Niños nacen en peores condiciones por mayores niveles de pobreza, estrés y violencia.
PORTADA EL MERCURIO (C) CHILE La baja en los nacimientos en Chile es una realidad confirmada que va de la mano con el envejecimiento de la población. Eso sí, no se trata de la única variación preocupante que se registra porque, además, los niños que nacen lo están haciendo en peores condiciones que hace siete años. Así lo advierte el Primer Informe Nacional de Bienestar de la Niñez en Chile, elaborado por el Observatorio Niñez de Fundación Colunga, que evidencia un deterioro en indicadores de infancia y adolescencia en el país.
El estudio, que recopiló y sistematizó información disponible en datos de los ministerios de Salud, Educación, Desarrollo Social e Interior desde 2017 a la fecha, utilizó tres criterios para analizar el contexto actual de los niños y adolescentes: relevancia; calidad y sistematicidad; y representatividad regional.
Uno de los puntos de preocupación tiene relación con el aumento en la cantidad de nacidos vivos con bajo peso, pues la cifra pasó de 7,7% en 2017 a 9,2% en 2023 (ver infografía), junto con un incremento en los nacimientos vivos prematuros, que subieron de 8% a 13%, en el mismo período.
Paloma del Villar, directora del Observatorio Niñez, afirma que para entender este fenómeno se deben considerar "las condiciones de salud y ambientales de las madres gestantes", junto con factores conductuales como "el tabaquismo, la mala nutrición, pero también otros que tienen que ver con el entorno como la pobreza, el estrés y la violencia". "Madres en contextos de estrés, de pobreza, de violencia, sin un acompañamiento adecuado, tienen mayores dificultades o hay más probabilidades de que sus hijos nazcan con estas características", advierte.
Para la subsecretaria de Salud Pública, Andrea Albagli, la prematurez en los partos puede relacionarse con dos fenómenos: "El primero, y quizás el más importante, es la postergación de la maternidad en Chile, con un aumento progresivo de mujeres que tienen su primer parto después de los 30 años.
Esto se asocia a mayor carga de enfermedad y aumento de la patología obstétrica". Mientras que el segundo factor, agrega, "está vinculado a la mejoría de las tecnologías neonatales, que en los últimos 40 años han ido aumentando las posibilidades de sobrevida a recién nacidos prematuros extremos y de extremo bajo peso al nacer". Báltica Cabieses, directora del Centro de Salud Global Intercultural (CeSGI) de la U. del Desarrollo, plantea que "siempre ha habido algunas diferencias en los indicadores, sobre todo entre el sistema público y privado de salud, y también según el nivel socioeconómico y pertenencia étnica". Dice que "las personas de menor nivel socioeconómico tienden a concentrar un poco más de bajo peso al nacer, prematurez, embarazos adolescentes y riesgo materno-infantil". El informe de la Fundación Colunga también notó un empeoramiento en condiciones durante la primera infancia como el peso: si en 2017 el sobrepeso llegaba al 20%, hoy afecta al 23% de los niños en Chile. Los menores entre 1º y 5º básico son los más afectados, con 28% de obesidad. Además, el estudio advierte que uno de cada cinco adolescentes presenta sintomatología depresiva y se observa un aumento de ocho puntos porcentuales con respecto a la misma medición en 2017. Las mujeres son las más afectadas: 35% de las adolescentes presenta sintomatología depresiva, versus 9% de los hombres.
Políticas públicas Para abordar los desafíos, apunta el informe, es fundamental mejorar la salud materna y las condiciones de vida para reducir la incidencia de bajo peso al nacer y nacimientos prematuros. "Se deben potenciar las políticas públicas hacia la infancia, como el desarrollo de programas que refuercen el aprendizaje temprano, incluyendo el apoyo integral a las familias en etapa de gestación", comenta Del Villar.
La subsecretaria Albagli dice que el ministerio ha implementado acciones como, por ejemplo, el GES de prevención del parto prematuro, que "incluye medidas farmacológicas para prevenir el parto prematuro en gestantes con síntomas o con riesgo.
Además, en los controles prenatales en atención primaria se ha instalado la ecografía en la semana 20 a 24 de gestación con el fin de pesquisar riesgo de parto prematuro y realizar las derivaciones y acciones preventivas correspondientes". Asimismo, señala que en la atención primaria hoy se efectúan diez controles "por gestante bajo control, en comparación con los ocho recomendados internacionalmente". Análisis 2017-2023 detectó también que partos prematuros aumentaron de 8% a 13%: Niños nacen en peores condiciones por mayores niveles de pobreza, estrés y violencia JUDITH HERRERA C.
Investigación que analizó la situación de la infancia y la adolescencia evidenció un incremento en la tasa de guaguas con bajo peso. `` Se deben potenciar las políticas públicas hacia la infancia, como el desarrollo de programas que refuercen el aprendizaje temprano".. ............................................................... PALOMA DEL VILLAR DIRECTORA DEL OBSERVATORIO NIÑEZ DE FUNDACIÓN COLUNGA `` La mejoría de las tecnologías neonatales ha ido aumentando las posibilidades de sobrevida de recién nacidos prematuros extremos y de extremo bajo peso al nacer".. ............................................................... ANDREA ALBAGLI SUBSECRETARIA DE SALUD PÚBLICA NACIONAL SANTIAGO DE CHILE, DOMINGO 11 DE AGOSTO DE 2024 nacional@mercurio.cl C /Domingo.