Humberto González: la historia del dirigente social que ha dedicado más de 50 años al servicio de la comunidad
Comenzó gestionando beneficios cuando estaba en la escuela y actualmente es presidente de agrupación que aglutina a las APR de la región Humberto González Mondaca es troyano por donde lo miren. Nació en La Troya y de ahí recién lo llevaron al hospital. “Mi bisabuelo paterno, Augusto González González, murió el año 37 a los 78 años y mi abuelo Humberto González González falleció en el 90, eran troyanos - troyanos”, dice con orgullo.
Hijo de Tito Augusto González Guerra, ya fallecido, y Eliana Mondaca Astudillo, fue el segundo de 10 hermanos y se crio al amparo de sus abuelos, ya que en ese entonces sus padres trabajaban y él mismo, a los 10 o 12 años, ya conocía de agricultura y chacarería.
“Mi abuelo decía que ir a la escuela a aprender a leer y escribir era un paso importante, luego sacar la enseñanza básica, que era hasta sexto, era ya muy bueno y llegar a octavo era importante”, recuerda.
Fue así como conoció el Por Marisol Valdés Riffo mundo del campo y también el mundo de sueños que le abrió la escolaridad, sueños que desde muy joven lo llevaron a vincularse con la labor social. GALLETAS Y ZAPATOS Así llegó al año 1973, época en que estudiaba el octavo básico en el Colegio Almendral N*14 de San Felipe.
“En esa época, el gobierno de Salvador Allende impulsó la entrega de leche y galletas y los hombres usábamos overol café y las mujeres delantal cuadrillé, además de los zapatos Calciplas, que se le daba un par a cada familia.
En ese entonces nos reunimos para ver cómo mejorar el tema de la entrega de las galletas y los uniformes que nos entregaba el Estado, así que en agosto de ese año nos tomamos el colegio y logramos que aumentaran la galleta, nos dieran más recreo para tomar la leche y Humberto González es el actual presidente de la Asociación de APR de la Región de Valparaíso, que unifica a 263 sistemas de agua potable rural. Que se entregaran dos pares de zapatos a cada familia con más de cinco hijos. Pero en octubre, después del golpe, apareció un militar y nos suspendieron a los 17 que participamos”, relata. Ese fue su primer acercamiento al mundo de los dirigentes sociales.
COMITE DE VIVIENDA Con el paso de los años, Humberto hizo el servicio militar y luego ingresó al mundo laboral, pero también participaba en un grupo juvenil en La Troya, con el cual impulsó la construcción de la capilla de la localidad.
“Acá había una capilla que era de un particular y el que se portaba mal no entraba, así que se logró construir una capilla nueva por autoconstrucción, y así se nos ocurrió que como había muchos allegados podíamos trabajar para levantar casas, pero éramos muy jóvenes y había que tener la mayoría de edad y familia para poder organizar un comité, así que fui parte de un club deportivo en ese entonces”, recuerda. Fue así como en el año 1988 trabajó por la campaña del “No”, aunque el resultado no cambió muchos las condiciones en que se vivía en La Troya. “Fue así como trabajando en diversas parcelas empecé a participar y así nació un comité de vivienda. Entonces los directores y delegados eran designados y creamos el Comité Villa Nueva Esperanza de La Troya, pero el nombre no les gustó, aunque nos dieron la personalidad para poder hacer actividades sociales. Así en este comité quedamos 38, que fue la primera villa La Troya. Todos los que estábamos allí éramos allegados y no teníamos servicios básicos en las casas, solo una llave de jardín”, recuerda. Fue así como lograron las primeras viviendas de 33,5 metros cuadrados las que fueron complementadas con aportes del Serviu y con apoyo de la Fundación San José de la Dehesa. “Lo que siempre me aconsejaron mis abuelos fue no ser nunca de un partido político, sino trabajar con las autoriME dades de turno y eso da resultado hasta el día de hoy”, reflexiona Humberto. Tras lograr este primer hito en materia de viviendas sociales, más gente se motivó a crear comités de vivienda y seguir los procesos necesarios de organización y ahorro. Así se crearon los comités El Trigal y El Olivo que vieron materializadas sus viviendas en el año 1997. “Uno después le da el valor porque se da cuenta que Su labor como dirigente lo ha llevado a representar a su comunidad en diversas instancias.
En la foto con la ministra de Obras Públicas, Jéssica López. todos los que vivíamos allí éramos allegados o vivíamos en mediaguas y ahora era al revés, el 80 por ciento tiene su casa y solo un 20 por ciento está de allegados”, comenta González, quien actualmente ya no es dirigente, pero sí apoya y asesora voluntariamente a los comités a partir de su experiencia. De esa experiencia aprendió la importancia del compromiso con el desarrollo de su comunidad.
