplemente, ser (... ). Nunca he tenido grandes expectativas como sueños de ser famoso, ganar dinero. Sólo quiero ser”. 'mentaron en forma considerable, “Sentí que mi vida cambiaba económicamente. Lo que ganaba en un mes era como cien veces lo que me pagaban como obrero. No había comparación. Era en escudos. Yo como obrero estaba para la patá y el combo. Era gañán, jornalero. Alo que me mandaran, lo hacía”, reconoce. ENCUENTRO CON LOS MOROS Esa bonanza le permitió cultivar su otra afición: la poesía. Comenzó a recitar en diferentes locales hasta los *70. Era un oficio paralelo. En la TV se ganaba el pan, en la poesía trabajaba por amor al arte. “En un restaurant donde trabajaba recitando aparecen unos músicos. Eugenio Moglia, quien fuera di rector de Los Moros, me dice que le puso música a unos versos míos y me propuso que ellos cantaríanYÁÑEZ CON SONIA VIVEROS, ACTRIZ FALLECIDA EN 2003, mientras yo recitaba. Fue un éxito. En el local lo único que esperaban era que recitáramos cantáray mos”, comenta. dad. Al lugar llegó un ejecutivo del sello Phillips atraído por los comentarios. “Nos contrató y grabamos nuestro primer disco. Se llamó Los Moros con Jorge Yáñez. Después, con el tiempo era al revés, Jorge Yáñez y Los Moros. De esta forma se produce el éxito arrollador de Y con brotes de mi siembra". Era tema obligado en las radios dos a tres veces al día.
Dos generaciones se aprendieron de memoria los versos que relatan una fiesta en el campo que termina en tragedia”. Desde entonces compuso decenas de canciones que lo transformaron en un personaje de la chileniEL PROYECTO DE LAUP Ainicios delos setenta, Jorge Yáñez se vio deslumbrado por el programa de la Unidad Popular (UP). Dice quecreyó enel proyecto de Salvador Allende, porque para él encarnaba la vida ideal. “Soñé un mundo mejor, más equitativo, más justiciero, más digno con mayor equilibrio económico. Todos los sueños que tiene un ser humano común y corriente se podían dar en nuestro país”, sostiene. “Yo no me metí por tener muchas ideas políticas, sino por lo que significaba el cambio en Chile. El plan, el proyecto, era muy buey todos está» no, buenísimo bamos felices”, confiesa. Pero la alegría duró poco. Vino el golpe militarnó el régimen militar. Esedía que ganamos el plebis-mos de la oscuridad total, empezamos a ver un poco de luz y comenzó a caminar de nuevo Chile. Llegó la alegría porque hemos podido seguir adelante. A míme han ofrecido iniciar una carrera política. Digo no. De ninguna manera. Quiero seguir cantando, haciendo canciones y ver-LLEGADA AL LITORAL Jorge Yáñez se declara un enamorado de San Antonio y el Litoral Central. En 1985 secompróel terreno donde vive. Valía 350 mil pesos. Pagó la mitad al contado y el restoen tres cuotas. “Aquí me quedé, Era un terreno pelado. Vinimos a trabajar con mi hermano. Cortamos el pasto y levantamos una ruquita para dormir en la noche. Después alguien trajo un colchón. Poco a poco levantamos la casa de veraneo de todos estos años. Venían mucho mis hijos y mis nietos, pero después dejaron de venir y aquí nos quedamos los dos con Angélica, hasta el día de hoy”, dice con nostalgia. “Mi vida está por acá... Angélica murió el año pasado”, confidencia emocionado, porque aún vive el duelo por la pérdida de su amada Angelic, como le decía él. Asus 87 años, nunca le faltan las actuaciones, pero los productores de eventos grandes casi no consideran a artistas con trayectoria. Por estos días está preparando un concierto que ofrecerá el domingo 8 de septiembre en la sala de la SCD del barrio Bellavista. Además, está confirmado para el 18 de septiembre en la fiesta costumbrista de El Membrillo, en El Tabo. Mientras tanto, su campamento base continúa en San Sebastián, donde sigue encontrando la inspiración para crear. Así, sin grandes pretensiones, quiere vivir el resto de su vida. Pero quiere seguir trabajando.
