La historia del tierno gatito perdido que resultó ser un salvaje gato guiña
La historia del tierno gatito perdido que resultó ser un salvaje gato guiña Veterinaria a cargo explica cómo distinguirlo de una mascota La historia del tierno gatito perdido La historia del tierno gatito perdido. 1n. "My, que resultó ser un salvaje gato guiña CAMILA FIGUEROA Beatriz Azzis, vecina del sector As: Volcanes de Puerto Montt, le dijeron de todo en Facebook cuando publicó la foto de un pequeño felino con la intención de darlo en adopción.
Traficante de animales, recuerda, fue la frase más suave que recibió antes de enterarse de que el cachorro doméstico que había rescatado era un gúiña salvaje que había llegado a su patio escapando de una jauría. Beatriz estaba en su casa cuando escuchó que los perros del barrio no paraban de ladrar. Al asomarse por la ventana, cuenta, vio que su vecina le hacía señas con las manos para que saliera a ayudarla.
En el jardín, en medio de maceteros y plantas puestas sobre la tierra, describe, vio cómo un pequeño felino de pelaje jaspeado intentaba esconderse de los ruidos y de la mascota de su vecina, que pese a que estaba lejos de ese lugar, sabía perfectamente que un animal extraño había ingresado a su territorio. "Estaba muy inquieto. Tuve que darle unos sobrecitos de Churu, que sé que le encantan porque mi gata come, y así logré que se metiera al bolso para llevarlo a mi casa. Estaba fascinado comiendo y se quedó tranquilo por un momento. Se notaba que tenía hambre", relata. Beatriz agrega que dejó al felino solo en una pieza. Como su gata es bien territorial no quería que le hiciera daño o que lo persiguiera por toda la casa.
Su intención, menciona la vecina de Puerto Montt, siempre fue darlo en adopción y llevarlo al veterinario para asegurarse de que la jauría que lo perseguía no le hubiese roto algún hueso. "Al publicarlo en Facebook nos lle"Al publicarlo en Facebook nos lle"Al publicarlo en Facebook nos lleCEDIDA 4 Una vecina de Puerto Montt confundió al felino y lo ofreció en adopción. adopción. MisA namos de comentarios. Me decían que cómo era posible que tuviera en cautiverio a un gato guiña. En uno de los comentarios leí que se notaba que era un gato giliña porque tenía las orejas muy redondas. De todos modos no lo iba a dejar solo porque no sabía si estaba herido. Pensé que lo mejor era que lo viera la veterinaria en la mañana y así lo hice", menciona. ¿Era guiña, entonces? "Sí, la veterinaria lo revisó y estaba muy emocionada porque nunca había visto uno. Me dijo que efectivamente las orejas revelaban que era un gato guiña. Ella me explicó que el procedimiento era contactar al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y que ellos verían lo que pasaría con el animal. Me lo llevé y esperé que me llamaran. Ese fue otro problema porque mucha gente se hizo pasar por el SAG.
Ahora sé que está bien, que es una hembra y que la tiene la Universidad San Sebastián mientras se adapta porque es cachorra". Las diferencias Cinthya Bustamante es la veterinaria encargada del Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre (CERFAS) de la Universidad San Sebastián (USS). Cuenta que es normal confundir a un gato doméstico con un guiña porque en apariencia son similares, pero en carácter muy distintos.
El guiña, asegura, es salvaje y jamás va a dejar que un humano lo capture. ""Siempre va a querer escapar o esconderse, no va a ponerse entre los pies a acariciarte ni te va a ronronear como un gato doméstico.
Es un animal solitario, esquivo y muy ágil, que al sentirse amenazado actúa con El gato gúiña se encuentra en la Universidad San Sebastián. agresividad", explica. ¿Cuáles son las diferencias físicas, veterinaria? "Las orejas redondeadas son muy características.
Es el felino más pequeño que hay en Chile, mide entre 39 y 48 centímetros de largo y su cola es corta, llena de pelitos, es como esponjosa; y su peso es menor a los 3 kilos. Hay de dos tipos de colores. Uno es jaspeado con manchas negras en fondo marrón y el otro es la versión melánica negra. Lo más característico, de todos modos, es su carácter. No es un gato doméstico, si lo intentas tomar te va a morder". ¿Ronronean? "No, los felinos ronronean cuando están cómodos o cuando tienen dolor. Como el guiña es salvaje no va a ronronear si te lo encuentras. Más bien hará sonidos de defensa"..