“Es la única manera de avanzar en la mejora social, porque el Estado tiene varios caminos, está el mundo privado, está la vía de los subsidios y está el camino de formar comités para obtener viviendas sociales.
En el mundo rural, al ser un comité, hay que trabajar en el cambio de uso de suelo para levantar su proyecto y eso es un proceso que costó, pero al seguir el conducto regular se logró”, sostiene.
AGUA POTABLE Su trayectoria como dirigente de comités de vivienda fue el primer paso para lo que vendría después: la dirigencia en el agua potable, ya que en el año 1999 fue elegido como consejero de la Cooperativa de Agua Potable Rural La Troya -que comenzó agrupando a 144 familias y que actualmente tiene a más El pasado 1 de agosto Humberto González -segundo desde la izquierdarecibió la distinción de “Hijo Ilustre” de San Felipe.
De 400para posteriormente ser elegido su presidente, cargo que ejerció por más de 20 años, para finalmente convertirse en el gerente de la cooperativa en 2019, “Cuando fui elegido consejero y después presidente, esta cooperativa no tenía oficinas, las instalaciones y el pozo no eran propias, sino que eran acuerdos que se hacían en esos tiempos, empezamos con una máquina de escribir y una libreta con siete millones de pesos, así que ahí hicimos un plan de trabajo para tener un terreno y oficinas y mejorar las condiciones del agua, siempre trabajando bajo el modelo del cooperativismo. En eso me fui instruyendo, buscando información para el desarrollo de la comunidad y logramos lo que tenemos acá, una cooperativa ordenada”, explica. Según Humberto González el modelo de cooperativismo se frenó en Chile en el año 1974, con la llegada de la Dictadura Militar, que partió por cambiarles el nombre a comités. “El modelo de cooperativas funciona en otros países, en Argentina, Canadá, Japón, España, las cooperativas tienen ley propia, el modelo no les gusta a todos, pero sí funciona”, asegura. De hecho, explica González, el modelo de cooperativismo se instauró en Chile en 1964 y aunque son cooperativa, no tienen resolución sanitaria y han debido luchar 12 años por sus derechos de aguas.
“Después de 59 años estamos discutiendo una ley donde somos más de dos mil 600 APR, pero dos mil 300 y tantos están bajo el alero MOP, porque el Estado invirtió en estos comités a través del Ministerio de Obras Públicas y los otros comités los han hecho a través de los municipios, pero los regula la Dirección de Obras Hidráulicas, DOH, o la Subdere”, explica. RECONOCIMIENTOS Esta larga trayectoria como dirigente social se ha traducido en importantes reconocimientos a nivel local y regional.
Es así como el pasado 19 de julio, el Consejo Regional, a través de los consejeros representantes de la Provincia de San Felipe, acordaron distinguirlo con el “Reconocimiento Provincia de San Felipe año 2023” durante la ceremonia efectuada con motivo del 30* aniversario del Gobierno Regional, donde recibió un merecido homenaje y también el pasado 1 de agosto recibió una distinción del Concejo Municipal de San Felipe, que por unanimidad decidió conferirle el título de “Hijo Su trayectoria dirigencial le valió el reconocimiento del Gobierno Regional el pasado 19 de julio. Ilustre” de la comuna en el marco del aniversario 283 de la comuna.
Y, además, el pasado 17 de marzo, Humberto resultó elegido como presidente de la recién fundada Asociación de APR de la Región de Valparaíso, que unifica a los 263 sistemas de agua potable rural existentes en las distintas comunas que la componen. En sus reflexiones, Humberto González plantea que lo más difícil de ser dirigente es enfrentar a la burocracia y trabajar con las comunidades. “En este país el conducto regular pone mucha burocracia para acceder a los fondos, que es el rol que le compete al Estado, ya que el capital inicial de las cooperativas es estatal.
Y en cuanto a trabajar con las comunidades eso cuesta, pero al final es la persona quien decide ser dirigente, aunque uno no dimensiona esta labor porque nadie es profeta en su tierra, y uno sabe que no les va a caer bien a todos, pero hay que saber escuchar y saber de dónde vienen las críticas, pero uno se queda con lo hecho. Lo importante es que esto va a abriendo puertas y uno, a través del diálogo y propuestas de solución puede lograr cosas independientemente de quién sea la autoridad de turno”, concluye. WM