“Creo que cantar y escribir es lo mejor que puedo hacer, hasta que el árbol siga siendo árbol... ”, finalizó el artista que en 2017 fue galardonado con el Premio Nacional de Música, PresiG dentedela República. que califica como “una de las grandes tragedias del país”. Muchos de sus amigos cayeron prisioneros o los exiliaron. caron o los hicieron desaparecer. “Fueron tiempos de mucho dolor”, asegura. Además, se terminó la vida nocturna debido al toquede queda, por lo queno había mucho trabajo para los artistas. Comenzó entonces a presentarse en cuanta actividad solidaria lo llamaran. Ollas comunes, peñas, bolsas de cesantes, organizaciones sindicales, comedores, parroquias. Cantó mucho años en esos lugares. ÉXITO ARROLLADOR Enel 1977 su carrera como cantante y compositor se coronó con el “Gorro de lana”, un clásico del folclore nacional. “Es un pequeño milagro de la música popular, un valsecito sencillo. Creo que el gran éxito de las canciones surge cuando cuentan historias. Esta es una canción rural.
Mi cuñado dela época, Jorge Muñoz, gran guitarrista, me dice 'por quéno la ambientamos en Chiloé y lo hacemos en estilo vals chilote”. Y entonces el personaje se va al lugar más alejado de la isla, que mi cuñado me dijo era Quellón. Pero yo no conocía Quellón”. Tras la dictadura, asegura que tuvo fe en que vendrían mejores tiempos. Suesperanza en aquel momento era que lo malo quedara atrás. “La alegría llegó una vez que se termi-Jorge Yáñez.
En 62 años de trayectoria artística, este ilustre vecino de San Sebastián ha creado cientos de poesías y más de 250 canciones, además de participar en 12 películas y de trabajar 40 años como actor en Canal 13. cito del 5 de octubre, saliJuan Arellano Zalor cronica(Olidersanantonio. cl4 JORGE YÁÑEZ SIGUE VIGENTE. EL 8 DE SEPTIEMBRE CANTARÁ EN LASALA CSD DE SANTIAGO Y PARA FIESTAS PATRIAS ESTARÁ EN EL TABO. ser. Y eso es lo que a mí me se fue dando en forma natural. Esto yo lo vine acomprobar años más tarde en una poesía. El poeta español Guillermo Fernández Shaw dice en uno de sus poemas: “a los pequeños árboles de mi casa les pregunté qué queríanser. Uno dice yo quiero ser barco para viajar por el Ímundoentero. Yo, mesa, donde secomparte el pan con la familía. Quiero sercrucifijopara encarnarel sacrificio de Jesús. Todos tenían su sueño.
Entonces, al árbol más pequeño le pregunta qué quiere ser y ledice yo sólo quiero ser árbol y ser árbol toda mivida... ”. Ahí entendí que yo no era tan distinto al resto de los seres humanos”, reflexiona en su casa de la Villa María Francisca, muy cerca del mar que lo sigue inspirando. “Soy alguien que sólo quiere ser. Simplemente, ha pasado hasta el día de hoy. Nunca hetenido grandes expectativas como sueños de ser famoso o ganar dinero. Sólo quiero ser”, afirma con convicción en cada una de sus frases. NIÑO CINÉFILO Su inquietud por el mundo cultural, cuenta, despertó en plena infancia. A unas cuadras del barrio San Pablo, donde creció, había cuatro o cinco salas que exhibían películas de Chaplin, bailables, románticas, cowboy, cómicas, de Los Tres Chiflados y de Abbot y Costello. “Por los años 40 eramucha mi afición al cine. Yo me emocionaba con la música. Me encantaban los bailes.
Y cuando estaba con mis compañeros pelusas, igual que yo, que bamos a ver películas de cowboy y venían las musicales, los cabros chicos decían “joh ya se van a poner a cantar”. En cambio yo era feliz escuchandolas canciones delas películas. Por ahí viene la música. Al tiempo después llegó el cine argentino y mexicano, y nos aprendíamos esas canciones. Eso quedó”, rememora. Yáñez está hablando de lostiempos en que tenía 9o 10 años. “Con mis amigos la feria más partíamos a cercana y las propinas las juntábamos para pagar la entrada al cine. Yo empecé a trabajar a los 13 años. Años después me di cuenta que no tenía mayor preparación y decidí estudiar de noche. Estuveocho años en la nocturna. Fue entonces cuando descubríel teatro”. Uno de sus profesores de inglés en el liceo Pedro Aguirre Cerca tenía un grupo de estudiantes que rediversas presentaban obras. Jorge le dijo si lo podía acompañar. Estaban montando la obra “Farsa y justicia del señor corregidor”, de Alejandro Casona. Ahílle pidieron que las oficiara de consueta, el apuntador que les “sopla” los textos al elenco. “Una semana antes del estreno falló un actor. El que hacía el personaje del peregrino. Los veo discutir. Estaban todos preocupados. Algunos proponían pasar por alto ese rol. Entonces le dije al profesor “yo me sé ese personaje y la obra entera, en realidad, de tanto repetirles y soplarles. Le recité todo el texto. Fui la salvación del grupo. Esaé8Yo nunca quise ser actor, tampoco poeta o cantor popular. Nunca sentí lo que se llama vocación. Eso se fue dando en forma natural. Esto yo lo vine a comprobar años más tarde en una poesía... ”,fue una experiencia maravillosa, entrar por primera vez a una obra de teatro”, sostiene con la humildad que siempre lo ha caracterizado. NUEVO MUNDO Tras su debut en las tablas quedó encandilado con ese mundo. Tanta fue su fascinación que con otros dos compañeros formó un grupo con el que montaban piezas sencillas, obras de un acto. Los dirigía una profesora de Castellano que los mandaba a comprar los libretos a la Universidad de Chile. Tiempo después intentó enseñar teatro a obreros, aunque admite que la idea fue un fracaso porque no tenía método, técnica, ni disciplina. Los pobladores se aburrían en las clases y enlos ensayos y abandonaron el grupo. Entonces, una vez más se dio cuenta deque había quecapacitarse. Tenía que buscar ayuda de profesionales que quisieran traspasar sus conocimientos. Fue a la Universidad de Chile y a la Católica aversi podía inscribirse en los talleres para aficionados. Alfinal dio examen en el Teatro de Ensayo de la UC. No lo aceptaron. Fuelos 87 años, Jorge A Yáñez Reyes, folclorista, actor y poeta, recuerda sus tiempos de rockstar. Corría 1970 y Yáñez se encontraba en Antofagasta con una compañía de teatro, cuando se le ocurrióirala playa averunrecital de Los Jaivas. En aquella época la teleserie “El padre Gallo” tenía la primera sintonía en la TV chilena. Y su personaje, Juan Francisco, era uno de los más queridos porlas jóvenes fanáticas de la producción que transmitía TVN. Bastó que una lola se diera cuenta de queera el actor que representaba al joven galán para que decenas de niñas se abalanzaran sobre él y le pidieran autógrafos. Dela batahola de la playa salió en un furgón de Carabineros.
A más de 50 años de esa anécdota, el artista recibe a Diario El Líder en su hogar de San Sebastián, en Cartagena, donde hace tres décadas pasa sus días en medio que de la tranquilidad ofrece este balneario y muy lejos de la alta exposición mediática que alcanzó durante su carrera como actor. Jorge Yáñez hizo historia en el cine, en el teatro y en las telenovelas. Trabajó en 12 películas, como “El Chacal de Nahueltoro” y “Caliche sangriento”, y fue protagonista en la mayoría delas teleseries escritas por el desaparecido dramaturgo Arturo Moya Grau. Como folclorista, se presentó en el festival de Viña del Mar junto al grupo Los Moros. Más tarde se dedicó a cultivarsu propia música y poesía, hasta hoy. Es el “creador del famoso y ya tradicional “Gorro de lana”, tema que ha interpretado en 23 países. “Yo nunca quise ser actor, tampoco poeta o cantor popular. Nunca sentí lo que se llama vocación. Esoreprobado. Ocurrió que en los parlamentos que presentó repitió las acotaciones o instrucciones técnicas que trae el libreto de la obra de teatro para su montaje. “Fue para larisa”, confiesa. Eso fue a comienzos delos '60. LO ACEPTAN EN LAUC Al año siguiente volvió a la carga.
La secretaria de la Escuela de Teatro de la UC, después de un intenso interrogatorio, le consiguió una entrevista con el director Hugo Miller, el que tras otra larga sesión de preguntas, lo aceptó como oyente. En ese tiempo Yáñez trabajaba como obrero y ya tenía dos hijos. “Hugo Miller me abrió las puertas de la escuela de teatro. Y empecé a ir. La mayoría de los estudiantes eran jóvenes, yo era uno de los más adultos, tenía 25 años. Los cabros que no habían quedado en otra carrera iban a estudiar teatro. Me hice muy amigo de todos. Éramos 36. En el invierno comencé a ir todos los días. En una oportunidad en que estaba haciendo gimnasia, Hugo Miller medice Yáñez, desdehoy eres alumno Todos regular. aplaudieron. Así estudié tres años, egresando el año 1964”, relata escarbando en su privilegiada memoria. El profesor Miller también estaba a cargo de la preparación del área dramática de Canal 13 para que saliera al aire por primera vez. Invitó a algunos alumnos para que fuerana ayudar en lo que pudieran. Jorge Yáñez y un compañeroaceptaron el ofrecimiento y subieron al cuarto piso de la casa central de la UC, en la Alameda. Allí hizo aseo, ibaa comprar cigarrillos y bebidas, llevaba los cables, trasladaba las pesadas cámaras y cuanta máquina se necesitara para la estación que comenzó a transmitir para el Mundial del “62. Luego le dieron el cargo de utilero. Y enel tercer año lo contrataron como actor, para hacer cualquier cosa. No era protagonista de nada, eran papeles muy simples, como vendedor de quiosco, Empasajeroo lustrabotas. pezó a hablar de a poquito en pequeños roles. Ahí estuvo trabajando tres años. Entonces sus ingresos au-Soy alguien que sólo quiere ser. Simplemente, ser (... ). Nunca he tenido grandes expectativas como sueños de ser famoso, ganar dinero. Sólo quiero ser”. 'mentaron en forma considerable, “Sentí que mi vida cambiaba económicamente. Lo que ganaba en un mes era como cien veces lo que me pagaban como obrero. No había comparación. Era en escudos. Yo como obrero estaba para la patá y el combo. Era gañán, jornalero. Alo que me mandaran, lo hacía”, reconoce. ENCUENTRO CON LOS MOROS Esa bonanza le permitió cultivar su otra afición: la poesía. Comenzó a recitar en diferentes locales hasta los *70. Era un oficio paralelo. En la TV se ganaba el pan, en la poesía trabajaba por amor al arte. “En un restaurant donde trabajaba recitando aparecen unos músicos. Eugenio Moglia, quien fuera di rector de Los Moros, me dice que le puso música a unos versos míos y me propuso que ellos cantaríanYÁÑEZ CON SONIA VIVEROS, ACTRIZ FALLECIDA EN 2003, mientras yo recitaba. Fue un éxito. En el local lo único que esperaban era que recitáramos cantáray mos”, comenta. dad. Al lugar llegó un ejecutivo del sello Phillips atraído por los comentarios. “Nos contrató y grabamos nuestro primer disco. Se llamó Los Moros con Jorge Yáñez. Después, con el tiempo era al revés, Jorge Yáñez y Los Moros. De esta forma se produce el éxito arrollador de Y con brotes de mi siembra". Era tema obligado en las radios dos a tres veces al día.
Dos generaciones se aprendieron de memoria los versos que relatan una fiesta en el campo que termina en tragedia”. Desde entonces compuso decenas de canciones que lo transformaron en un personaje de la chileniEL PROYECTO DE LAUP Ainicios delos setenta, Jorge Yáñez se vio deslumbrado por el programa de la Unidad Popular (UP). Dice quecreyó enel proyecto de Salvador Allende, porque para él encarnaba la vida ideal. “Soñé un mundo mejor, más equitativo, más justiciero, más digno con mayor equilibrio económico. Todos los sueños que tiene un ser humano común y corriente se podían dar en nuestro país”, sostiene. “Yo no me metí por tener muchas ideas políticas, sino por lo que significaba el cambio en Chile. El plan, el proyecto, era muy buey todos está» no, buenísimo bamos felices”, confiesa. Pero la alegría duró poco. Vino el golpe militarnó el régimen militar. Esedía que ganamos el plebis-mos de la oscuridad total, empezamos a ver un poco de luz y comenzó a caminar de nuevo Chile. Llegó la alegría porque hemos podido seguir adelante. A míme han ofrecido iniciar una carrera política. Digo no. De ninguna manera. Quiero seguir cantando, haciendo canciones y ver-LLEGADA AL LITORAL Jorge Yáñez se declara un enamorado de San Antonio y el Litoral Central. En 1985 secompróel terreno donde vive. Valía 350 mil pesos. Pagó la mitad al contado y el restoen tres cuotas. “Aquí me quedé, Era un terreno pelado. Vinimos a trabajar con mi hermano. Cortamos el pasto y levantamos una ruquita para dormir en la noche. Después alguien trajo un colchón. Poco a poco levantamos la casa de veraneo de todos estos años. Venían mucho mis hijos y mis nietos, pero después dejaron de venir y aquí nos quedamos los dos con Angélica, hasta el día de hoy”, dice con nostalgia. “Mi vida está por acá... Angélica murió el año pasado”, confidencia emocionado, porque aún vive el duelo por la pérdida de su amada Angelic, como le decía él. Asus 87 años, nunca le faltan las actuaciones, pero los productores de eventos grandes casi no consideran a artistas con trayectoria. Por estos días está preparando un concierto que ofrecerá el domingo 8 de septiembre en la sala de la SCD del barrio Bellavista. Además, está confirmado para el 18 de septiembre en la fiesta costumbrista de El Membrillo, en El Tabo. Mientras tanto, su campamento base continúa en San Sebastián, donde sigue encontrando la inspiración para crear. Así, sin grandes pretensiones, quiere vivir el resto de su vida. Pero quiere seguir trabajando.
“Creo que cantar y escribir es lo mejor que puedo hacer, hasta que el árbol siga siendo árbol... ”, finalizó el artista que en 2017 fue galardonado con el Premio Nacional de Música, PresiG dentedela República. que califica como “una de las grandes tragedias del país”. Muchos de sus amigos cayeron prisioneros o los exiliaron. caron o los hicieron desaparecer. “Fueron tiempos de mucho dolor”, asegura. Además, se terminó la vida nocturna debido al toquede queda, por lo queno había mucho trabajo para los artistas. Comenzó entonces a presentarse en cuanta actividad solidaria lo llamaran. Ollas comunes, peñas, bolsas de cesantes, organizaciones sindicales, comedores, parroquias. Cantó mucho años en esos lugares. ÉXITO ARROLLADOR Enel 1977 su carrera como cantante y compositor se coronó con el “Gorro de lana”, un clásico del folclore nacional. “Es un pequeño milagro de la música popular, un valsecito sencillo. Creo que el gran éxito de las canciones surge cuando cuentan historias. Esta es una canción rural.
Mi cuñado dela época, Jorge Muñoz, gran guitarrista, me dice 'por quéno la ambientamos en Chiloé y lo hacemos en estilo vals chilote”. Y entonces el personaje se va al lugar más alejado de la isla, que mi cuñado me dijo era Quellón. Pero yo no conocía Quellón”. Tras la dictadura, asegura que tuvo fe en que vendrían mejores tiempos. Suesperanza en aquel momento era que lo malo quedara atrás. “La alegría llegó una vez que se termi-Jorge Yáñez.
En 62 años de trayectoria artística, este ilustre vecino de San Sebastián ha creado cientos de poesías y más de 250 canciones, además de participar en 12 películas y de trabajar 40 años como actor en Canal 13. cito del 5 de octubre, sali-